El pueblo ucraniano sufre las consecuencias de la guerra en todos los aspectos y a temperaturas bajo cero. El impacto de la destructora bota militar rusa no solo destruye urbanizaciones, aeropuertos, escuelas y hospitales. También ataca con particular crueldad el patrimonio cultural y artístico. Es un asedio que tiene historia. Bajo la dominación soviética a los hablantes de ucraniano los enviaban a los gulags de Siberia. Todos los centros culturales, museos y colecciones de Ucrania corren peligro.
En la presente guerra, la primera baja cultural es el Museo Histórico y Cultural de Ivankiv. Fue incendiado por las tropas rusas. Situado a unos 70 kilómetros al norte de Kiev, alojaba como un especial tesoro: una colección 25 cuadros de Maria Primachenko, una de las pintoras ucranianas más resaltantes y representante del arte naíf. Su especial don y talento cautivaron a Pablo Picasso.
En 1998 la Unesco declaró el centro histórico de Lviv como Patrimonio Mundial de la Humanidad, como un ejemplo sobresaliente de la fusión de las tradiciones artísticas y arquitectónicas de Europa oriental con las de Italia y Alemania. En la extensión de 120 hectáreas el centro histórico de Lviv alberga más del 50% de los monumentos culturales e históricos de la Ucrania actual.
Lilya Onyshchenko, jefe Protección del Patrimonio del Ayuntamiento de Lviv, le declaró a The Guardian que los ataques rusos son propios de bárbaros. «No les importa lo que destruyen. No conocí a Hitler ni a Stalin, pero creo que Putin es peor que ambos juntos. Es un demonio, no un ser humano. Si perdemos nuestra cultura, perdemos nuestra identidad. Lviv siempre ha sido multicultural. Polacos, alemanes, judíos, armenios y húngaros lo construyeron», dijo.
Los ataques rusos derribaron una iglesia de madera del siglo XIX en el pueblo de Viazivka, en la región occidental de Zhytomyr, según informó el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy. Olha Rutkovska, miembro de la Asociación para la Protección de los Monumentos, calificó el acto como “un genocidio contra la cultura ucraniana”.
Exterminio y resistencia Cultural
Un gran número de ucranianos cree que el ataque a su cultura no es un accidente ni un daño colateral. El presidente Zelenskiy declaró que el objetivo final del Kremlin es borrar a Ucrania. Pulverizar su idioma, gente y cultura.
“La URSS fue un gran régimen totalitario, pero ahora Moscú también quiere erradicar la cultura ucraniana. Lo que nos define a nosotros y nuestra identidad. Es lo que somos. Los rusos están acostumbrados a vivir en un sistema totalitario. Han sido zombificados. Los ucranianos valoramos el pensamiento crítico. La idea de que Rusia y Ucrania son lo mismo es una farsa que ideó en Moscú. Lenin no nos inventó. Somos diferentes”, dijo la directora del museo de Lviv, Olha Honchar.
Los ucranianos defienden sus tesoros culturales y su identidad. Honchar aseguró que los artistas habían resistido a la dominación de Moscú, durante la época comunista y en la actualidad. Cantantes, actores y músicos se unieron a las fuerzas de autodefensa de Ucrania y luchan contra Rusia. Un ejemplo de ello es Pasha Lee, estrella ucraniana de cine, quien murió en un bombardeo en Irpin, en las afueras de Kiev.
En otra iniciativa una agrupación de directores de museo lanzó una inciativa para distribuir fondos a trabajadores culturales de todo el país. Explicó Honchar que ninguno había sido pagado, con los estipendios de la Comisión Europea y otros donantes utilizados para comprar alimentos, dijo Honchar.
Semanas antes de la invasión, el ministro de cultura ucraniano, Oleksandr Tkachenko, tomó algunas medidas para preservar el patrimonio de la capital. Actualmente, algunas obras fueron retiradas de los salones de exhibición, incluido el museo de arte de Kiev con sus obras maestras rusas del siglo XIX.
Preocupación mundial
Diversas entidades encargadas de la cultura han manifestado su preocupación por la situación en Ucrania. The Guardian recogió las declaraciones de Lazare Eloundou, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco. «Cada día recibimos más informes sobre la destrucción del patrimonio cultural por lo rusos en Ucrania”.
Toda la vida cultural se ha visto afectada con la invasión. Para la Unesco es de particular preocupación Kharkiv, designada como una ciudad creativa de la Unesco, “con una vida cultural vibrante”, y Chernihiv, cuyo centro urbano del siglo XI ha sido dañado. «El patrimonio de Ucrania es importante para el mundo entero”, asentó Elondou.
Los funcionarios de la Unesco brindan asistencia a los ciudadanos en el resguardo de su patrimonio cultural. Es responsabilidad de la comunidad internacional hacer todo lo posible para proteger el patrimonio mundial y ayudar a la gente de Ucrania a recuperarse del trauma después de este conflicto.
El Instituto Smithsonian, centro de educación e investigación, de Estados Unidos, también pidió proteger los bienes culturales y ha dado luz verde a un plan para intentar proteger y rescatar de la guerra todas las piezas posibles. “La belleza del arte, la arquitectura, la literatura y la música de Ucrania ha florecido durante décadas; sus museos son algunos de los más venerados de Europa”, señaló Lonnie Bunch, secretario del instituto.
Patrimonio ambiental en riesgo
No solo la arquitectura y arte están en peligro en Ucrania. Ocho reservas de biosfera del país se encuentran amenazadas. Entre los más resaltantes figuran los bosques antiguos y primarios de hayas de los Cárpatos y otras regiones de Europa. Esta reserva transfronteriza se extiende en doce países. Son tan antiguos como el final de la era glaciar y se extendieron desde algunos refugios aislados en los Alpes, los Cárpatos, los Alpes Dináricos, el Mediterráneo y los Pirineos. Este proceso tomó miles de años y continúa todavía hoy.