El sueño del chamán Hernán Romas Lomas, presidente de la Asociación de Medicina Tradicional Indígena, es que la ayahuasca o yagé sea reconocida por la medicina tradicional como una medicina que sana enfermedades físicas, espirituales y psicológicas, desde cáncer hasta el susto y el estrés.
El maestro Romas Lomas es médico curandero de la Amazonia peruana, chamán indígena de la tribu Shipibo-Conib, en Pucallpa, capital de la provincia de Coronel Portillo, Perú. Desde los 7 años de edad su padre, un famoso curandero, lo introdujo en la botánica medicinal. A los 13 años, ya se le consideraba un maestro. Es uno de los pocos chamanes amazónicos vivos y se le considera un guardián de conocimientos ancestrales. Lo ayudan su esposa, Rosaura Cairuna, y sus hijos Tony y Wilder.
La ayahuasca es una decocción que se elabora con dos componentes. La ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y la chacruna (Psychotria viridis) o la chagropanga (Diplopterys cabrerana). Es una bebida ritual que la preparan los maestros de la medicina tradicional amazónica y se consume en ceremonias. Ayahuasca significa “cuerda o soga de los espíritus” y es la herramienta que permite que el espíritu salga del cuerpo sin ocasionarle la muerte.
Un brebaje psicotrópico de uso milenario
Hernán Romas dice que la ayahuasca es una planta sagrada que cura el cuerpo físico, espiritual y psicológico. No es un alucinógeno de usos recreativos. “Si una persona tiene cáncer, diabetes o dolores del cuerpo, problemas psicológicos, mucho estrés, penas, tristeza o sustos, ayahuasca es sanadora. Marea, te hace vomitar y puede tener un efecto purgativo, pero su función es sanar el cuerpo físico o la tristeza. El chamán o maestro decide el tratamiento de la persona según el mal que sufre, qué otras plantas se deben tomar y por cuánto tiempo, además de la dieta que tiene que seguir, casi siempre sin sal ni azúcar, sin frutas dulces y con pescado de río asado con leña.
No es un té ni una infusión relajante. Es una medicina indígena que se debe tomar bajo el cuidado y guía de un verdadero maestro experto. Un chamán que acompaña el “viaje” con rezos y cánticos con un ritmo repetitivo.
La ayahuasca se debe tomar cuando existe enfermedad física y mental. A una persona con cáncer terminal y desahuciada por la ciencia médica, el maestro puede indicarle un tratamiento de 45 días que la sana sin consecuencias ni efectos secundarios. El chamán Romas advierte que, con la difusión en las redes sociales, han aparecido muchas personas que se hacen pasar por maestros curanderos, que ni siquiera son amazónicos y que han desarrollado un “turismo de ayahuasca”. Cobran y son peligrosos. “No curan a las personas, sino que las enferman más física y espiritualmente”, afirma.
Con la guía apropiada, una persona que toma ayahuasca con mucho amor y mucha alegría puede reconectarse con un alma que todavía esté en este mundo. Pero si no se hace bajo la guía de un verdadero maestro, puede ocurrir que otros espíritus se hagan pasar por nuestros amigos o familiares fallecidos. Otra razón para escoger bien con quien tomar el “té” es que los participantes quedan inmovilizados de cuatro a seis horas. Totalmente indefensos. Es vital estar en un lugar seguro y rodeados de gente buena.
Chamán Hernán Romas: «La ayahuasca te cura»
Cuenta Hernán Romas que hace poco, en una ceremonia con varios enfermos en Valencia, España, una señora que tenía cáncer de mama tomó la ayahuasca con mucho amor y empezó a separar la energía del mal de su seno. Luego empezó a vomitar un líquido y finalmente botó como una bola, que cubrió inmediatamente.
En la ceremonia del día siguiente, todos estaban contentos y se abrazaban de alegría. La señora le pidió ver lo había botado. Al destaparlo no había nada. Solo restos de vómito. “En su seno tampoco había cáncer. Estaba normal. Días después, me llamó el esposo. La había llevado al médico a hacerse el control normal y lo confirmó. No tenía el cáncer. Eso pasa con la ayahuasca, te cura”, dijo.
En la ceremonia de ayahuasca hay que estar bien relajado y abrir la mente al espacio. La palabra del curandero es siempre la primera y la última en el tratamiento del paciente. El maestro curandero escoge las plantas que el paciente va a tomar o dietar. “Si una persona está muy estresada, la hago sentar y le canto para que pueda alinearse y curarse”, asentó.
Turismo de ayahuasca
Con la popularidad que ha alcanzado la sanación con la planta sagrada de los aborígenes amazónicos y su incontrolada extracción con fines comerciales se ha vuelto difícil encontrar en forma silvestre la enredadera Banisteriopsis caapi, la ayahuasca. Su sostenibilidad y existencia peligran. De la decocción de la ayahuasca con otras plantas resulta en un brebaje que se consume en los rituales chamánicos por diferentes motivos y objetivos. Según el objetivo buscado (ritual, ceremonial o curativo) se le agregan otras chacruna, diente de león, ayahuma y hasta tabaco.
Los shipibo-conibo, la tribu del chamán Hernán Romas, hacen uso del ayahuasca con el nombre de oni cobin o nishi cobin en sus ceremonias y ritos de curación desde tiempos muy antiguos. Los chamanes shipibos (junes, onayas, murayas y mutsarawas por su rango) son herederos del conocimiento ancestral de las diferentes mezclas, preparaciones y usos del ayahuasca.
No es un descubrimiento nuevo. Hace relativamente pocos años que salió de la selva para ponerse de moda en México, Estados Unidos, Costa Rica y varios países de Europa, especialmente en España, pero hay registros milenarios de su uso. En la península ibérica se han “popularizado” las ceremonias en las que solo se participa por estricta invitación. La decocción se consume con un técnico-facilitador a la luz de velas y música electrónica. A los invitados les dicen que solo necesitan una manta y una almohada, además del morral convencional, el cubo se lo prestan, pero muchos de los que han ido han echado en falta el papel sanitario. La diarrea es incontenible.
Una sustancia fiscalizada como la heroína y la cocaína
No existen estudios sobre la toxicidad ni de la habituación o dependencia, pero su consumo, por la combinación de principios activos, produce efectos inmediatos y recurrentes en los rituales chamánicos: náuseas, vómitos, diarrea, midriasis, ataxia, lagrimeo, sudoración y, ocasionalmente, hipertensión y palpitaciones. Y algunas cosas peores, como esquizofrenia.
En personas predispuestas o con antecedentes mentales podría desencadenar esquizofrenia, bipolaridad o un cuadro psicótico que puede ser bastante duradero y hasta irreversible. No hay que ponerse en manos poco experimentadas o de las malas prácticas de farsantes. Algunas personas han muerto y nada las resucita. Debe ser administrada con profundo conocimiento y una guía bien experimentada: un chamán, un maestro de la medicina tradicional amazónica
Por muchas razones, el guía de la ceremonia debe saber si los participantes hicieron la dieta y qué medicamentos toman Mezclar la ayahuasca con determinados fármacos, como los antidepresivos, puede causar daños irreversibles. Aunque en algunos países se le ha clasificado como una droga ilegal y hasta alegal, su uso milenario no ha sido con fines recreativos ni lúdico, sino religiosos y curativos, terapéuticos. Permite abrir algunas puertas del cerebro que permanecían cerradas como un mecanismo de protección. Muchos prefieren no conocer lo que ahí se oculta.
Una limpieza del espíritu a través del cuerpo
La mayoría de las veces no es una experiencia placentera, no solo por los vómitos y diarreas, sino que llega a ese escondrijo del inconsciente que ningún psicoanalista logra llegar. Muchos hablan de haberse reconectado con su yo y desintoxicado de muchos asuntos y tropiezos que les impedían ser felices.
En España existe una Plantaforma para la Defensa de la Ayahuasca que lo primero que presenta en su sitio web es su código ético, pero como si boca desmintiera los ojos seguidamente aparece el video de Gustavo Petro defendiendo la cocaína en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La ley española fiscaliza la ayahuasca al mismo nivel que la cocaína o la heroína. Mientras, los científicos investigan. Quieren saber si prescindiendo de la ceremonia chamánica, del maestro, las velas, los cantos repetitivos, las oraciones y los discursos sobre la magnificencia de la naturaleza, en pastillas, como el ibuprofeno, la ayahuasca también sana la mente y el cuerpo, como asegura el maestro Hernán Romas.
¿Cura preincaica?
En 2019, la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, publicó un estudio sobre el contenido de una bolsa hecha de tres hocicos de zorro cosidos en la que había cinco sustancias psicoactivas de origen vegetal, y que son los compuestos claves del brebaje conocido como ayahuasca en la selva amazónica.
La arqueóloga Melanie Miller, de la Universidad de California Bekerly, dirigió el análisis químico –a través de espectrometría de masas en tándem de cromatografía líquida– que identificó cantidades mínimas de bufotenina, DMT, harmina, cocaína y benzoilecgonina. Las combinaciones de estas sustancias producen poderosas alucinaciones que alteran la mente.
El paquete ritual, muy bien conservado, fue encontrado por arqueólogos en la región del Altiplano de Lípez, en Bolivia. El kit de cuero se remonta a la civilización preincaica Tiwanaku, que dominó las tierras altas del sur de los Andes desde el 550 al 950 d.C.
Un chamán en visita domiciliaria
Además de la bolsa del hocico de zorro, el paquete de cuero contenía “pastillas para inhalar” de madera intrincadamente talladas y un “tubo para inhalar” con trenzas de cabello humano adjuntas y dos espátulas de hueso de llama. Por último, una colorida tira textil tejida y material vegetal seco. Las plantas del paquete no crecen a esas alturas. Probablemente era el botiquín un chamán itinerante o a otro experto en los rituales del uso de plantas psicotrópicas y medicinales.
Miller explica que la ayahuasca con plantas cuyas hojas liberan DMT y harmina. “Ahí radica el secreto del efecto de la ayahuasca. La triptamina DMT produce alucinaciones fuertes y vívidas que pueden durar de minutos a una hora, pero combinada con harmina, puede producir duraderos estados alterados de conciencia fuera del cuerpo con percepciones alteradas del tiempo y de uno mismo”, añadió.
La comunidad aborigen Shipibo-Conibo se dedica a la pesca y a la agricultura, pero sobre todo a las artes visuale, en pintura o bordado, tiene una visible relación con experiencias chamánicas, especialmente la de tomar ayahuasca que produce visiones muy complejas y figuras geométricas inconcebibles sin las matemáticas.
Propiedades psicoactivas
Los defensores de la ayahuasca la consideran una sustancia enteógena, no alucinógena, que significa que el estado de conciencia alterado que produce nos conecta con nuestra parte más espiritual. Etimológicamente, “enteógeno” significa “ser inspirado por los dioses”. Abre las puertas de la mente.
En 2008, pese a sus demostradas implicaciones en el desencadenamiento de trastornos mentales en personas predispuestas y a que la evidencia científica indicaba que los beneficios clínicos de la ayahuasca son limitados, el gobierno de Perú reconoció que la medicina amazónica se ha estructurado alrededor del brebaje, «uno de los pilares básicos de la identidad de los pueblos amazónico y que su consumo es la puerta al mundo espiritual y sus secretos”.
El profesor Dennis McKenna, botánico de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, dice que quienes buscan la ayahuasca generalmente sufren de depresión y quieren superarla. “Los buscadores de emociones y experiencias lúdicas, la desechan en las primeras sesiones de vómitos y diarreas. Tomar ese menjurje amargo y repugnante no es divertido y sí bastante desagradable”, manifestó.
Centros de retiro con ayahuasca selva adentro
Todos los científicos que la han experimentado aconsejan acudir a la ayahuasca solo como medicina, nunca como divertimento, y mediante chamanes bien entrenados que lleven a cabo la ceremonia con serias intenciones de sanar.
En Perú, la planta de los dioses es legal, pero como parte de una ceremonia chamánica, de sanación, espiritual o de conexión con la naturaleza. No se aconseja tomarla sin la supervisión de un guía y con personas de confianza. La ciudad de Iquitos, por ejemplo, ha devenido en un epicentro de retiros chamánicos. También en una especie de campamento salvaje sin ley. A los turistas les ofrecen vasos de ayahuasca en la calle por pocos dólares. Mucho lo consumen sin saber quién y cómo lo preparó, ni qué efectos tendrá en su cuerpo.
No son frecuentes las sobredosis, pero en los ventorrillos ofrecen guarapos asquerosos que pueden dejar a sus consumidores en un estado vulnerable y de extrema confusión. Cuidado, a merced de delincuentes que los roban y los abusan sexualmente.
Consulte a su chamán de confianza
La ayahuasca, como cualquier otra planta que prometa un viaje espiritual, encierra sus peligros y tiene un modo de uso muy riguroso que garantiza su efectividad e inocuidad. Las instrucciones ceremoniales las indica el chamán. Suya es la primera y última palabra. Cada maestro chamán tendrá su manera de domarla, pero siempre habrá un dietar para preparar el cuerpo.
Antes de la ceremonia, y por largos periodos, no se debe consumir una amplia variedad de alimentos y sustancias nocivas, entre ellas carne, leche, alcohol, sal, azúcar, frutas. La ayahuasca es una purga conectora con mundos imposibles de imaginar y una manera de curar el cuerpo. Y el cuerpo debe estar limpio, lleno de alegría y amor, para recibir la planta sagrada.
Luego de la ceremonia y de tomar la ayahuasca, el chamán indica a cada participante cuánto tiempo debe estar sin ver, hablar, tocar ni tener relaciones sexuales con otra persona. Después de una purga ritual no es recomendable estar cerca de una persona “sin limpiar”. Para romper la dieta se debe inhumar a la pareja y los alimentos con el ánima del tabaco, para limpiarlos.
La comercialización y el marketing chamánico
Ante la popularidad que la ayahuasca y su ritual ha alcanzado en algunas ciudades de España, los Colegios Oficiales de Psicólogos de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca han advertido de “su peligrosidad como psicoterapia” y enumeran –sin referencias clínicas ni científicas– algunos de sus efectos adversos: infarto de miocardio, convulsiones epilépticas, hipertensión súbita, cuadros psicóticos graves, a veces irreversibles, y dominación sexual.
Han sido las celebridades de Hollywood, los hípster de Silicon Valley y los buscadores del despertar espiritual quienes han popularizado el menjurje en todo el mundo. Desde Oliver Stone hasta Sting, pasando por Megan Fox, Lindsay Lohan, Miley Cyrus y Will Smith que intentó arreglar su matrimonio y lo que vio en una de sus experiencias fue el declive y la ruina que le esperaba a su carrera. Pagan miles de dólares para sacarse los demonios con la ayahuasca
Rompedor de adicciones, cura toxicológica
Lo distinto de este furor por la ayahuasca de los anteriores viajes espirituales a través de sustancias enteógena-alucinógenas no es solo la necesaria participación del chamán que dirige la ceremonia o lo revulsivo de los vómitos y diarreas, sino que la limpieza incluye romper ataduras con dependencias de diverso tipo. No es atarse a un vicio ni a una persona, sino desatarse.
Los estudios de administración crónica de ayahuasca han determinado que su empleo ritual no parece estar asociado con los efectos psicosociales nocivos normalmente causados por las drogas de abuso. En un grupo de consumidores habituales de ayahuasca, otra investigación evaluó personalidad, psicopatología, actitudes de vida y el rendimiento neuropsicológico, pero no se encontraron desajustes psicológicos ni de salud mental
Un una entrevista psiquiátrica estructurada a 15 usuarios brasileños de ayahuasca, con un consumo semanal durante 10 años, ninguno presentaba trastorno de abuso de alcohol, depresión o ansiedad. Antes de la ayahuasca, 5 de los 15 tuvieron desorden de abuso de alcohol y otros 5 trastorno depresivo mayor o trastorno de ansiedad fóbica.
Otras investigaciones sobre la ayahuasca
Un estudio, basado en entrevistas a 32 estadounidenses miembros de la iglesia Santo Daime, con un consumo semanal y una participación media 269 ceremonias, reportó que 24 participantes tenían abuso o dependencia de alcohol y drogas. De ese total, 22 estuvieron en total remisión al momento de la entrevista.
En otro estudio con 95 usuarios del ayahuasca, con un consumo de 2 veces por mes, durante 15 años, reportó la reducción en el uso de alcohol, barbitúricos, sedantes, cocaína, anfetaminas y solventes. Sin embargo, no en los usuarios de cannabis. Todos continuaron consumiéndola.
El centro Takiwasi, en Perú, que brinda tratamiento a la adicción utilizando ayahuasca como el componente nuclear del protocolo terapéutico (con un promedio de 20 sesiones durante 6 meses) determinó que de 175 pacientes que participaron de 1992 a 1997 –el 67 % de los cuales fue dependiente a la pasta básica de cocaína y el 80 % al alcohol o al alcohol y otras sustancias– el 54 % evitó la recaída hasta dos años después de dejar el centro y mostraron indicadores de reintegración social y profesional, además de capacidad de soporte familiar.
Uso terapéutico de ayahuasca en enfermedades neurodegenerativas y neoplasias
Hay estudios que han determinado que la harmina y harmalina –presentes en la ayahuasca– proporcionan protección contra la neurodegeneración y tienen potencial valor terapéutico en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. También se investigó los efectos a corto plazo en los síntomas psicológicos y psiquiátricos en usuarios nóveles ayahuasca. Todos describieron una reducción significativa de la intensidad de los síntomas psiquiátricos en el transcurso de la semana después de la experiencia con la ayahuasca (Barbosa, Giglio y Dalgalarrondo, 2005).
Igualmente, se identifica la harmina como un nuevo activador de p53 involucrado en la señal de inhibición de la angiogénesis y crecimiento tumoral. La harmina indujo la fosforilación de p53 e interfiere en la interacción entre p53 y la proteína MDM2, también evitó la degradación de p53 e hizo posible su acumulación en el núcleo de las células endoteliales, seguido de un incremento en la actividad de transcripción. No solo detuvo del ciclo de las células endoteliales, sino que también la formación de tubos y la inducción de neovascularización en tejido de córnea en ratones. Finalmente, la harmina inhibe el crecimiento tumoral por la reducción de angiogénesis.
La cara universitaria de la ayahuasca
En conclusión, no deben descartarse los estudios clínicos y experimentales de la ayahuasca. Podría ser una veta importante para el tratamiento de numerosas enfermedades y de adicciones a psicotrópicos. Igualmente, el ceremonial chamánico inherente es un patrimonio cultural que no debe ser mercantilizado ni desnaturalizado.
En la página web de la Universidad de California-Berkeley, el doctor Joe Tafur, un médico de familia colombo-estadounidense que trabajó estrechamente con el maestro chamán shipibo Ricardo Amaringo y se formó en el chamanismo de la ayahuasca, mantiene un podcast en el que dedicaba una hora a hablar de la curación espiritual y emocional en la atención médica moderna.
Tafur también es copropietario del albergue Nihue Rao, en Iquitos, y lo señalan como el médico que ha encontrado la manera de traducir al lenguaje científico la metáfora amazónica que explica la enfermedad y la curación. Donde los chamanes hablan de energías negativas acumuladas o malos espíritus, Joe se refiere a la epigenética. Los elementos que determinan la expresión del código genético en el ser humano y que no son inmutables, al contrario que la secuencia de ADN. Esa es la próxima historia.