El dictador norcoreano Kim Jong-un reconoció ante miles de delegados del congreso del Partido de los Trabajadores, que su plan económico quinquenal no ha logrado sus objetivos “en casi ningún sector”. Describió las dificultades que atraviesa Corea del Norte como “las peores de la historia”, “sin precedentes”.
En su discurso de apertura del congreso dijo que “casi todos los sectores quedaron muy por detrás de los objetivos establecidos” en el plan de desarrollo quinquenal aprobado en 2016. “Debemos promover y expandir más las victorias y éxitos que hemos obtenido a costa de sudor y sangre. Y evitar que se repitan las dolorosas lecciones”, dijo.
El congreso busca determinar “una nueva línea de batalla y políticas estratégicas y tácticas”. Asisten 250 ejecutivos del partido, 4.750 delegados y 2.000 espectadores.
Luego de revisar el estado actual de las industrias del metal, química, eléctrica y otros sectores pidió un nuevo plan quinquenal. Emplazó al Partido Comunista a emprender nuevas tareas para el desarrollo futuro.
Kim Jong-un y los fallos de su gestión económica
No es la primera vez que Kim Jong-un habla sobre los fallos del sistema y las políticas. En agosto admitió “problemas” económicos provocados por “desafíos sin precedentes e inevitables”. También que Corea del Norte carece de instalaciones médicas modernas y que las condiciones antidesastres en las zonas costeras son malas.
En esta ocasión, precisó que “la estrategia venció el año pasado, pero no alcanzó los objetivos en ninguno de los sectores”. El dirigente había tratado de acelerar el crecimiento económico e impulsar el suministro de electricidad. Sin embargo, las agencias de la ONU informaron sobre escasez crónica de energía y alimentos, exacerbada por las sanciones, la pandemia de coronavirus y las graves inundaciones.Corea del Norte es una de las naciones más pobres de Asia. Su ineficiente economía se está viendo afectada por cierres fronterizos con China por la pandemia, su principal salvavidas económico.
Además, por las consecuencias de una cadena de desastres naturales en el verano pasado y por las persistentes sanciones que responden a su insistencia en continuar su programa nuclear con objetivos militares. Se ha ocupado más en construir misiles intercontinentales que n darle comida, salud y educación a la población sometida a una férrea y cruel dictadura. Corea del Norte no ha dado paso alguno hacia la desnuclearización; al contrario, ha incrementado su agresividad hacia Corea del Sur, con la destrucción militar de su oficina de negocios en Pyongyang.
Trabajaré para alumbrar pronto la nueva era
El primer día del año, el dictador norcoreano Kim Jong-un se dirigió al país, a través de un carta manuscrita, difundida por los diarios KCNA y Rodong, en la que agradece al pueblo «haber confiado y apoyado invariablemente al Partido de los Trabajadores, «incluso en los tiempos difíciles».
«Deseo de corazón a todas las familias a lo largo del país una mayor felicidad y a los seres queridos buena salud. En este nuevo año también trabajaré para alumbrar pronto la nueva era en la que los ideales y deseos de nuestra gente se hagan realidad».
Kim Jong-un
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