La COVID-19 está afianzada. Son 24.800.366 los contagiados confirmados en el mundo y cada día que transcurre decenas de miles de personas caen en sus garras. Es el registro más actualizado de la página de la Universidad Johns Hopkins.
Por su parte, la cantidad de fallecidos por la pandemia también sigue aumentando: 838.441 desde que fue descubierto el virus en Wuhan, China. El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME, por sus siglas en inglés) pronostica más de 317.000 muertes en Estados Unidos por el virus para diciembre. Proyecta también que este país podría tener más de 136.000 muertes adicionales entre ahora y diciembre. Por lo que la tasa de mortalidad diaria aumentaría a más de 2.000 por día.
Entre los países de Europa con más casos positivos se encuentran España (439.286), el Reino Unido (334.915), Francia (304.947) e Italia (266.853). Mientras que América representa el mayor número de contagios, en especial Estados Unidos (5.931.511), Brasil (3.804.803) y Perú (629.961).
Nuevos contagiados en Latinoamérica
La COVID-19 está afianzada con los millones de contagios en el mundo. Seis meses han pasado desde que el SARS-CoV-2 fue declarado como la peor pandemia por la Organización Mundial de la Salud. Pero los esfuerzos y confinamientos que han dispuestos los gobiernos de los países contagiados no han sido totalmente eficaces.
Lo que más preocupa a la región es que son más de 12,8 millones de contagios, según contabiliza la Universidad Johns Hopkins. Se habla de posibles nuevos brotes en Panamá (90.624 contagiados, 1.966 fallecidos), Honduras (58.810 contagios, 1.827 muertos) y Guatemala (72.921 positivos, 2.709 decesos).
Y si no fuera suficiente, nuevos casos de reinfección del coronavirus continúan apareciendo. Uno de los más recientes es de un hombre de 25 años de edad en Reno, Nevada, Estados Unidos. La cadena CBS News informó que el joven fue diagnosticado la primera vez el pasado mes de abril y la segunda a finales de mayo. Este nuevo evento se suma a los otros ocurridos en Hong Kong, Holanda y Bélgica.
El coronavirus atenta contra la industria del champán
En lo que va de año el negocio del champán -referente de grandes celebraciones- se ha desplomado un tercio desde la llegada del coronavirus y los cientos de miles de contagiados. Lo que más afecta es el cierre de bares y restaurantes en el mundo.
LVMH, la mayor distribuidora del producto en Francia, asegura que las ventas cayeron un 30% en el primer semestre y se ha trazado una estrategia. Han decidido reducir la producción: solo se vendimiarán 8.000 kilos por hectárea, 2.000 menos que el año pasado. Aunque a muchos cultivadores («vignerons») no les gustó el plan, otros productores de champán la consideran necesaria.
Ante el temor de un segundo confinamiento, calculan que podrían vender menos de 200 millones de botellas, frente a los casi 300 millones del año pasado. Ahora el ambiente es tenso entre los 16.100 productores de uva y las 360 casas de champán. Apenas han podido cultivar el 10% de las uvas y dependen de las compras a los agricultores.
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