Por Cambio16 | Efe
18/02/2016
La cúpula de Vitaldent, a la que una juez ha enviado a prisión por blanqueo de capitales y fraude a la Hacienda Pública, recibía cada año 17,2 millones de euros en B solamente de las 146 clínicas propias que tenía la cadena.
Así consta en el auto de prisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda (Madrid) tras tomar declaración a diez de los trece detenidos el martes por los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en la operación Topolino, entre ellos el propietario de la cadena dental, Ernesto Colman.
La magistrada considera probado que un grupo de personas, entre ellas el propietario, había diseñado «un complejo sistema defraudatorio hacia los franquiciadores, clientes y pacientes y la propia Hacienda».
Además, la actividad de esta organización había generado una «ingente cantidad de dinero opaco» procedente de una «contabilidad B».
Según el auto, cada clínica tenía que pagar en efectivo a la matriz el 10% de la franquicia acordada. Pero además, se había articulado un sistema de recogida de dinero en efectivo para las clínicas propias y a otras de confianza que ascendía a 10.000 euros mensuales.
Y no sólo eso. La organización, que disponía de dos contabilidades, utilizaba un sistema informático «ad hoc» para ello, según el auto, que recuerda que se detectaron «descuadres» es las declaraciones de la renta de Colman.
De hecho, en su declaración del IRPF había defraudado más de 120.000 euros en tres ejercicios.
El propio Colman era quien había ordenado que sus clínicas pagaran en metálico entre 10.000 y 12.000 euros mensuales y obligaba a sus responsables a desplazarse a Madrid para hacer el desembolso. Incluso, a finales de 2015 requirió a algunos para que se pusieran al día en el pago de ese «canon» en B, subraya la resolución de la juez, que también subraya la facturación sin IVA como otra de las conductas irregulares de la red que lideraba Colman y la extensión de su actuación a otros países donde contaba con clínicas.
Y los investigadores y la juez han hecho sus cálculos, de tal manera que han cifrado en 17.250.000 euros la cantidad que en B llegaba a manos de Colman y los suyos por los 10.000 euros mensuales de media que recibía en metálico de las 146 clínicas propias. A ello, habría que sumar el 10% en metálico del total que tenían que pagarle las clínicas franquiciadas.
Otras cifras aparecen en el auto, como los 400.000 euros que se encontraron en su casa.