Rosmel Rodríguez /embajador del Pacto Climático Europeo
La humanidad conoce sus responsabilidades y derechos individuales y colectivos, pero existen ciertos desconocimientos sobre los efectos del cambio climático sobre los derechos humanos. Hoy el debate sobre la crisis climática es casi un lugar común en cualquier esfera de la vida social. Bien sea un asunto de alta política –“high policy” –discutido en una cumbre entre la Unión Europea y los países asiáticos, en una sesión de aula de un curso universitario cualquiera o en cualquier región africana.
El debate climático constituye tanto una de las principales agendas del portafolio de Naciones Unidas, como los pequeños programas de política gubernamental en cualquier lugar. Desde las modernas y progresistas sociedades escandinavas, hasta los apartados rincones del Nepal tradicional, el debate climático llegó para modificar patrones de vida, movilizar las colectividades a la acción y promover una nueva concepción del desarrollo.
En la otra acera del acalorado debate sobre el cambio climático nos encontramos con el respeto a los derechos humanos, que ha empezado a verse amenazada. La progresiva destrucción de áreas protegidas de flora y fauna, el irrespeto a los limites biofísicos del planeta y, sobre todo, las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad humana, tienen una profunda incidencia negativa en los derechos humanos.
La crisis climática amenaza los derechos humanos
El cambio climático tiene un impacto innegable en los derechos humanos que se agravará en los próximos años, lo han señalado estudios dirigidos desde Naciones Unidas. Desde 2008, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha adoptado una serie de resoluciones sobre derechos humanos y cambio climático.
La crisis climática afecta los derechos humanos no solo por sus devastadoras consecuencias, sino también porque pone en riesgo la armonía planetaria. Los gobiernos deben generar políticas nacionales y de cooperación multilateral para contrarrestar y disminuir los efectos del calentamiento global en las comunidades más vulnerables.
Cuanto más esperen los gobiernos para tomar medidas eficaces, más costoso y difícil será abordar el problema y mayor el riesgo de que se refuercen las desigualdades en lugar de reducirlas. Se necesita mayor cooperación entre los Estados y empresas privadas y es imprescindible concientizar e involucrar a la sociedad civil para que se sume a la acción climática.
Cambio climático los derechos humanos
La crisis climática incide en los derechos humanos por su impacto directo en los medios de vida. Todo las personas tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad e integridad personal. Pero el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, inundaciones e incendios forestales, constituyen un riesgo mortal para los humanos. La Organización Mundial de la Salud calcula que el cambio climático causará 250.000 muertes anuales entre 2030 y 2050 por la malaria, la desnutrición, la diarrea y el estrés térmico.
Toda persona tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. El IPCC alerta que el cambio climático aumenta el riesgo de lesiones, enfermedades y muertes por olas de calor e incendios forestales; el aumento del riesgo de desnutrición por la escasez de alimentos en las regiones pobres y el aumento de casos de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua.
Cada persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, incluida una vivienda adecuada. Sin embargo, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones y los incendios forestales, destruye hogares y desplazan comunidades.
El acceso al agua y al saneamiento para su uso personal y doméstico y para saneamiento son derechos esenciales. Sin embargo, factores el derretimiento de los glaciares, la reducción de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas y la subida del nivel del mar y la contaminación del agua dulce muestran en qué el cambio climático afecta los recursos hídricos. Hay más de mil millones de personas sin acceso al agua potable y el cambio climático empeorará la situación.
La responsabilidad compartida del sector público y del privado
Los Estados tienen la obligación de contener del cambio climático y sus efectos adversos mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible. Así, el Fondo Verde para el Clima da apoyo financiero para implementar estrategias para la mitigación y adaptación a los efectos negativos del cambio climático, sin vulnerar directa o indirectamente los derechos humanos.
Las empresas privadas humanos deben evaluar los posibles impactos de sus actividades en los derechos humanos y tomar medidas para evitar los efectos adversos. Obligatoriamente, el sector privado de la economía, deben detener o minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Unas 100 empresas de combustibles fósiles son responsables del 71% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero desde 1988.
Para lograr una mejor armonización entre derechos humanos y cambio climático, debemos exigirles a los gobiernos del mundo el cumplimiento de los acuerdos logrados en París en 2015 y evitar las temperaturas suban más 1,5 °C.
Que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero a cero a más tardar en 2050. Los países con mayor industrialización deben cumplir este objetivo rápidamente. Para 2030, las emisiones mundiales deben reducirse a la mitad respecto a su nivel de 2010;
La democratización del conocimiento sobre el cambio climático debe ser de manera sencilla y didáctica, con la finalidad de promover en la sociedad la concienciación sobre este problema que afecta a todos los seres vivos.