Los niños y adolescentes tienen menos probabilidades que los adultos de desarrollar una COVID-19 grave o morir a causa de la enfermedad. Un estudio en el Reino Unido analizó datos de 651 niños y jóvenes (menores de 19 años de edad) con la enfermedad ingresados en hospitales de Inglaterra, Gales y Escocia, entre el 17 de enero y el 3 de julio de 2020.
Los investigadores encontraron que, junto con las características reconocidas de la COVID-19, los niños también suelen sufrir otros síntomas. Dolor de garganta, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y erupción cutánea. También descubrieron que la obesidad, la etnia negra y tener menos de un mes de edad son factores que aumentan el riesgo.
Los hallazgos, publicados en el British Medical Journal, brindan una imagen detallada de las características clínicas, los factores de riesgo y los resultados de la COVID-19 en los niños. La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Investigaciones en Salud (NIHR).
Menor tasa de mortalidad
El número de niños y jóvenes que murieron por la COVID-19 fue relativamente bajo. Hubo 6 en total. Representa el 1%, en comparación con el 27% en todas las edades (0-106 años) durante el mismo período. Tres niños que murieron eran bebés recién nacidos que vinieron al mundo con otros serios problemas de salud. Los otros tres niños tenían entre 15 y 18 años y también tenían comorbolidades graves.
Aproximadamente el 18% de los niños y jóvenes hospitalizados ingresaron en cuidados intensivos. Los expertos dicen que los niños con mayor riesgo de necesitar cuidados intensivos son los menores de un mes y los de 10 a 14 años. Al igual que en los adultos, se encontró que la obesidad y la etnia negra son factores que aumentan el riesgo de sufrir estadios graves de la enfermedad.
Síndrome inflamatorio
El estudio también identificó a 52 pacientes que tenían síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C). Los investigadores encontraron que estos niños tenían cinco veces más probabilidades de ser ingresados en cuidados intensivos.
Los síntomas que generalmente se observan en las personas con este síndrome incluyen conjuntivitis, sarpullido o problemas gastrointestinales como dolor abdominal, vómitos y diarrea. La investigación encontró nuevos síntomas de COVID-19 en niños con MIS-C. Incluyen dolores de cabeza, cansancio, dolores musculares y dolor de garganta.
El estudio también detectó que la cantidad de plaquetas, un componente de la sangre involucrado en la coagulación, era mucho menor en la sangre de los niños con MIS-C que en aquellos sin la afección. La combinación de síntomas y plaquetas bajas puede ser importante para identificar a los niños con el síndrome que pueden sentirse peor.
Los investigadores están pidiendo que la Organización Mundial de la Salud actualice su definición del MIS-C para ayudar a los médicos a identificar a más niños con la afección y mejorar su tratamiento.
El estudio fue dirigido por el Consorcio de Caracterización Clínica de Coronavirus ISARIC-4C, que sigue a más de 20.000 pacientes hospitalizados con la COVID-19.
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