A simple vista, ashwagandha es una palabra de difícil pronunciación y recordación, pero es un término familiar en el sistema médico tradicional de la India. Es una hierba que ancestralmente es empleada para aliviar el estrés y otros muchos padecimientos físicos y mentales. A este arbusto de hoja perenne que crece en Asia y África, también se le atribuyen múltiples beneficios para la salud integral y como impulsor de la longevidad.
En muchas países se ha popularizado su nombre en sánscrito ashwagandha, cuya traducción literal es ‘aroma de caballo’, por el particular olor que desprende. Pero en español, por ejemplo, se le conoce como hierba del sueño, hierba mora mayor, orobal, orvale, tomate del diablo, vejiguilla, beleño de letargos. Así como ginseng indio o cereza de invierno, que no debe confundirse con Physalis alkekengi.
Ashwagandha, un arbusto en flor, pertenece a una clase de suplementos conocidos como adaptógenos, que ayudan al cuerpo a modular el estrés. Se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar el insomnio y reforzar el sistema inmunológico. Asimismo se cree que aumenta la testosterona, retarda los efectos físicos del envejecimiento y más.
Siempre ha sido exaltado en ayurveda y otras prácticas de medicina tradicional. Pero, está ganando cada vez más popularidad en el mundo occidental, esperanzado de encontrar una medicina cuasi mágica que sane enfermedades físicas y psíquicas.
“Es la misma historia con la ashwagandha que con muchos suplementos dietéticos”, afirma Craig Hopp. Subdirector de división del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa. “La ciencia sobre el suplemento es turbia, pero la gente sigue recurriendo a ella”, dice.
Esta hierba se expende en variadas presentaciones, en cápsulas, en empaques de lujo (polvos) y en ramas para infusiones. Los productos comercializados por grandes empresas compiten en los anaqueles con productos orgánicos y vigorizantes.
¿La ashwagandha combate el estrés?
Una de las razones por las que es tan complicado precisar lo que puede hacer el suplemento es que la planta de ashwagandha es compleja. Hay cientos de compuestos activos. Y los que se encuentran en la raíz de la planta pueden variar mucho de los que se encuentran en las hojas, por ejemplo, señala Pieter Cohen. Profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard que estudia suplementos.
“Hablar de ashwagandha como un compuesto para aliviar el estrés. O como si fuera Tylenol o vitamina C, no tiene ningún sentido”, sostiene.
Los suplementos de hoy pueden contener concentraciones más altas de ingredientes que las que se encuentran en la naturaleza, añade Lilian Cheung a The New York Times. Ella es profesora de nutrición en Harvard T.H. Escuela Chan de Salud Pública. Eso significa que una pastilla de ashwagandha que compra en una tienda naturista, por ejemplo, probablemente no tenga la misma concentración. O el mismo tipo de ashwagandha que se usaba tradicionalmente en la medicina oriental.
Y debido a que los suplementos están tan poco regulados en EE UU, es difícil saber si está comprando ashwagandha real. Además, gran parte del conocimiento sobre sus beneficios proviene de su uso tradicional, advierte Yufang Lin. Especialista en medicina integrativa de la Clínica Cleveland.
Los estudios sobre la planta que existen tienden a tener un número relativamente pequeño de participantes humanos. Un metanálisis consolidó 12 de estos estudios más pequeños y mostró un vínculo prometedor entre la ashwagandha y el alivio del estrés.
Pero se necesitaría investigación adicional para demostrar esa conexión a mayor escala, asienta Anand Dhruva. Profesor de medicina y director de educación en el Centro Osher para la Salud Integrativa de la Universidad de California, San Francisco.
Algunas experiencias e investigaciones
Craig Hopp comenta que «a menudo, la gente piensa que como se ha usado durante miles de años debe ser bueno para algo, de lo contrario, la gente no seguiría usándolo». Pero sin una investigación definitiva que demuestre lo que puede hacer ashwagandha, los consumidores se quedan sin respuestas claras.
Existen algunas teorías sobre por qué las personas pueden reportar menos estrés después de tomar ashwagandha, según lo que los expertos saben sobre los adaptógenos en general. Melinda Ring, especialista en medicina integrativa de Northwestern Medicine, dice que la planta podría potencialmente suprimir los receptores de dopamina en el cerebro, que se aceleran cuando estamos estresados. También se cree que la ashwagandha ayuda a regular los niveles de cortisol. Y está el poder del efecto placebo: las personas pueden convencerse a sí mismas de que su ansiedad está disminuyendo.
En cuanto a la sensación de entumecimiento que los usuarios de TikTok afirman tener tras consumir la ashwagandha es posible que algunas personas experimenten un alivio de su estrés. Y ansiedad como emociones embotadas en general, adelanta Ring. “Pero en mi experiencia, y en los 1000 años que se ha usado, ese no suele ser el efecto”, puntualiza.
Para que la ashwagandha tenga una influencia calmante, en teoría, añade Lin, una persona necesitaría consumirla regularmente. Alrededor de dos veces al día durante varias semanas. Es poco probable que una cápsula o bebida infundida con el suplemento tenga el tipo de efecto instantáneo que anuncian algunos fabricantes.
Considera que es más probable que una meditación breve, o incluso una taza de té, lo tranquilice durante un momento de estrés intenso. “Los adaptógenos no funcionan como una aspirina. Trabajan con el tiempo”, aclara Ring.
Consultar a médicos o expertos
Para la mayoría de las personas, la ashwagandha tiene efectos secundarios relativamente mínimos, revelan los expertos. Algunos de los que lo consumen pueden experimentar malestar estomacal, náuseas o diarrea. En casos raros, quienes lo usan pueden vomitar.
Sin embargo, Ashwagandha podría ser peligrosa para ciertos grupos. Las personas con afecciones de la tiroides deben tener cuidado con el suplemento. Y aquellas con trastornos autoinmunes o cáncer de próstata sensible a las hormonas deben evitarlo, alerta Ring. Las personas que están embarazadas también deben mantenerse alejadas porque puede dañar o interrumpir un embarazo.
Los expertos entrevistados por The New York Times recomendaron hablar con su médico antes de probar la ashwagandha y asegurarse de preguntar si podría interactuar con algún medicamento que esté tomando. También es importante elegir un suplemento que provenga de una fuente examinada.
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