Cambio16
28/03/2018
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¿Te atreverías a vivir en un paraje desértico? Si la respuesta es negativa, lo entendemos. Pero si te decimos que puedes gozar de lujosos privilegios, ¿lo repensarías? Bueno, precisamente eso es lo que quiere la firma OFIS Architects y Guardian Glass. Juntos han creado La casa del desierto, un refugio pleno y sensorial en medio del desierto de Gorafe, en Granada, España. La arquitectura, una vez más, nos devuelve a nuestros orígenes… pero con más confort.
El diseño de OFIS Architects, la mirada especial de Guardian Glass más el apoyo de AKT II y Transsolar, dieron vida a una estructura ecológica y enérgicamente sostenible. La casa del desierto es un armazón de vidrio y madera. Y aunque parezca contradictorio, es un edificio que busca reconectar a la gente con el medio ambiente. Además, la propuesta demuestra que es posible transformar el ambiente interior de una casa seleccionando vidrio. «El acristalamiento ayuda a ahorrar energía, mejora el aislamiento térmico y acústico de los espacios interiores. También aumenta el nivel de seguridad contra impactos e intentos de robo», explica la revista Igsmag en referencia al material predominante de la estructura.
La casa del desierto está emplazada en medio de la comarca de Guadix, en la provincia de Granada. En el desierto de Coloraos de Gorafe. Una zona rocosa, amplía, con pronunciadas erosiones y casi nada de vegetación. Es un paraje inhóspito. Cálido. Árido. Con más de 45° en verano. Y -10° en invierno. La vista de la casa es alucinante: vistas 360° de cañones, barrancos, quebradas y canales. A eso le llamamos aprovechar un entorno complicado en una oportunidad original. En este sentido, La casa del desierto se puede alquilar por intervalos de una semana.
La casa del desierto: exploración natural
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OFIS Architects explica que la construcción de La casa del desierto tiene poco impacto en el ambiente. «Su diseño es pasivo como una generación de energía renovable. La huella es mínima. La casa está lo suficientemente anclada para resistir los vientos de alta velocidad del desierto». De esta forma, las enormes paredes con triple acristalamiento desvían los rayos del sol y mantienen la casa fresca. «La casa del desierto es un retiro. Es un espejismo desértico», confía la firma.
La distribución, como señala Guardian Glass, es dormitorio, baño y sala de estar. Todo está posicionado en una superficie de 20 metros cuadrados. Por fortuna, también cuenta con un sofisticado sistema de filtración de agua, un generador de energía y un conjunto de paneles fotovoltaicos. «Desafiamos los elementos y construimos una casa en total armonía con el paisaje. Sin embargo, si instalaramos un vidrio de mala calidad, el espacio se sobrecalentaría y quien viva ahí basicamente puede morir», explica Spela Videcnik, arquitecta de OFIS Architects.
No hay dudas, La casa del desierto es un modelo de diseño y estabilidad interior. Este sistema se puede replicar en otros lugares y servir de refugio en escenarios extremos.