Por Iñigo Aduriz
04/07/2017
El Partit Demòcrata catalán (PDeCat), la antigua Convergència, del que forma parte el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha mostrado en las últimas horas algunas de sus fisuras en plena preparación de la consulta independentista defendida por el Ejecutivo autonómico y que se celebrará previsiblemente el próximo 1 de octubre.
No comparteixo q es cesi @jordibaiget És lleial i compromès. I si x declas +- afortunades se’l fa fora, n’hi ha que sobren de fa temps 1/3
— Francesc Homs (@franceschoms) 3 de julio de 2017
Las discrepancias han surgido a raíz de la decisión del presidente catalán de cesar a su conseller de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, después de que éste cuestionara en una entrevista en el diario Avui la posibilidad de celebrar el referéndum. Según ha informado la Conselleria de Presidencia de la Generalitat en un comunicado, el relevo entrará en vigor este martes cuando se publique en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (Dogc).
El cese ha generado un importante rechazo en el partido nacionalista. Uno de los primeros en reaccionar fue el exconseller Francesc Homs, que en diversos mensajes en Twitter ha dicho esta noche «no compartir» la destitución de Baiget y que si se le echa por «unas declaraciones más o menos afortunadas, hay que sobran hace tiempo» en el Govern, un mensaje que podría ir dirigido a miembros de ERC.
«Además, políticamente decisiones así ni suman ni hacen grande el proyecto, sino todo lo contrario«, ha subrayado Homs, que ha añadido una reflexión: «¿Cómo es que de momento somos los del PDeCAT a los que nos condenan los de Madrid y/o nos quieren fuera algunos de Cataluña? Estoy hasta los huevos».
El descontento también ha sido palpable en la diputada Marta Pascal, que ayer había manifestado su respaldo a Baiget a lo largo de la jornada. Miembros del partido a los que cita La Vanguardia han llegado a hablar de un «golpe de Estado» por parte del Govern.