Por Andrés Tovar
26/12/2016
Barack Obama ha decidido retirarse con una bomba de humo: Con un reproche diplomático impresionante de Israel (que incluyó reclamos a España, entre varios países) EEUU se abstuvo este viernes de votar sobre la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exige el fin de los asentamientos israelíes en territorio palestino. En lugar de vetar la resolución -como lo han hecho en lo que era su sempiterno apoyo a Israel durante décadas, los norteamericanos prefirieron abstenerse, sentando la polémica (y si, la novedad) como broche final de la diplomacia Obama.
El suceso no deja de ser importante: es la primera vez en casi 40 años que el Consejo de Seguridad aprueba una resolución crítica contra los asentamientos israelíes y un bastonazo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se había pronunciado firmemente en contra de ella, y otro para el presidente electo Donald Trump, quien intentó hacer presión a última hora para que la medida fuera vetada.
La medida exige que Israel «cese de inmediato y por completo todas las actividades de asentamiento en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental», y declara que el establecimiento de asentamientos por parte de Israel «no tiene validez legal y constituye una violación flagrante del derecho internacional». Sin duda, un lenguaje mucho más fuerte que el que haya usado EEUU alguna vez, de forma oficial, para describir las actividades de asentamiento de Israel.
Así, dada la posición estándar que EEUU ha tenido desde hace tres décadas sobre este tipo de asentamientos -que se construyen en tierra destinadas a formar parte de un futuro Estado palestino– no deja de ser por lo menos curiosa la abstención de la administración Obama, un giro de 360º en la política de larga data de Estados Unidos. Ojo, que no fue ni parece un accidente…
«Riendo» de último…
La medida es la»despedida» de Obama a Netanyahu, los cuales se enfrentaron en varias ocasiones durante su mandato. Aunque el gobierno de Obama dio a Israel un mayor paquete de ayuda militar que ningún otro presidente de EEUU en la historia y vetó en el pasado algunas resoluciones contrarias a los intereses de Israel, Obama tenía una «tensas visiones» de la política de Netanyahu, puntualmente en temas como la expansión de los asentamientos israelíes y los términos del controvertido acuerdo nuclear con Irán.
El disparo de despedida también tuvo otro destinatario, el presidente electo de EEUU. Desde su elección, Donald Trump ha dicho abierta y repetidamente que quiere tomar una posición mucho más fuerte a favor de Israel. Por ejemplo, se ha dicho que quiere mover la embajada de EEUU en Jerusalén: un paso que cada gobierno de EEUU se había abstenido de hacerlo porque el futuro de la disputada ciudad está destinado a ser resuelto en el marco de conversaciones directas entre las dos partes para un acuerdo final de paz. La elección de su amigo David Friedman como embajador en Israel – que ha sido un amigo personal de Trump y firmemente contrario a la idea de un Estado palestino- forman parte de ese pre-acercamiento.
De hecho, en una intervención sin precedentes, Trump decidió tomar el teléfono (que al parecer, usará mucho en su venidera legislatura) y hacerle una llamada telefónica personal al presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, razón por la que al parecer Egipto, que había patrocinado inicialmente la medida, decidió posteriormente retrasar la votación «de forma indefinida».
Y pocas horas antes de la sesión, Trump emitió un comunicado en Facebook pidiendo que fuera vetada la medida. Poco después, Egipto anunció que retrasaba el voto. El portavoz de Trump, Sean Spicer, confirmaba después que Trump había hablado directamente con Sisi y Netanyahu sobre la acción propuesta del Consejo de Seguridad. Pero la resolución llegó patrocinada por Nueva Zelanda, Malasia, Venezuela y Senegal, no por Egipto.
Posiblemente haya sido esta impresionante intervención de Trump -la intromisión directa en una decisión de política exterior de EEUU, antes de que haya tomado posesión del cargo- lo que finalmente empujó a Obama a tomar la drástica medida de abstenerse en la votación del viernes.
Poco después de la medida, Trump reaccionó en Twitter con lo que sugiere, será su declaración de intensiones en la defensa de Israel en la ONU, cuando asuma el cargo. (Las cosas serán diferentes en la ONU cuando asuma el cargo el 20 de enero)
As to the U.N., things will be different after Jan. 20th.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 23, 2016