Un elemento químico, que tentativamente podría ser un signo de vida, ha aparecido inexplicablemente en la atmósfera superior de Venus. El descubrimiento sorprendió a todos, incluido el equipo que lo encontró. Si bien no hay nada concluyente, se trata de un hallazgo extraordinario, que cambia muchas de las opiniones del vecino planetario.
La sustancia química en cuestión es el gas fosfina (PH3). Un elemento que en la Tierra proviene principalmente de bacterias anaeróbicas (que no respiran oxígeno) o de actividad antropogénica, es decir hecha por humanos.
La fosfina existe en las atmósferas de los planetas gigantes gaseosos debido a procesos químicos que ocurren en sus profundidades presurizadas para unir tres átomos de hidrógeno y un átomo de fósforo. Pero los científicos no tienen ninguna explicación de cómo podría aparecer en Venus. Y allí parece estar.
Hasta ahora, la ciencia no sabe de un proceso que pueda producir fosfina en Venus, excepto que sean organismos vivos. El estudio fue publicado en la revista Nature Astronomy.
De Hawái a Venus
En junio de 2017, el equipo de investigación apuntó el telescopio James Clerk Maxwell en Hawái a Venus y lo sintonizó para buscar firmas de fosfina. «El objetivo era un punto de referencia para futuros desarrollos», escribieron.
En otras palabras, estaban comprobando cómo podrían verse las firmas de fosfina como referencia, en un planeta que se suponía que no tenía una forma natural de producir la sustancia.
«Pero inesperadamente nuestras observaciones iniciales sugirieron que estaba presente una cantidad detectable de PH3 en Venus», agregaron.
Después confirmaron lo encontrado en Venus utilizando otro telescopio, el ALMA (Atacama Large Millimeter / submillimetre Array) en Chile. La luz proveniente de la atmósfera superior de Venus mostraron una cantidad sustancial de fosfina.
¿Vida en Venus? No necesariamente
Pero la presencia de fosfina no significa necesariamente que haya vida en Venus. Los investigadores plantean esa posibilidad porque las bacterias serían la única forma conocida de producir fosfina en un planeta que carece de las presiones atmosféricas extremadamante altas de un gigante gaseoso. Pero es posible que algún proceso químico desconocido produzca el gas.
Podría ser una fotoquímica desconocida (reacciones químicas que requieren luz) o geoquímica, o posiblemente vida. Lo cierto es que falta información, mucha. Por ejemplo, la fotoquímica de las gotas de nubes de Venus es casi completamente desconocida». Nadie sabe realmente cómo reaccionan las sustancias químicas de las nubes superiores de Venus a la luz solar.
Pero quizás sí haya vida en Venus
Muchos astrobiólogos ven la presencia de fosfina como una «firma biológica», es decir, un indicador de la posible presencia de vida. El equipo de investigación incluye miembros de la Universidad de Manchester, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y de la Universidad de Cardiff.
Es cierto que mecanismos abióticos (es decir, los que no involucran la vida) podrían producir fosfina. Pero explican la gran cantidad detectado. La fosfina se ha hallado en la región dentro de la atmósfera de Venus que algunos consideran potencialmente habitable.
Planetas hermanos, pero no tanto
Similar en tamaño y estructura a la Tierra, Venus ha sido llamado el gemelo de nuestro planeta. Sin embargo, no son gemelos idénticos. Existen diferencias radicales entre los dos mundos.
Venus tiene una atmósfera espesa y tóxica llena de dióxido de carbono y está envuelta perpetuamente en nubes gruesas y amarillentas de ácido sulfúrico en su mayoría que atrapan el calor, causando un efecto invernadero desbocado.
Es el planeta más caliente de nuestro sistema solar, aunque Mercurio está más cerca del Sol. Venus tiene una presión de aire aplastante en su superficie, más de 90 veces la de la Tierra, similar a la presión que encontraría una milla debajo del océano en nuestro planeta.
Predicciones de vida en Venus
Pese a estas condiciones extremas la ciencia no ha descartado de plano la posibilidad de existencia de vida en Venus. El reconocido astrofísico Carl Sagan habló de ello hace más de medio siglo. Sagan fue coautor de un artículo en el que auguraba que algún día podríamos encontrar vida microbiana en la superficie de Venus. «Si pequeñas cantidades de minerales se agitan a las nubes desde la superficie, no es difícil imaginar una biología autóctona en las nubes de Venus«, escribió en el testo publicado en la revista Nature, en 1967, en colaboración con Harold Morowitz.
Igualmente, un estudio publicado en marzo de 2018 en la revista Astrobiology sugiere que el mejor lugar para buscar vida extraterrestre es en el planeta más cercano a la Tierra: Venus.
«La capa más baja de nubes de Venus (47,5 a 50,5 kilómetros) es un objetivo excepcional para la exploración debido a las condiciones favorables para la vida microbiana», destaca la investigación liderada por Sanjay Limaye de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos.
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