No solo se trata de plantar árboles, sino de regenerar completamente los ecosistemas. Proteger la fauna y la flora fomenta la diversidad microbiana, esencial para la salud del planeta y sus habitantes
La restauración de los bosques es una prioridad global. Sin embargo, la solución no es tan simple como plantar árboles. Los bosques son ecosistemas complejos que dependen de una intrincada red de interacciones entre personas, animales y microbios. Desde su aparición hace unos 400 millones de años, los árboles han sobrevivido a eventos catastróficos como la extinción de los dinosaurios y varias eras glaciales. Hoy enfrentan una amenaza sin precedentes: la actividad humana.
La agricultura, la expansión urbana y la explotación de recursos naturales han llevado a la pérdida de 1.500 millones de hectáreas de bosque en los últimos 300 años, lo que equivale al 37% de la cobertura forestal. El resultado es daño a la biodiversidad y desertificación.
La deforestación también se vincula con un mayor riesgo de brotes de enfermedades. La destrucción de hábitats naturales lleva a un contacto más frecuente entre humanos y animales portadores de patógenos potenciales. En el libro Treewilding, el ecólogo microbiano Jake Robinson explora cómo proteger mejor los bosques y restaurar los que se han perdido.
Robinson cuestiona la eficacia de las iniciativas de plantación de árboles que han proliferado desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque cada vez la sociedad es más consciente de los beneficios de los árboles para evitar la erosión del suelo y mitigar el cambio climático, a menudo no consideran la complejidad de los ecosistemas. Por ejemplo, plantar un solo tipo de árbol en grandes extensiones puede generar que una plaga pueda desaparecer un bosque por completo.
Conexiones profundas
Robinson entrevista en el libro a Forrest Fleischman, un experto en políticas ambientales y forestales, quien subraya cómo los pueblos indígenas dependen de los bosques para la agricultura de subsistencia y el pastoreo de animales. Pero las iniciativas de plantación de árboles corren el riesgo de desplazar injustamente a los pueblos indígenas de su hábitat en los países de bajos ingresos.
Fleischman propone que la gente no solo plante árboles, sino que sobre todo los «cultive, que significa saber qué especies son adecuadas para una zona y cómo se relacionan con la vida de la población local y la vida silvestre.
Para resolver las crisis ambientales y no agravarlas, Robinson argumenta que se necesita comprender las profundas conexiones que los árboles y los bosques comparten con las personas, los animales y los microbios.
La restauración de los bosques no es solo una cuestión de plantar árboles, sino de regenerar ecosistemas completos. Esto implica trabajar con las comunidades locales, proteger la fauna y flora nativas y fomentar la diversidad microbiana que es esencial para la salud del suelo y de los árboles.
Asegura que solo a través de un enfoque holístico y bien informado podemos esperar restaurar los bosques de manera efectiva y sostenible. Destaca también la regeneración natural —dejar que un bosque dañado se repare por sí solo— como una de las mejores maneras de restaurar los bosques.
Compara este fenómeno con un fénix: “Así como el pájaro mítico renace de sus propias cenizas, un bosque puede regenerarse de los restos de su propia destrucción”.
Proyectos en marcha
En la publicación detalla una gama de proyectos de restauración forestal, como el Great Green Wall, cuyo objetivo es cultivar un cinturón de árboles de casi 8.000 kilómetros de largo y 15 kilómetros de ancho a través del desierto del Sahara, a lo largo de una ruta que fue boscosa hace 50 años.
Su éxito podría evitar la expansión hacia el sur del desierto al reducir la degradación de la tierra y aumentar la cantidad de tierra cultivable, el rendimiento de los cultivos y la disponibilidad de empleos. También ayudaría a secuestrar millones de toneladas de carbono.
Desde 2007 se han plantado varios millones de árboles. Pero el financiamiento se ha agotado, y el autor advierte que se debe encontrar más dinero para que la Gran Muralla Verde tenga éxito.
Otra iniciativa es Gondwana Link, en Australia Occidental. Con ella se busca reducir la pérdida de vegetación al reconectar pequeños parches de bosques previamente vinculados a lo largo de 1.000 kilómetros. Esto debería ayudar a las especies en riesgo de extinción en parches aislados a perdurar. Podría aumentar las posibilidades de supervivencia de las aves y plantas.
El autor también presenta su propio trabajo en ecoacústica. Utiliza los sonidos de organismos, como aves y murciélagos, para explorar la composición y los cambios en los ecosistemas. La investigación cuenta con la colaboración del especialista en bioacústica Carlos Abrahams.
Están estudiando la biodiversidad del suelo para rastrear la restauración forestal. A medida que los bosques se rejuvenecen, el número de invertebrados ocultos en el suelo aumenta, produciendo un “paisaje sonoro subterráneo — una orquesta oculta de life”.
Otras iniciativas
Existen varios ejemplos exitosos alrededor del mundo que demuestran cómo este enfoque puede restaurar ecosistemas completos. En 2022 se reintrodujeron bisontes en un antiguo bosque de Kent, en Reino Unido, como parte de un proyecto histórico de reintroducción de especies. La intención es restaurar la población de bisontes y revitalizar el ecosistema del bosque, al promover la biodiversidad y mejorar la salud del suelo.
Los castores, conocidos como ingenieros ecológicos, también han sido reintroducidos en varias localidades del Reino Unido, incluidas Dorset y Derbyshire. Estos animales desempeñan un papel crucial en la creación de humedales, que a su vez fomentan la biodiversidad y actúan como sumideros de carbono.
Con los lobos se hizo algo similar en el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos. Estos animales han ayudado a controlar la población de ciervos, lo que ha permitido la regeneración de la vegetación ribereña y ha beneficiado a una amplia gama de especies.
Un proyecto en Langholm, Escocia, significó la mayor compra de tierras comunitarias con el objetivo de restaurar el ecosistema local. Incluía la reintroducción de especies nativas y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Estos ejemplos muestran cómo puede lograrse un impacto positivo significativo con la restauración de ecosistemas.
Paso a paso
- Evaluación del ecosistema: antes de iniciar cualquier proyecto de restauración, es crucial realizar una evaluación detallada del ecosistema existente. Esto incluye estudiar la flora y fauna nativas, la calidad del suelo, la disponibilidad de agua y las interacciones ecológicas presentes.
- Participación de la comunidad local: involucrar a las comunidades locales es fundamental. Las personas que viven cerca de los bosques tienen un conocimiento profundo del entorno y pueden ofrecer valiosas perspectivas sobre las prácticas de restauración. Además, su participación asegura que los proyectos sean sostenibles a largo plazo.
- Selección de especies nativas: en lugar de plantar árboles de manera indiscriminada, debe haber una selección cuidadosa de especies nativas que sean adecuadas para el ecosistema local.
- Fomento de la biodiversidad: la diversidad es clave para la resiliencia de los ecosistemas. Se debe plantar una variedad de especies de árboles y plantas, así como proteger la fauna y flora nativas. Esto ayuda a crear un ecosistema más robusto y resistente a enfermedades y plagas.
- Restauración del suelo: la salud del suelo es esencial para el éxito de cualquier proyecto de restauración. Esto puede implicar la adición de materia orgánica, la promoción de la actividad microbiana y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles que mejoren la estructura y fertilidad del suelo.
- Monitoreo y adaptación: una vez que se ha iniciado el proyecto, es importante monitorear continuamente el progreso y estar dispuesto a adaptar las estrategias según sea necesario.
- Educación y concientización: el proceso también implica educar a la comunidad y crear conciencia sobre la importancia de los bosques y la biodiversidad. Esto puede incluir programas educativos, talleres y campañas de sensibilización.