Por ORES LARIO
A la década de los 20, la mujer comenzó a liberarse. Influenciada por el charlestón y el jazz, desechó el estricto corsé de hueso de ballena, comenzó a enseñar las piernas a través de sutiles aberturas en los laterales de los vestidos y comenzó a brillar. Telas exóticas, pieles y plumas se combinaban en las prendas que permitían libertad de movimientos.
No sólo en moda, también en decoración y en las artes aplicadas, el gusto se renovaba para centrarse en un estilo diferente y alegre. Había nacido el Art Déco, que buscaba la belleza de lo cotidiano. En una lámpara, un vestido, un colgante, un biombo…
Hasta el 28 de junio, la Fundación Juan March (Madrid) acoge la muestra ‘El gusto por lo moderno. Art Déco en París, 1910-1935’, una narración de 25 años a través de 350 piezas.
La muestra está dividida en ocho secciones temáticas y cronológicas y representa un sorprendente recorrido que plantea al lector diferentes lecturas sobre el gusto moderno y el aire de un tiempo tan difícil de definir como presente en nuestra cultura contemporánea.
Galería (pulsa sobre las imágenes para ver la información):