La mayoría de los expertos del mundo permanecen ensimismados en el combate del actual coronavirus que deviene en la COVID-19. Pero otros no cesan en sus búsquedas por anticipar nacientes virus. Han avanzando en la investigación del coronavirus asociado al síndrome respiratorio agudo grave (SARS), detectado en China en 2002. También con el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), identificado en Arabia Saudí en 2012. Pero además la ciencia descubrió un nuevo virus, gigante y sorprendente en el humedal de Tunquén, en Chile, en 2013 y lo llamó pandoravirus.
Desde entonces los investigadores están tras las pistas de este agente infeccioso. Cómo es, cuál es su origen, de qué está compuesto, cuál es su desarrollo, su impacto en el hombre y el ambiente. Muchas preguntas, en verdad, y todavía muy pocas las respuestas.
Un equipo de científicos franceses liderados por Jean-Michel Claverie y su esposa Chantal Abergel dieron con este virus. En una capa de sedimento en la desembocadura del estero chileno de Casablanca. La revista Science de julio de 2013 dio cuenta del hallazgo.
El pandoravirus arroja una serie de características que lo hacen distinto a los otros. Puede ser hasta diez veces más grandes que un virus común. Incluso, llega a medir tanto o más que otras bacterias pequeñas. Además, poseen muchos más genes. El virus de la influenza A, por ejemplo, tiene un genoma formado por unos ocho genes.
Los virus gigantes, en este caso el pandoravirus, son observables bajo la luz de un microscopio óptico. Mientras que los otros solo pueden verse con un microscopio electrónico
El pandoravirus, una caja de sorpresas
Un estudio del Instituto Hospital Universitario Mediterráneo de Infecciones en Francia replantea una disputa científica reciente sobre los pandoravirus. Si son un tipo de virus o un grupo biológico aún por categorizar.
Incluso, hay expertos que se mantienen escépticos ante esta posibilidad y consideran que aún queda mucha investigación pendiente como para pensar en otra clasificación biológica.
«Se les llama pandoravirus en referencia a la ‘caja de pandora’. Una caja misteriosa de la que se habla en la mitología griega. Se le puso así porque su genoma codifica un 80% de proteínas completamente desconocidas que hacen que este tipo de virus sea una caja llena de sorpresas. Una de ellas, el reciente hallazgo del metabolismo energético», dijo a BBC Mundo, Bernard La Scola, de la Universidad Aix-Marseille en Francia.
Los pandoravirus y virus gigantes han cambiado la definición de los virus en varias formas. Ahora, con el descubrimiento de un gradiente eléctrico, este grupo de científicos sospecha que estos virus podrían también producir su propia energía.
«La producción de energía está asociada con el mundo vivocelular, pero ciertamente no con virus que, por definición, no se consideran seres vivos, ya que parasitan a un organismo y explotan su metabolismo energético para replicarse», señaló La Scola.
Perfilan su definición y peligro
Entre científicos existen posiciones encontradas sobre la definición de este pandoravirus y si se le debe dar o no la denominación de virus.
«Estructuralmente, los pandoravirus siguen siendo virus por la forma en que se replican. Aún queda mucha investigación para saber si podría tratarse de algo más, pero lo que es seguro es que cada vez arrojan más luz sobre la biología», indica David Lamb, científico de la Universidad de Swansea en Gales, Reino Unido.
Ante la pandemia que se acrecienta en el planeta, La Scola reconoce que hay una tendencia creciente de clasificar los virus en función de si pueden infectar a humanos o no.
«Pero el mundo de los virus es muy grande. Los patógenos son solo una proporción algo más estudiada. Ahora mismo no hay ningún tipo de dato que sugiera que puedan ser peligrosos», subrayó.
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