A pesar del positivo proceso de desescalada que se adelanta en Europa, la pandemia del SARS-CoV-2 avanza con fuerza en muchos países del mundo, especialmente en el continente americano. La COVID-19 ya suma 7.016.000 contagiados y más de 402.000 fallecidos.
De acuerdo a las estadísticas que maneja la Universidad Johns Hopkins, los Estados Unidos se encamina hacia los 2.000.000 de contagiados, al registrar este martes 1.962.987, con casi 112.000 muertos.
El mismo director de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha afirmado que aunque la situación está mejorando en Europa, a nivel mundial está empeorando.
Y no solo es por Estados Unidos sino principalmente por lo que ocurre en Sudamérica con Brasil, actualmente epicentro de la pandemia con 707.412 infectados y unos 37.000 fallecidos, donde el presidente Jair Bolsonaro poco ha hecho para evitar que el virus se propague. Minimiza el impacto de la enfermedad y exhorta continuamente a las autoridades regionales a levantar las medidas de confinamiento.
Brasil, México y Perú
Aunque la OMS ha solicitado que se amplíe el conteo de los fallecidos, donde no solo se incluya los casos confirmados a través de una prueba diagnóstica sino también a los sospechosos de fallecer por coronavirus, Brasil ha hecho caso omiso y su prioridad son las muertes diagnosticadas.
Hasta ahora, críticos de Bolsonaro han señalado que no hay transparencias en cuanto al manejo de las cifras, lo que ha llevado a instituciones como el Congreso a anunciar que establecerán centros de cómputos alternativos.
México es el otro país del continente que refleja cifras altas, con unos 14.000 fallecidos y un número de contagiados cercano a 118.000. Al igual que el mandatario brasileño, el presidente Andrés Manuel López Obrador le resta importancia a la COVID-19 y en días recientes anunció que no se someterá a un test diagnóstico pese a que un funcionario de su entorno dio positivo.
El tercer país más golpeado en la región es Perú, con cifras de infectados que superan abiertamente a las de México e incluso a la de países como Francia e Irán. Los 199.696 enfermos sitúan al país suramericano como octavo en el mundo, solo superado por EE UU, Brasil, Rusia, Reino Unido, India, España e Italia. El número de fallecidos se ubica en 5.465 y a pesar de la cuarentena impuesta hace casi tres meses está al borde del colapso por la falta de oxígeno.
Nueva York reabre su economía
Desde este lunes 8 de junio, el epicentro de la pandemia en EE UU, Nueva York, comenzó a reabrir su golpeada economía, después de un confinamiento no estricto de unos tres meses y de una COVID-19 que acabó con la vida de 21.000 personas.
La cosmopolita ciudad en los últimos días ha estado envuelta en fuertes protestas y saqueo por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía Blanco.
El hecho, ocurrido el 25 de mayo en Minneapolis (Minnesota), ha propiciado manifestaciones por todo Estados Unidos, desde NY a Los Ángeles, desde Miami a Seattle, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a considerar un posible aumento de los casos de coronavirus en los próximos días. Este lunes el registro de fallecidos fue de 450, el más bajo de los últimos dos meses.
«Este es un momento triunfal para los neoyorquinos que lucharon contra esta enfermedad», dijo el alcalde Bill de Blasio, que levantó a las 05h00 el toque de queda de una semana impuesto por el saqueo de comercios durante las protestas.
En Queens, uno de sus cinco distritos junto a Manhattan, Staten Island, Bronx y Brooklyn, el metro en la hora pico estaba el lunes más lleno que de costumbre en comparación con las semanas recientes.
«Hice las compras en línea, y vine a buscar mi pedido. Hoy Manhattan está más movido. Estoy muy feliz», dijo a la AFP el hombre de 61 años identificado como K.B. Barton, mientras abandonaba con varias bolsas una tienda.
En la fase dos está prevista la reapertura de restaurantes. En 15 días podrían hacerlo comercios como las peluquerías.
Comienzan a rodar los dados en Las Vegas
Al igual que NY, otra importante zona de EE UU que ha abierto en una “nueva normalidad” es Las Vegas, pero no lo ha hecho con la espectacularidad de sus shows sino con mascarillas obligatorias para todos los trabajadores, distanciamiento social hasta en las mesas de juego, pantallas protectoras entre jugadores y crupiers, y con un aforo reducido.
Pese a que todavía no hay fecha para convenciones o conciertos, tampoco para que abran las puertas de los spas, sí han recibido luz verde los más importantes casinos como el New York-New York, The Cosmopolitan of Las Vegas, el Bellagio, Caesars Palace, Flamingo Las Vegas, Venetian y Wynn Las Vegas, todos ubicados en la famosa Las Vegas Boulevard South.
Rich Broome, portavoz de Caesars Entertainment, dijo que “podrás jugar tus juegos favoritos en los casinos, pero la escena será diferente. La seguridad es nuestra prioridad número 1, y haremos todo lo que haga falta para que siga siendo así«. Con una capacidad para seis personas, el blackjack ahora solo permitirá tres, mientras la mesa de dados tendrá un máximo de 7, no de 14 jugadores que es lo usual.
Los negocios deben seguir las normas impuestas por el Distrito de Salud del Sur de Nevada, Centro para el Control de Enfermedades, la OMS y la junta local de control de juegos.
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