Por Cambio16
26/12/2016
La progresiva apreciación del dólar frente al euro, que avanza hacia la paridad entre ambas monedas, encarecerá las importaciones de petróleo pero mejorará la competitividad de las exportaciones, unos efectos cruzados que tendrán poco impacto en la economía nacional, según los expertos.
El euro cotiza actualmente en torno a los 1,04 dólares, lejos de los 1,12 euros que se anotaba a principios de octubre, una tendencia intensificada ante las subidas de los tipos de interés anunciadas por la Reserva Federal (Fed) que acerca ambas monedas a la paridad, prevista para el próximo año.
El catedrático de Economía de la Bangor University y director de Estudios Financieros de Funcas Santiago Carbó achaca esta tendencia al «progresivo desacoplamiento de las políticas monetarias en ambos lados del Atlántico», ya que mientras los Estados Unidos apuestan por subir tipos el Banco Central Europeo (BCE) prevé mantener los estímulos monetarios. A su juicio, esta tendencia desembocará en «cierta tensión» en los mercados emergentes, dada la importancia del dólar en los mercados financieros y de bienes y servicios internacionales.
En cuanto a España, los expertos consultados apuntan a efectos cruzados que, en cualquier caso, no serán muy relevantes dado que desde los niveles actuales del euro la paridad con el dólar es un movimiento «llamativo» pero no «muy brusco», en palabras de Víctor Echevarría, analista de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Por una parte, la apreciación del dólar «va a encarecer nuestras importaciones de energía», especialmente del petróleo que cotiza en dólares, señala la coordinadora del servicio de estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE) Almudena Semur. En ese mismo sentido, el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, precisa que el crudo ya está subiendo, lo que unido a la apreciación del dólar «va a ser un impacto bastante negativo sobre la factura importadora y también sobre la inflación».
Torres recuerda que «en los últimos años se había ganado poder adquisitivo gracias al abaratamiento del petróleo», lo que previsiblemente lastrará el consumo privado, que había sido uno de los factores que han impulsado la recuperación económica.
En el otro sentido, apunta Torres, la apreciación del dólar «tiene un impacto evidente que es la mejora de la competitividad desde el punto de vista del sector exportador», aunque no será «tan fuerte como en otras ocasiones» porque las empresas ya han alcanzado un buen nivel de competitividad y no parece que vaya a aumentar el número de destinos por el «resurgimiento de tensiones proteccionistas. La mitad de las exportaciones van al área euro», añade Echevarría para subrayar que «el efecto directo no será tan alto», aunque reconoce que la exportación de productos intermedios a países europeos que después venden a terceros «puede venir bien».
Sin embargo, sí destaca que la depreciación del euro obedece a que los tipos de la eurozona están más bajos que en los Estados Unidos, lo que repercute en unas condiciones de financiación «más favorables» que «en una economía muy endeudada como la española sí tiene un impacto positivo».
Así, el impacto de la paridad entre el euro y el dólar será positivo pero «reducido» para Echevarría -tanto por la escasa magnitud del cambio como porque no afecta a otras monedas como la libra-, mientras que Torres espera un impacto negativo porque el impulso a «la competitividad en la importación será más que contrarrestado por el impacto negativo sobre la inflación y el poder adquisitivo».
Semur coincide en que España tiene «una inercia muy fuerte» de crecimiento económico y recuerda que el IEE ve mayor impacto de las medidas aprobadas recientemente por el Gobierno -entre las que figuran subidas de impuestos y del salario mínimo interprofesional- que por la evolución de las divisas. «La recuperación ha venido en buena medida gracias al consumo interno, el turismo y, en menor medida, las exportaciones, con lo cual hay efectos cruzados» añade el profesor de Esade Robert Tornabell.