Volver al pasado y abrir el debate sobre los nombres científicos que fueron dados por el ornitólogo John James Audubon a cientos de aves no será sencillo, pero sí muy necesario. Las sociedades de ornitología quieren tener una postura ética que no empañe su labor científica.
Audubon, francés naturalizado estadounidense, fundador de la ornitología, es uno de los estudiosos de las aves más reconocidos en Estados Unidos. Hizo un importante trabajo dibujando detalladamente varias especies y le dio nombre a cientos de pájaros. No tenía formación científica como naturalista, ni conocía la nomenclatura latina de las aves, pero era un dibujante hábil y un aventurero. Muchos le consideran un brillante pionero del estudio y conservación de las aves en Estados Unidos. Pero tenía un lado oscuro, muy oscuro.
Audubon era racista y esclavista
Su interés por la naturaleza no estaba reñido con sus firmes ideas racistas y esclavistas. Hay pruebas de que se burló de las leyes abolicionistas y estuvo a favor del asesinato y secuestro de personas que lucharon en la Guerra de Secesión apoyando la causa esclavista. Asimismo, como varios de sus amigos y compañeros del mundo de la ornitología que estudiaron, catalogaron y dieron nombre a varias especies de pájaros, profanó tumbas de miembros de los pueblos originarios y apoyó o participó en crímenes por motivos racistas y esclavistas.
Ante la gravedad de los hechos, La Sociedad Nacional de Audubon, fundada en 1905 y una de las sociedades conservacionistas más antiguas del mundo, decidió cambiarles de nombres a 80 aves identificadas con los nombres de reconocidos esclavistas y racistas. El primero el de John James Audubon.
Cuando los pájaros cambian de apellido por vergüenza
En un trabajo de investigación publicado por The Washington Post,firmado por Darryl Fears, se describe cómo especies como el gorrión de Bachman, la paloma de frutas de Wallace y otros pájaros llevan los apellidos de personajes participaron en asesinatos, secuestros y robaron cráneos de tumbas de personas de los pueblos originarios para realizar estudios seudocientíficos que denominaban «frenología». Una vieja disciplina de la ciencia que estudiaba los cráneos humanos para determinar las diferentes funciones cerebrales y los rasgos de la personalidad. Pero sobre todo, intentaba probar la supuesta superioridad de la raza blanca.
Elizabeth Gray, la actual directora ejecutiva interina de la Sociedad de Ornitología, dijo que estaba muy triste por el pasado racista de sus fundadores y por las atrocidades que cometieron. «Resultan muy dolorosas para el personal, especialmente, para los afroamericanos y los indígenas que forman parte del equipo de la sociedad científica, así como para voluntarios, donantes y miembros”, subrayó.
Saqueadores de cementerios
Uno de los casos que más llamativo es el ornitólogo John Kirk Townsend, que bautizó dos especies que llevan su apellido. La curruca de Townsend y el solitario de Townsend. En sus diarios personales, Townsend describe cómo saqueó cementerios indígenas para robar cráneos e intentar infructuosamente de “demostrar” la inferioridad de los nativos americanos.
El naturalista, explorador y antropólogo británico Alfred Russel Wallace, que dio su apellido al mochuelo de Wallace y otros cinco pájaros, propuso su propia teoría de la evolución en la que despectivamente comparaba a los afroamericanos con orangutanes. La ornitóloga Olivia Wang, considera que el hecho de que un pájaro tenga el nombre de un esclavista, racista o asesino también es un recordatorio de cómo la ornitología y la exploración natural está ligada en Occidente a una mentalidad colonialista de explorar y conquistar, que reclama la propiedad de las cosas en lugar de aprender de las personas que son parte del ecosistema y que viven en armonía con esas aves”.
Nombres inclusivos y sin pasados oscuros
La Sociedad de Ornitología de Estados Unidos llama a “un proceso científico mucho más inclusivo y atractivo, que centre la atención en las características únicas y la belleza de las aves mismas”, no en quienes los han descrito, clasificado o dibujado. Con tal fin, estableció tres pautas para nombrar a las aves:
- Todas las pájaros aves que tengan nombres de personas, cambiarán de nombre, en especial aquellos con nombres considerados ofensivos y excluyentes.
- Se compromete a establecer un comité diverso de expertos para determinar los nuevos nombres comunes de las especies de aves.
- La sociedad involucrará activamente al público en la determinación de los nuevos nombres. Se pretende borrar los nombres de las aves cuyos homónimos “tienen pasados objetivamente horribles”.
Primeras leyes para proteger a las aves
En 1918, el presidente Woodrow Wilson firmó la Ley del Tratado de Aves Migratorias, que hoy continúa siendo una de las leyes más fuertes de protección de aves en Estados Unidos. Después de la aprobación, John James Audubon estableció su primer sistema de refugios para aves acuáticas en siete estados de la costa este. Paradójicamente estudiaba y protegía a los pájaros con la misma vehemencia que despreciaba a los afroamericanos y a los indígenas del país. La Sociedad Audubon apoyó la ley para prohibir la matanza ilegal de aves y animales, y la importación de especies no autóctonas.
John James Audubon aprobaba el secuestro y asesinato de otros seres humanos, por considerarlos inferiores, pero disgustaba el uso de plumas garza y de otras aves protegidas en los sombreros de las señoras. Luchó para que se prohibiera la venta y posesión de plumas como ornamentos y parte de las vestimentas. Son las ironías que llenan la historia de la humanidad.
Claire Catania, directora ejecutiva del capítulo de Seattle de la Sociedad de Ornitología de Estados Unidos, dijo que “el vergonzoso legado del verdadero John James Audubon, no la versión mitificada, es la antítesis de la misión de esta organización y sus valores”. En este sentido, la medida de cambiar los nombres de las aves se acompaña con políticas que pretenden más inclusión y medidas antirracistas en la asociación científica.
Por supuesto, son cambios que tardan. No todos los directivos de la Sociedad de Ornitología están de acuerdo con la propuestas. Los estados más conservadores, como Texas, Luisiana y Georgia se resisten a estas modificaciones. Habría una merma de los donativos.