Ecosistema ISO es un laboratorio social cuyo objetivo es la transformación urbana sostenible del Polígono ISO, en el distrito de Carabanchel, a través del arte, la cultura y la innovación. Con actividades como Pájaros de Calle cambian un entorno urbano deprimido, amenazado por la especulación, por otro sostenible en lo social, económico y ecológico.
El Polígono ISO de Carabanchel era una zona industrial del sur de Madrid que albergaba todo tipo de talleres y manufacturas. La crisis industrial de la década de los 90 posibilitó que se convirtiera en un foco de atracción para artistas y artesanos que ocuparon las naves vacías y lideraron un movimiento creativo que ha permitido mantener en uso edificios y naves cuyo fin habría sido la piqueta y la especulación urbanística, con fenómenos como la gentrificación y la turistificación. En este contexto surge la asociación Ecosistema ISO, cuyo principal objetivo es la preservación de estos espacios y del barrio, creando proyectos transversales de transformación urbana sostenible.
Entre sus iniciativas más recientes está “Pájaros de Calle”, un proyecto piloto de educación infantil llevado a cabo con escolares de 3º de primaria del CEIP Lope de Vega, y apoyado por el Ayuntamiento de Madrid, que busca la creación, implementación y evaluación de nuevas narrativas y herramientas en materia de educación ambiental.
Este programa, que se desarrolla en el polígono ISO en el barrio de San Isidro y distrito de Carabanchel, rinde tributo a la diversidad de aves que dan nombres a las calles de Carabanchel. Así, Tordo, Oca, Cuclillo, Tórtola, Ánade y Zorzal se han convertido en protagonistas de las distintas obras de arte que se pueden encontrar en las calles con su nombre.
ECOSISTEMA ISO. Fundado por Pilar Balsalobre, Carlos Jiménez, Raquel Bañón, Marko Zednik y María Tolmos, la misión de Ecosistema ISO es proteger, revitalizar y proyectar la actividad artística y cultural del área como un agente vinculante para una comunidad más participativa, resiliente y sostenible. La visión del proyecto es convertir el barrio de San Isidro y el epicentro cultural del Polígono ISO en un motor y laboratorio de transformación urbana sostenible. El propósito es cambiar el entorno urbano deprimido a uno sostenible en lo social, económico y ecológico.
La propuesta de Carabanchel Distrito Creativo y el proyecto Ecosistema ISO hunde sus raíces en la denominada economía naranja: la creatividad como herramienta para el cambio. ¿Cuáles son sus pilares?
En la actualidad, el Polígono ISO acoge un destacado tejido de actividades creativas, formativas y culturales que se están desarrollando e interconectando de una forma natural. El resultado se traduce en una progresiva transformación del antiguo Polígono ISO totalmente en decadencia, a un verdadero ecosistema cultural, enmarcado dentro de la economía naranja.
La cultura encarna uno de los mayores catalizadores sociales y funciona como un dinamizador social y económico de primer orden en una gran ciudad como Madrid. Resulta también un importante motor educativo y concienciador en aspectos fundamentales como la participación ciudadana, la movilidad y el medio ambiente, además de un poderoso generador de nuevos nichos de desarrollo económico, ricos en la creación de empleo para jóvenes.
Uno de los objetivos principales de la asociación cultural Ecosistema ISO es la vinculación del arte, la cultura y la innovación del Polígono ISO con el vecindario a través del diseño de proyectos transversales de transformación urbana sostenible.
Cultura, arte e innovación se alían para la transformación urbana sostenible. ¿De qué manera nos pueden reconectar con la naturaleza? ¿Cómo se pasa de un entorno deprimido y desfavorecido a un ecosistema sostenible?
El arte y la cultura pueden funcionar como verdaderos portales para reconectarnos con la naturaleza, con lo que realmente somos, con nuestra esencia. Hace ya miles de años, en profundas cavernas, el arte rupestre era capaz de transformar la mirada y el pensamiento del observador.
Podemos entender la ciudad como un hábitat artificial, construido al margen de la naturaleza, donde habitan realidades aisladas en constante competencia, o entenderla como un complejo ecosistema natural en donde todas las realidades están interconectadas y se retroalimentan las unas a las otras a través de complejas redes de cooperación. Transformar un barrio deprimido implica generar de nuevo en su vecindario ese sentimiento de barrio, de interconexión, de protección y de pertenencia.
Estamos convencidos de que el mejor cóctel para crear un proyecto transformador que genere este tipo de vinculación y participación vecinal viene de la mano del arte, la cultura y de la naturaleza. La educación ecológica de la ciudadanía, y su inclusión en el proceso de transformación sostenible de sus barrios, impulsa la participación ciudadana en decisiones urbanísticas, políticas sociales y económicas que armonizan el desarrollo con la preservación cultural y ecológica, siendo el tejido creativo y cultural el principal catalizador social y agente del cambio.
“Uno de los objetivos es generar redes, impulsar la participación de todos los que habitamos en el barrio en un proyecto común, desde escolares, profesores, padres, vecinos, profesionales, artistas…”
El proyecto Ecosistema ISO surge de la necesidad de proteger el espacio que ocupó desde la década de los 50 el Polígono ISO. ¿Cómo hacer frente a este desafío?
El nombre de Polígono ISO procede de la fábrica donde se producía el motocarro Isocarro, allá por los años 50, en una infraestructura en torno a 12.000 metros cuadrados alrededor de la cual se sumaban otras naves dedicadas a la confección, la impresión y las artes gráfi cas.
Las características arquitectónicas de estos espacios industriales propiciaron un cambio de uso de dichos espacios, muchos de ellos en desuso, por actividades económicas relacionadas con la cultura, el arte, la artesanía, el diseño y la innovación, surgiendo de forma orgánica un rico y diverso tejido creativo en los edificios industriales que aún quedan en pie.
Desde el año 2019 hemos mantenido reuniones periódicas prácticamente con todos los grupos políticos y con las diferentes concejalías del Ayuntamiento de Madrid, por un lado, para impulsar el polo artístico y creativo como un laboratorio de transformación urbana sostenible y, por otro, para buscar distintas vías para la protección de la arquitectura industrial existente frente a la especulación inmobiliaria, ya que, si desaparece el contenedor, desaparecerá el polo creativo.
PÁJAROS DE CALLE Pájaros de Calle es un proyecto de vinculación entre el polo de creación artística y la comunidad vecinal del Polígono ISO de Carabanchel que reconecta a los escolares con su medio natural de pertenencia. Una iniciativa que ha potenciado la vinculación vecinal entre escolares, vecinos, asociaciones y comunidad artística, y donde la identidad del barrio se entrelaza con la expresión artística.
La mayoría de los representantes políticos han mostrado mucho interés en el polo de creación artística del Polígono ISO, aunque la realidad a día de hoy es que toda esa cantidad de reuniones y visitas de representantes políticos no se ha materializado en ninguna fi gura de protección, desapareciendo en estos dos últimos años cerca del 25 % de los edificios industriales para la construcción de viviendas de alquiler o megasupermercados.
En realidad, muchos de los artistas que se han instalado en el barrio proceden del centro de la ciudad. ¿No teme que su presencia provoque una reacción contraria a la especulación que pretenden evitar?
Es cierto que el polo de creación cultural asentado en Polígono ISO de Carabanchel ha sido objeto de numerosos artículos y noticias en los diferentes medios de comunicación en los últimos años, ya que fenómenos como este llaman mucho la atención de los medios informativos.
Pero la realidad es que la existencia de estas naves industriales en un barrio cercano a Madrid Río y muy bien comunicado genera un proceso de explosión y voracidad inmobiliaria que busca convertir el suelo industrial, en parcelas de uso residencial.
Desde la asociación Ecosistema ISO apuntan que el 95% de estos espacios dedicados a la creación son alquilados, un hecho que, sumado a la presión inmobiliaria para construir nuevas viviendas, hace que la mayoría de estos espacios de creación pendan de un hilo.
La presión inmobiliaria también afecta al desarrollo económico del barrio. Los escasos locales a nivel de calle que existen en el Polígono están siendo transformados en viviendas, imposibilitando la futura creación de nuevos negocios para aumentar el arco de servicios ofertados a los vecinos del Polígono.
El germen de todo fue ArtBanchel, un festival de arte autogestionado. ¿Cómo se inició este corredor cultural abierto al público?
El festival de arte y cultura ArtBanchel surgió en el año 2017 como una iniciativa autofinanciada de varios estudios de artistas ubicados en el Polígono ISO, cuyo objetivo principal fue impulsar una plataforma para facilitar el encuentro y la creación de sinergias entre los numerosos estudios que habían aparecido en la zona en los últimos años y que apenas se conocían entre ellos.
En su primera edición, ArtBanchel arrancó con 24 estudios participantes. En el año 2019, su tercera edición contó con 40 estudios, más de 150 artistas y en torno a 80 actividades programadas en un fin de semana, lo que transformó el barrio en un enorme escaparate cultural.
Fue en esta última edición de ArtBanchel cuando se empezó a vislumbrar la idea de empezar a dar forma a Ecosistema ISO, un proyecto de transformación urbana sostenible, ya que se contaba con todos los elementos necesarios para poder llevarlo a cabo.
Sin tratar de buscar un impacto mediático, el festival ArtBanchel atrajo por sí solo el interés de los medios de comunicación, generando mucho contenido informativo a nivel nacional. Este hecho a su vez supuso la atracción de numerosos representantes políticos de distintas formaciones, que sentían curiosidad por lo que estaba ocurriendo en ese barrio popular de Carabanchel.
¿Hasta qué punto las administraciones públicas deben implicarse en la protección, rehabilitación y desarrollo de estos nuevos polos culturales? ¿Cómo implementar la inter locución para que las buenas intenciones acaben formando parte del presupuesto?
La aparición de forma orgánica y natural de un polo artístico y cultural como es el Polígono ISO, en un barrio popular muy vulnerable de la ciudad de Madrid, supone una gran oportunidad para encontrar nuevas vías de transformación sostenible y diferenciación urbana, en un modelo de ciudad cada vez más estandarizado y globalizado.
En principio, las administraciones públicas deberían ser conscientes de la importancia de fenómenos como este y de la repercusión positiva que se podría derivar de su implicación y apoyo a proyectos de innovación urbana de este tipo.
Las inversiones económicas que realizan las administraciones públicas en estos polos culturales se enfocan en objetivos muy claros y definidos a corto plazo. Son mucho más reticentes a la inversión cuando se trata de proyectos de innovación a medio o largo plazo, donde es necesaria la experimentación y el posible fracaso de algunos proyectos. Es preciso que los pequeños proyectos que se están llevando a cabo acaben siendo casos de éxito para evidenciar el retorno de este tipo de inversiones.
PROFESIONALES Y ARTISTAS DEL BARRIO
Para los talleres se han sumado numerosos profesionales y artistas del distrito de Carabanchel. Javier Rico y María Luisa Pinedo, educadores ambientales y fundadores de Aver Aves, un proyecto de sensibilización ambiental que ofrece salidas de observación de aves urbanas al Parque de San Isidro y Madrid Río.
En artes vivas se contó con la participación de Raúl Marcos, creador escénico que abrió el mundo del movimiento corporal y la danza a los más pequeños y Jenaro Pérez-Villamil, profesor de teatro en la Sala Metáforas y director de la compañía inclusiva Teatro de Urano, que ofrece a los escolares un espacio para explorar su imaginación en la creación de personajes e historias.
Para la vertiente de la expresión plástica, contamos con Carol Solar, artista visual del barrio que llevó a los escolares a plasmar las aves en murales de gran formato en fachadas usando diversas técnicas como la pintura o el collage. Y, por último, el colectivo 101 Proyectos formado por los diseñadores industriales Alejandro Villora, Petr Galkin, Sara Mateu y Andrés Boraita, que llevan a los escolares a crear piezas escultóricas colectivas en calles y plazas.
EL EQUIPO
Pilar Balsalobre de la Hera, diplomada en 1991 en Publicidad y RRPP (UCM), inicia su recorrido profesional como ilustradora naturalista y dibujante de publicidad. Tras 18 años como dibujante, supervisora y realizadora en estudios de animación en Francia, Canadá, Grecia y la India, participa en producciones de Walt Disney y en largometrajes y series televisivas. A su vuelta a España en 2007, funda el estudio photoAlquimia junto con Carlos Jiménez Pérez, llevando a cabo la dirección artística de los proyectos realizados hasta la actualidad.
Carlos Jiménez Pérez, licenciado en 1992 en Ciencias Biológicas –Zoología– (UCM), inicia su recorrido profesional como fotógrafo de naturaleza freelance y asesor científico y guionista en documentales. A continuación, se especializa en el diseño de exposiciones, centros de interpretación de la naturaleza y etnografía rural, participando en más de 30 proyectos a escala nacional. En 2007, funda el estudio photoAlquimia junto con Pilar Balsalobre de la Hera, llevando la dirección de proyectos.
Marko Zednik (Zagreb, 1977) es un emprendedor, gestor cultural y artista afincado en Madrid desde hace casi tres décadas. En 2016 funda Casa Banchel, una casa-contenedor ubicada en el distrito de Carabanchel en una antigua fábrica, donde se mezclan dinámicas domésticas y cotidianas con procesos artísticos, expositivos y festivos.
María Tolmos (Madrid 1980). Profesional de gestión cultural y marketing digital con más de 15 años de experiencia diseñando proyectos creativos y culturales. Ha trabajado en áreas de diseño de estrategia, creando, planificando y poniendo en marcha proyectos y acciones.
Raquel Bañón (Madrid 1979). Diplomada en Periodismo y Gestión Cultural con más de 20 años de experiencia trabajando en Madrid, Ámsterdam, Chicago y Ciudad de México en publicidad, RRPP, design thinking y producción audiovisual. En Ciudad de México colaboró con centros culturales y comunitarios, museos, productoras, fundaciones artísticas y festivales internacionales de música. Es también fotógrafa, dramaturga, productora teatral y fundadora de “Domingos de Rehab”, plataforma de teatro social en México. Reside en Madrid donde coordina el proyecto de documentación e investigación antropológica del centro de creación Casa Banchel así como el proyecto “Pájaros de Calle” de Ecosistema ISO del cual es también cofundadora.
ARTE TRANSFORMADOR. En la metodología de Ecosistema ISO destaca la importancia de las prácticas artísticas vinculadas socialmente. Estas prácticas se desarrollan en el entorno público e involucran activamente a la comunidad. Así, el artista se enfoca en fomentar la comunicación de las comunidades. Una nueva forma de arte en la que el autor, el actor y el espectador son un mismo sujeto colectivo, transformando la concepción de la obra de arte de mercancía a su capacidad para crear redes y vínculos afectivos.
Además de las administraciones, ¿qué otros agentes políticos, económicos, sociales y culturales deben comprometerse con esta transformación?
Repensar la ciudad donde queremos vivir, transformar nuestros barrios actuales en lugares bellos, sostenibles en el tiempo y resilientes, requiere de la participación activa de un gran número de actores con diversidad de enfoques, trabajando de forma transversal y con un mismo objetivo.
Las ideas innovadoras para poder convertirse finalmente en proyectos de transformación para su implementación y testeado requieren de la implicación y colaboración multinivel, por un lado, de las administraciones públicas, de la empresa privada y ONG, y por otro, de la del sector academia y, también, del sector ciudadano.
¿Cómo impulsar ese cambio de conciencia hacia la sostenibilidad cuando los núcleos urbanos se ven amenazados por fenómenos como la gentrificación y la turistificación?
La única vía que parece dibujarse en el horizonte para llegar a un modelo de desarrollo sostenible con la naturaleza es a través de un cambio de paradigma que consista en tomar consciencia de lo que es realmente importante y lo que no. Una sociedad cuya única brújula es la rentabilidad económica y el acopio patológico de bienes y recursos nunca podrá ser sostenible. Las diferencias se harán cada día más grandes hasta que el modelo colapse.
El fenómeno de la gentrificación y la turistificación en las grandes ciudades responde a este modelo patológico. La estructura cultural, social y económica creada a lo largo de cientos de años se destruye para crear parques temáticos rentables económicamente por unos años, hasta que finalmente terminan colapsando porque carecen de corazón, son pura tramoya.
La ciudadanía debe plantearse imaginar la ciudad en la que desea vivir. Una ciudad o barrio sostenible tiene que estructurarse como un ecosistema natural, impulsando y manteniendo una rica interrelación de aspectos de tipo ecológico, cultural, social y económico.
¿Qué diferencia este modelo de desarrollo urbano del que inspira Madrid Nuevo Norte, por citar solo el ejemplo más significativo?
Para empezar, existe una gran diferencia en la escala y ubicación del modelo de desarrollo. Madrid Nuevo Norte es un proyecto de innovación urbana sostenible de gran envergadura, de nueva construcción y ubicado en el norte de la capital. Ecosistema ISO plantea un modelo a escala muy pequeña, la de barrio, pero inspirado en el mismo principio: cómo debemos repensar nuestros barrios para que puedan ser mucho más sostenibles y resilientes.
Por otro lado, el Polígono ISO se ubica en un pequeño barrio popular del sur de la capital con una larga historia, siendo en la actualidad el noveno barrio más vulnerable de los 131 barrios de la ciudad de Madrid, posicionándose como una zona estratégica para el desarrollo de nuevos modelos de innovación urbana, un laboratorio para testar proyectos piloto de transformación urbana sostenible y poder exportar los proyectos mejor evaluados a otros barrios de Madrid o incluso a otras ciudades europeas.
¿Qué otras amenazas se ciernen sobre el barrio?
Amenazas adicionales pueden incluir la falta de regulaciones para proteger el carácter local frente a desarrollos masivos, la presión inmobiliaria continua y la pérdida de espacios comunitarios. Hubiera sido esencial abordar estas amenazas con medidas preventivas y estrategias de conservación. Sin embargo, a día de hoy asistimos a la extinción de la arquitectura industrial que durante décadas ha dado cobijo a todo un tejido creativo y artístico.
Excusándose en detener la degradación, los procesos de gentrificación y turistificación, en su afán de exclusividad, acaban impulsando dinámicas excluyentes, incapaces de integrar a la población, a la que sustituyen o simplemente expulsan. ¿Por qué es importante que la comunidad se involucre activamente en las actividades? ¿Autor, actor y espectador forman parte del mismo sujeto colectivo?
La participación activa de la comunidad asegura que las decisiones sean inclusivas y respeten la diversidad local. La comunidad como autor, actor y espectador promueve un sentido de pertenencia, empoderamiento y preservación de la identidad cultural.
En los últimos veinte años ha surgido un género artístico conocido como participativo, comunitario o activista, que destaca por su compromiso social y la búsqueda de llamar la atención pública hacia problemáticas sociales. Estas prácticas se llevan a cabo principalmente en entornos públicos e involucran activamente a las comunidades a las que están dirigidas.
Esta nueva forma de creación artística ha generado cambios notables, como la redefinición del papel del artista, quien ahora se enfoca en fomentar la comunicación y el compromiso activo de las comunidades. También se ha originado un nuevo tipo de arte en el que el autor, el actor y el espectador se convierten en un sujeto colectivo. Además, ha transformado la concepción tradicional de la obra de arte, que ya no se ve como una mercancía objetual, sino como una entidad capaz de establecer redes de trabajo y vínculos afectivos.
En este contexto, el “artista” actúa como un canalizador de fuerzas y un organizador-cooperador de actores sociales diversos, facilitando la creación de nuevas redes de colaboración. La conexión con lugares específicos es una característica distintiva de estas propuestas artísticas, ya que el contexto en el que operan define el significado de la acción, revitalizando espacios públicos como plazas, barrios y ciudades como lugares para la apropiación ciudadana y la generación de comunidad.
Esta práctica artística se percibe como una forma de comunicación dirigida a los ciudadanos, rompiendo con los marcos académicos y museísticos. Se trata de intervenciones en el espacio público que implican activamente al tejido social en el desarrollo del proyecto, representando una fusión cultural entre arte, activismo social y organización comunitaria. En resumen, estos proyectos colaborativos no sólo socializan la práctica artística, sino que también crean espacios para el empoderamiento ciudadano y el ejercicio de la ciudadanía.
Las actividades desarrolladas hasta hoy han avanzado en la construcción de una comunidad más participativa, resiliente y sostenible. ¿Qué balance se puede hacer de estas actuaciones?
A día de hoy y con dos primeros proyectos realizados, el balance es positivo, ya que refleja el inicio del involucramiento de la comunidad artística en actividades que fomenten la participación de los vecinos.
Estamos comenzando a tejer redes entre actores que antes no estaban vinculados y nuestra apuesta es la de seguir nutriendo y cultivando este ecosistema. El barrio está entrando ya en una nueva realidad con la gran mayoría del suelo industrial desaparecido y es por esto que es necesario ajustar estrategias garantizando un desarrollo armonioso y sostenible.
Es importante mencionar que el programa piloto de Pájaros de Calle ha sido un éxito tanto en el apartado pedagógico como en la vinculación vecinal. Estamos sin duda ante una metodología de trabajo que pretendemos continuar escalando a más colegios del barrio e involucrando a más artistas y colectivos.
El programa de talleres ha sido estructurado de forma transversal, fusionando diversas disciplinas a través de las cuales los escolares han descubierto el mundo de las aves, tales como ciencia, arte y tecnología para generar así una cascada de estímulos de tipo sensorial, emocional, intelectual y físico. Este tipo de experiencias holísticas, fijan contenidos a nivel emocional y tienden a modificar la forma de relacionarnos con el medio ambiente que nos rodea. En lugar de sentir que nada tenemos que ver con el entorno, empezamos a sentirnos parte de él y cambia la manera de relacionarnos con la naturaleza.
Fruto de la colaboración entre escolares y artistas del barrio se ha presentado el proyecto Pájaros de Calle, diseñado por Ecosistema ISO. ¿En qué consiste?
Pájaros de Calle es un proyecto piloto en educación medioambiental y participación ciudadana. En educación investigamos y evaluamos nuevas narrativas pedagógicas con escolares para mejorar la sensibilización medioambiental.
Gracias a la cascada de estímulos que se genera a partir de la implementación de distintos talleres y disciplinas (observación ornitológica, teatro, danza, plástica y diseño industrial) se busca un mejor aprendizaje e integración de contenidos.
En este proyecto hemos centrado la atención en las aves que dan nombre a las calles en nuestro barrio (Tordo, Oca, Cuclillo, Tórtola, Ánade y Zorzal). Así, no sólo estimulamos el cuidado y la conciencia ecológica de los vecinos, sino que además detonamos procesos de vinculación, ya que los escolares y artistas se convierten en agentes activos que transforman el espacio público en un lienzo colectivo. Esto no solo embellece nuestras calles y plazas, sino que también fomenta la colaboración intergeneracional y la apreciación del arte local.
Se trata de sentir que todos formamos parte de nuestro entorno natural. ¿Cómo se consigue que se perciba como una experiencia transversal y holística?
Conocer un ave en un libro de texto no tiene la profundidad ni genera el mismo vínculo emocional que si la has visto volar o escuchado en tus parques, si luego la has incorporado en ti a través del movimiento con tu cuerpo, te has movido como ella, te has relacionado con tus compañeros como si fueras un ave, si te has convertido en protagonista de una historia de pájaros y la has interpretado en clase, si la has dibujado y has hecho volar tu imaginación al darle color y textura o si la has podido llevar a las tres dimensiones construyendo una escultura de madera con tus manos.
En este tipo de experiencias holísticas, los contenidos inciden en la totalidad de los planos constitutivos del ser humano: intelectual, emocional, físico y espiritual, tendiendo a modificar la forma de relacionarnos con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con el medio ambiente que nos rodea.
En lugar de sentir que nada tenemos que ver con el entorno que nos rodea o con las aves que lo habitan, empezamos a sentirnos parte de él y esta es quizá la llave maestra para reconectarnos con la naturaleza.
Han desarrollado una metodología de activación urbana para consolidar una red cultural de convivencia y cuidados. ¿Cómo se aborda la comunicación, información e interconexión de propuestas, su actualización y evolución y la evaluación de resultados?
Desde Ecosistema ISO creemos en las prácticas artísticas vinculadas socialmente donde el artista se enfoca en fomentar la comunicación. Para que esto tenga lugar, creemos que el propio espacio público se convierte en un soporte comunicativo.
Nuestras fachadas, nuestras calles y nuestras plazas componen un paisaje urbano donde nos comunicamos, nos informamos y conectamos. En específico en este proyecto estamos tomando la temperatura del barrio y recogiendo comentarios a través de QRcodes en las propias obras, así como a través de nuestras redes sociales y contactos directos con los vecinos.
La actualización constante de propuestas y la evaluación de resultados implican una retroalimentación continua con la comunidad. Actualmente estamos ya trabajando en el escalado de este programa para el próximo curso escolar 2024-2025 en base a la evaluación que hemos realizado con todas las partes involucradas (escolares, docentes, padres, AFA, ayuntamiento, talleristas y vecinos).
La educación es un factor fundamental para empoderar a la comunidad. ¿Se precisan nuevas narrativas y herramientas en materia de educación ambiental?
Aunque la educación ambiental tiene ya una larga trayectoria en nuestro país, quizá no ha evolucionado con la rapidez con la que ha avanzado la degradación ambiental hasta desembocar en una profunda crisis ambiental en la que nos encontramos en la actualidad.
Dada la necesidad de acelerar la transformación de nuestra actual forma de vida hacia un modelo sostenible, se evidencia la necesidad de crear nuevas narrativas y desarrollar poderosas herramientas que permitan comprender la situación y acelerar la transición.
Uno de los objetivos de Ecosistema ISO es diseñar nuevas narrativas y herramientas en materia de educación ambiental que se nutren de lo que el propio barrio y su comunidad artística ofrece: creatividad e innovación.
Los criterios ESG que las organizaciones deben cumplir contemplan el desarrollo de las comunidades locales. ¿Las acciones que desarrollan podrían acelerar la Agenda 2030 y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Ciudades y comunidades sostenibles es el número 11 de los 17 objetivos globales de la Agenda 2030. Las acciones centradas en el diseño de nuevas narrativas y herramientas a través del arte y la cultura para el desarrollo local y sostenible contribuyen directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al abordar e interconectar aspectos sociales, culturales y medioambientales, estas iniciativas pueden acelerar el progreso hacia un futuro más sostenible y equitativo.