La Agencia Internacional de Energía dijo en mayo que la emergencia sanitaria había afectado, pero no detenido, el crecimiento de las energías renovables. Medio año después, la perspectiva es positiva y realmente satisfactoria. Al cierre de 2020 la instalación de electricidad limpia alcanzará un nivel récord en el mundo.
En momentos de gran preocupación ante el auge de la pandemia, la AIE emitió un informe sobre las perspectivas del sector. El texto estaba marcado por la incertidumbre de una crisis sanitaria sin precedentes. En sus páginas se recogían varios escenarios, ahora el más óptimo ha sido confirmado en un nuevo documento.
Mientras la pandemia, en su segunda oleada, sigue afectado las economías y las sociedades, los mercados de energías renovables, especialmente las tecnologías de generación de electricidad, han demostrado su resistencia a la crisis. Renewables 2020 proporciona un análisis detallado del impacto de la COVID-19 en estas energías. Específicamente en electricidad, calor y transporte.
El informe de la AIE señala que las energías renovables utilizadas para generar electricidad crecerán casi un 7% en 2020, impulsadas por China, Estados Unidos y la Unión Europea. La expansión se produce a pesar de una caída anual del 5% en la demanda mundial de energía, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
La perspectiva optimista compensa la disminución de la bioenergía para la industria y los biocombustibles para el transporte, principalmente como resultado de una menor actividad económica. El resultado neto es un aumento general del 1% en la demanda de energía renovable en 2020.
AIE cifras récord de energía renovable
Un crecimiento aún más fuerte está por llegar. La India y la Unión Europea serán las fuerzas impulsoras detrás de una expansión récord de adiciones de capacidad renovable global de casi el 10% el próximo año. El crecimiento más rápido desde 2015.
Es el resultado de la puesta en marcha de proyectos retrasados en los que la construcción y las cadenas de suministro se vieron interrumpidas por la pandemia, y el crecimiento en los mercados donde la cartera de proyectos anterior a la COVID-19 era sólida. AIE espera que la India sea el mayor contribuyente al repunte de las energías renovables en 2021. Las adiciones anuales del país se duplicarán a partir de 2020.
“La energía renovable está desafiando las dificultades causadas por la pandemia. Muestra un crecimiento robusto mientras otros combustibles luchan por sobrevivir”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
Además, la resistencia y las perspectivas positivas del sector se reflejan claramente en el apetito de los inversores. «El futuro parece aún más brillante con nuevas adiciones de capacidad en camino de establecer nuevos récords este año y el próximo», añadió.
Durante los primeros 10 meses de 2020, China, Estados Unidos y la Unión Europea han impulsado la capacidad de energía renovable subastada en el mundo. Un 15% más que en el mismo período de 2019. Un récord que muestra expectativas de una fuerte demanda de energías renovables a mediano y largo plazo. Para octubre, las acciones de compañías solares habían duplicado su valor con respecto a diciembre del año pasado.
¿Resistentes a las incertidumbres políticas?
Los factores críticos que influirán en el ritmo de implementación de estas energías serán las decisiones políticas. Es el caso de China y el apoyo efectivo para la energía solar fotovoltaica en los tejados, que se ha visto afectada por la crisis a medida que los hogares y las empresas priorizaron sus inversiones. En condiciones políticas favorables, las adiciones anuales de energía solar fotovoltaica podrían alcanzar un récord de 150 gigavatios para 2022, un aumento de casi el 40% en 3 años.
“Las energías renovables son resistentes a la crisis de la COVID-19, pero no a las incertidumbres políticas”, indicó Birol.
El ejecutivo argumentó que los gobiernos pueden abordar estos problemas para ayudar a lograr una recuperación sostenible y acelerar las transiciones de energía renovable. Así, dijo que si en Estados Unidos se implementan las políticas de electricidad limpia propuestas habría un despliegue mucho más rápido de la energía solar fotovoltaica y eólica. «Aceleraría la descarbonización del sector energético», anotó.
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