Por Cambio16
10/07/2018
Más allá de los detalles, los regalos y los tuits en catalán, la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra dejó como resultado principal la reactivación de la Comisión bilateral Estado-Cataluña. Una instancia que no se congregaba desde el de 2011 y que, si funciona, resultará en un incremento de la financiación del Estado a la región y, como dijo el propio Sánchez, un posible levantamiento de vetos de leyes aprobadas en el Parlament.
A todas luces, Sánchez quiere amarrar la legislatura -en sus palabras, devolver el «día a día de los catalanes»-, mostrándose como un actor dispuesto al diálogo y «distinto» a la postura de la anterior legislatura de Mariano Rajoy, aunque hace apenas dos meses estaba apoyando al PP en la aplicación del 155. Por consiguiente, no serán pocas las críticas que por venir tendrá el presidente del Ejecutivo. La primera llegó casi inmediatamente de la voz de Albert Rivera, quien afirmó qué la reactivación de la Comisión bilateral Estado-Cataluña servirá para que «quienes dieron un golpe de Estado ahora tengan menos controles» por parte de ese mismo Estado.
Lo cierto es que lo que se discuta en la Comisión bilateral Estado-Cataluña será capital para el desenvolvimiento del Estado y para el porvenir de la legislatura de Sánchez. Principalmente porque deberá demostrar si puede asumir con fortaleza las confrontaciones y las críticas por venir. Un escenario a todas luces previsible si, como dijo el propio Quim Torra a la salida de la reunión, se llevarán a la mesa «las 45 reclamaciones» que en su momento llevó Carles Puigdemont a Mariano Rajoy. Sobretodo las referentes a la financiación y al traspaso de competencias.
Aquí, tres apuntes clave para abrir el panorama a lo que será la Comisión bilateral Estado-Cataluña, en la era Sánchez.
Los antecedentes de la Comisión bilateral Estado-Cataluña
La Comisión bilateral Estado-Cataluña no se reúne desde hace siete años. El último encuentro tuvo lugar el 19 julio de 2011, cuando José Luis Rodríguez Zapatero y Artur Mas presidían Estado y Generalitat respectivamente. De aquel último encuentro se generaron traspasos de edificios de titularidad pública a la Generalitat. Asimismo, su participación en la gestión del aeropuerto de El Prat.
En 2010, Mariano Rajoy se reunió con el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien reclamó el pacto fiscal. Medida que reclamaba que Cataluña recaudase todos los impuestos que se devengan en esta comunidad y luego diese una parte a las arcas del Estado. Rajoy cerró la puerta a cualquier pacto de esas características. Principalmente debido al escenario de crisis económica que atravesaba España. Por consiguiente la Comisión bilateral Estado-Cataluña se enfrió y lo que se calentó fue el independentismo. Fue la «génesis moderna» del procés secesionista.
No obstante, en medio de ese proceso y con Mas fuera de la Generalitat, Carles Puigdemont presentó a Rajoy en 2016 en La Moncloa una serie de peticiones para reactivar el Comisión bilateral Estado-Cataluña. Fueron un total de 46 reclamaciones, encabezadas con el requerimiento de celebrar un referéndum. La respuesta del Gobierno de Rajoy fue la disposición de hablar de «las 45 reclamaciones, menos el referéndum». No obstante, la mayoría de estos puntos están estancados.
Lo que dijo una, lo que dijo el otro
Son precisamente estas 45 reclamaciones las que se llevaran a la mesa, según lo dicho por Torra. En líneas generales, tales reclamaciones abarcan negociaciones en política fiscal, financiera y de competencias. Destacan una inversión del Estado en infraestructuras en Cataluña equiparable a la participación relativa del Producto Interior Bruto de Cataluña con relación al PIB del Estado para un periodo de siete años. Asimismo, a posibilidad de que Cataluña pueda crear nuevos impuestos sin que estas iniciativas sean recurridas por el Gobierno.
Las perspectivas sobre la Comisión bilateral Estado-Cataluña serán según el color del cristal donde se mira. Así se desprende las declaraciones de Carmen Calvo y de Quim Torra a su salida del encuentro en Moncloa. Aunque pueden coincidir en la apertura de una distensión, hay puntos claves que demuestran que no todo tiene el mismo significado.
Lo que dijo Carmen Calvo
«Torra se ha referido a la autodeterminación, al referéndum y a los presos políticos. Y desde el gobierno se ha reiterado que las posiciones respecto el derecho a la autodeterminación son conocidas por ambas partes, son posiciones inamovible. Y que de lo que hay que hablar es de la autonomía de Cataluña y de los asuntos que están enquistados con recursos en el Tribunal Constitucional.
En relación al derecho de autodeterminación, Sánchez ha asegurado que “la autodeterminación no existe como derecho en ninguna democracia”. Como no existen los presos políticos. Torra ha invitado a Sánchez a reunirse en Barcelona. Para reconstruir “espacios que habían sido destruidos. Para mejorar la vida de los ciudadanos y la posición de Cataluña en el conjunto de España».
«Hay que recuperar las comisiones bilaterales para poder recuperar los derechos recortados por el paso de la derecha por el Gobierno. (…) la Comisión bilateral Estado-Cataluña empezará pronto y será la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, quién presidirá la comisión. Ha sido una reunión larga, institucional pero también llena de cortesía y de fluidez”.
Lo que dijo Quim Torra
«Es la primera vez que se puede hablar de todo, incluido el derecho de autodeterminación y de los presos políticos. Me he encontrado con un presidente interesado por todo que tomaba nota de lo que le decía y que está dispuesto a dialogar los dos temas centrales de la reunión: los políticos exiliados y la autodeterminación”.
«Se habló de la posición del PSOE en la aplicación del 155 y del 1-O. Hemos comentado que no era una posición fácil. Si se acepta la plurinacionalidad de España, se está aceptando el derecho de autodeterminación de esas naciones. Ha aceptado que se hablara de los más de cuarenta de asuntos pendientes. Muchos de ellos de incumplimiento del gobierno central».
Lo que dicen los críticos
Como arriba apuntamos, este acercamiento entre Sánchez y Torra y la reactivación de la Comisión bilateral Estado-Cataluña no estará desprovista de críticas. Las primeras llegaron desde Ciudadanos. Albert Rivera apuntó que la reactivación de las comisiones servirá para que esta comunidad obtenga «más concesiones» y esté sometida a «menos controles» por parte del Estado. Por tanto, quienes «han dado un golpe de Estado» dispondrán de más instrumentos que antes para volver a hacer lo mismo.
Torra afirma que siguen los pasos del 1-O, trabajando para la liquidar España, ahora otra vez con todos los recursos del Estado. Pero Sánchez dice que todo ha vuelto a la ‘normalidad’. Esto ya lo hemos vivido. ¿ Hasta cuando seguirán PPSOE haciendo concesiones al nacionalismo? https://t.co/1qsen0P5Z2
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) July 9, 2018
De la misma coalición, Inés Arrimadas acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de «tapar las barbaridades» que considera que está haciendo el Govern. «(Sánchez) es mucho más afable con aquellos que quieren romper España que con aquellos que defendemos posiciones constitucionalistas. El Gobierno está dando más margen de maniobra. Más legitimidad al independentismo para alcanzar sus objetivos».
🎥 @InesArrimadas "Torra ha ido a Madrid como el cobrador del lazo a reclamar a Sánchez las letras de la hipoteca por hacerle presidente. No es normal que el Govern ratifique la independencia en el Parlament y Sánchez lo reciba como si nada" #ActualidadCs pic.twitter.com/dl77crnSti
— Ciudadanos 🇪🇸🇪🇺 (@CiudadanosCs) July 9, 2018
Por su parte, el PP recriminó a Sánchez que «este cediendo a todo». Por ende, según adelantó el presidente del PPC, Xavier García Albiol, reclamará la comparecencia del presidente del Gobierno. Principalmente para que explique en sede parlamentaria el contenido de la reunión celebrada con Torra. «¿Qué más competencias tiene que traspasar a un Govern que en ningún momento ha dicho que quiere renunciar a su proyecto (secesionista)?», se ha preguntado el líder de los populares catalanes.
➡️ Que el president Torra salga esperanzado de su reunión con Pedro Sánchez nos preocupa muchísimo.
Ni España se puede trocear en naciones ni puede haber concesiones a los que han querido dar un golpe al Estado. pic.twitter.com/73UI2fWfdZ
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) July 9, 2018
Pero las críticas no solo son para Sánchez. Del lado de los independentistas, la CUP reclamó a Torra que quiera «cerrar por arriba lo que la gente abrió por abajo el 1-O». En voz del diputado de la CUP Vidal Aragonés «el derecho a la autodeterminación es colectivo. La renuncia o no a este derecho no le corresponde a ningún partido ni a ningún gobierno».