POR ANDRÉS TOVAR
2/7/2017
Nietzsche escribió una vez: “Aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música”. Hubiese querido el filósofo asomarse por una ventana de una clase de zumba.
El «¿baile, ejercicio, locura?» creado por el coreógrafo colombiano Alberto Perez en la década de 1990 y que consta de una serie de aeróbicos movimientos de baile realizado al son los enérgicos ritmos latinos ya es una disciplina extendido por el mundo, probablemente debido a su accesibilidad y lo mucho que se desmarca de las típicas clases de gimnasia extenuantes. Pero además es la clave de otro boom: “Despacito”, el tema veraniego de Luis Fonsi y Daddy Yankee (y con un remix de Justin Bieber) que se ha cimentado con firmeza en las listas durante semanas y que se convirtió en un fenómeno musical mundial debe parte de su éxito a la zumba.
¿Y quién dijo eso? el propio Daddy Yankee. Y no lo dijo como una respuesta rápida para el cotilleo. Sino como miembro de un panel de especialistas en una conferencia sobre el negocio de la musica, el Midem, en Cannes. La revelación formó parte de su conferencia llamada «El poder de lo digital».
“Zumba es una plataforma enorme, y se relaciona con la música que estamos haciendo (…) así llega a millones de personas y esa es otra herramienta que tenemos para promover nuestra música. Estoy tomando ventaja de muchas plataformas».
https://youtu.be/UJNcGS90zzA
Daddy Yankee también comparó la transmisión de música a la venta de música en mixtapes atrás cuando el reggaeton era un sonido subterráneo. El streaming es «el nuevo mercado de la calle», dijo, «nos hemos convertido empresarios por obligación. He estado invirtiendo con mis pistas y soy dueño de mis masters. Cuando alguien negocia con Daddy Yankee, negocia directamente conmigo. Soy mi propio jefe».
Las revelaciones del artista y productor no son una tontería: reflejan la agudeza más amplia de los músicos actuales en la era agitada del streaming, para tener un mayor control sobre tanto su negocio y su público. Ahora sólo falta que Justin Bieber, «pasito a pasito», pueda nuevamente recordar la letra.