Por Cambio16
23/08/2017
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La desaparición y muerte de la periodista sueca independiente Kim Wall no ha sido cubierta por los medios de comunicación como un crimen común. Los detalles han hecho que se convierta en una historia que lleve a la reflexión que involucra a una periodista joven, intrépida, explorando una historia inusual que involucraba a un submarino privado, un barco que luego se hundió en aguas danesas.
Su muerte fue confirmada este miércoles. La Policía de Copenhague ha confirmado un cuerpo femenino hallado sin extremidades ni cabeza en el mar Báltico el 22 de agosto pertenece a la periodista sueca. Los expertos llegaron a la conclusión tras realizar pruebas de ADN. Según publicó la Policía en su cuenta oficial de Twitter, hubo una «coincidencia de ADN entre el torso y Kim Wall».
Además, la Policía danesa precisa que el torso hallado fue desmembrado «deliberadamente» y que llevaba atada una pieza de metal, lo que que indica que esta parte del cuerpo fue hundida de forma intencionada, recoge la cadena danesa DR. La Policía también ha encontrado en la ropa del inventor del submarino manchas de sangre que está siendo analizada para saber si se corresponde con la de la mujer sueca.
Kim Wall fue vista por última vez en el submarino privado del inventor danés Peter Madsen. Ambos se embarcaron en el sumergible UC3 Nautilus el 10 de agosto y este desapareció la madrugada del día siguiente. Varias horas después, la embarcación se hundió y un barco privado rescató al hombre, al que la Policía acusó de haber acabado con la vida de la periodista. Conozca las claves de este misterio de película que tiene en vilo a Escandinavia.
¿Qué pasó?
El conocido inventor y empresario de 46 años invitó a Kim Wall, de 30 años, a bordo de su submarino Nautilus la noche del jueves para dar un breve paseo marítimo. La mujer trabajaba en un libro sobre Peter Madsen y escribía para medios como ‘The New York Times’ y ‘The Guardian’, entre otros.
De acuerdo con el plan, el submarino debía volver la misma noche al lugar de donde partió. Sin embargo, el sumergible desapareció. La mañana del día siguiente, el 11 de agosto, el buque fue hallado en la bahía de Koge, a 50 kilómetros de la capital danesa. No obstante, nadie ha vuelto a ver a la joven sueca desde entonces.
¿Qué afirmó Madsen sobre la desaparición de la periodista?
El inventor, que supuestamente se encontraba solo en el lugar del hundimiento, declaró en un primer momento que Kim Wall se había bajado de su navío tras un breve paseo.
Según Madsen, tras el descenso de la joven, decidió salir al mar otra vez, cuando el sumergible se hundió debido a fallas técnicas. El hombre fue rescatado por un barco privado. No obstante, la Policía danesa sospecha que el inventor podría haber hundido el buque a propósito para ocultar las pruebas de la muerte de la periodista.
La búsqueda de la mujer
Como Kim Wall no regresó a casa, su novio dio la voz de alarma y se inició una búsqueda a gran escala para localizar el sumergible. Lo acontecido suscitó las sospechas de las autoridades policiales y Madsen fue arrestado por el posible asesinato de la periodista.
El 13 de agosto, oficiales revisaron el submarino recuperado, pero no encontraron el cuerpo de la mujer. De todos modos, los detalles del registro del sumergible se mantienen en secreto. Se sabe que el buque fue inundado deliberadamente, probablemente para ocultar las huellas del crimen. Durante más de una semana de búsqueda, buceadores y buques examinaron la ruta del submarino y no encontraron nada en el mar.
Los detalles de la investigación y las versiones del inventor
El 21 de agosto, es decir, 10 días después de la desaparición de Kim Wall, Peter Madsen confesó que él se había desecho del cuerpo de la periodista. Según el empresario, la joven murió como resultado de un accidente a bordo del submarino, por lo que él decidió arrojar su cadáver al mar en un lugar no especificado. El inventor insistió en que no tenía nada que ver con su muerte, sin embargo, todavía se desconoce qué tipo de accidente habría tenido lugar en el Nautilus.
Se desconoce también la razón por la que el empresario mintió sobre lo sucedido. Además, nada asegura que Madsen pueda estar diciendo la verdad incluso ahora, por lo que aún no se le han presentado cargos por asesinato involuntario.
El hallazgo de un cadáver sin extremidades ni cabeza
La mañana del 22 de agosto se supo que la Policía danesa había hallado un torso femenino sin brazos, piernas ni cabeza en el mar Báltico, cerca del supuesto lugar de la desaparición de la periodista. Aunque no se pudo determinar inmediatamente si el cuerpo pertenecía a la periodista desaparecida, los expertos lo confirmaron tras realizar pruebas de ADN al cadáver. Según publicó la Policía en su cuenta oficial de Twitter, se detectó «una coincidencia de ADN del torso con Kim Wall».
Además, la Policía danesa precisa que el torso hallado fue desmembrado «deliberadamente» y que llevaba atada una pieza de metal, lo que que indica que esta parte del cuerpo fue hundida de forma intencionada, recoge la cadena danesa DR. La Policía también ha encontrado en la ropa del inventor del submarino manchas de sangre que está siendo analizada para saber si se corresponde con la de la mujer sueca.
Paralelamente, los técnicos policiales que investigan el navío encontraron restos de sangre en el sumergible que también coincide con el ADN de Wall.
Por el momento no se han revelado más detalles acerca de la investigación del misterioso caso que captó la atención de la prensa local e internacional.
Más allá del crimen, ¿Quién era Kim Wall?
Es casi una ironía que Kim Wall (Trelleborg, Suecia. 1987) haya encontrado un desenlace tan aterrador mientras trabajaba en un área tan familiar y aparentemente segura, dicen amigos y familiares. La periodista freelance de 30 años viajó por el mundo en busca de sus historias, desde Uganda hasta Cuba, las Islas Marshall y Kenia. En un momento dado, incluso, «se metió en» Corea del Norte.
«Kim ha trabajado como periodista en muchos lugares peligrosos, y con frecuencia nos habíamos preocupado por ella», escribió su familia en una carta a la televisión danesa mientras su hija seguía desaparecida. «Que algo pudiera pasarle en Copenhague, a pocos kilómetros de la casa de la infancia, no podíamos imaginarlo en absoluto».
Estudió relaciones internacionales en la London School of Economics y ganó un lugar en el riguroso programa de maestría de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. Trabajaba como freelance y era conocida por levantar historias extravagantes y poco conocidas en grandes reportajes. Entre sus trabajos se cuentan reportajes sobre la vida en gran centro comercial en el barrio chino de Kampala, un acercamiento a los proveedores de Internet subterráneos de Cuba que descargan y difunden nuevos episodios las Kardashians para ser vendidos en toda La Habana o las mujeres ricas en Nueva York que votaron por Donald Trump.
La prensa sueca reporta que la mujer, que escribía para medios como ‘The New York Times’, ‘The Guardian’, ‘The South China Morning Post’ y ‘Vice Magazine’, trabajaba en un material sobre Peter Madsen.
Más allá del horrendo crimen, la desaparición de Wall ha vuelto a plantear las preocupaciones sobre la seguridad de los periodistas independientes, un debate que fue ampliamente reavivado tras la noticia de la muerte de James Foley en Siria en 2014 . Y esta vez, la discusión también inevitablemente incluye si su género fue un factor.