Kim Jong-un llamó nuevamente la atención. Esta vez no por sus excentricidades personales ni por sus amenazas bélicas. El régimen dictatorial de Corea del Norte prohibió los suicidios y los calificó de «traición al socialismo», ante un creciente índice de muertes autoinfligidas
Jong-un solicitó a los gobiernos locales que tomen medidas preventivas para bajar la ola de suicidios que se registra. Una agencia no-oficial aseguró que aumentaron un 40% en 2023 respecto al mismo período del año pasado.
“Hay muchos factores de malestar interno en Corea del Norte debido a las dificultades de la gente”, afirmó un portavoz del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur, recoge The Mirror. También los crímenes violentos se han incrementado a medida que la gente lucha para llegar a fin de mes. El aumento de muertes por voluntad propia, se agrega que las ocasionadas por hambrunas se han triplicado.
«A pesar de la política de prevención del suicidio ratificada por el Kim, los funcionarios no encontraron una solución adecuada. La mayoría de los suicidios fueron causados por la pobreza extrema y el hambre, por lo que nadie puede encontrar una contramedida en este momento”, afirmó el vocero.
Asimismo indicó que en la orden de Kim se hace hincapié en que los funcionarios responsables rendirán cuentas conjuntamente. «Porque el suicidio es un claro desafío social y una traición contra el país”, destacó el máximo dirigente de Corea del Norte en su decreto.
Ola de suicidios en Corea del Norte
Un funcionario de la provincia nororiental de North Hamgyong señaló bajo anonimato al Servicio Coreano de RFA (Radio Free Asia) que la orden secreta de Kim, cuyo contenido era confidencial, se entregó en reuniones de emergencia convocadas en cada provincia con los líderes provinciales del partido. La respuesta de Kim fue ordenar «que se asegure cada grano de arroz y que todos ayuden en la cosecha».
Asimismo, resaltó que los funcionarios del Partido Comunista norcoreano no pudieron ocultar sus expresiones de ansiedad ante la elevada cantidad de casos de suicidios en esa provincia. Solo en Chongjin y el condado cercano de Kyongsong se suicidaron 35 personas este año.
Agregó que la mayoría de los casos involucraban a familias enteras que terminaban sus vidas juntas. «Los asistentes se sorprendieron por la divulgación de notas de suicidio que criticaban ell sistema social que los condena a morir de hambre. En la ciudad de Hyesan, un niño de 10 años y la abuela, con quien vivía después de que sus padres murieran de hambre, se mataron con veneno de ratas. Esta terrible circunstancia trajo una gran tristeza al vecindario”, contó.
El funcionario describió otros casos impactantes revelados en la reunión, incluida una pareja de 60 años que se colgó de un árbol en las montañas. Y una familia de cuatro personas que, después de comer juntos su última comida familiar, ingirieron cianuro de potasio, un químico altamente tóxico. A menudo se utiliza en la minería de oro. “El suicidio en familia es un acto final de desafío contra un sistema sin esperanza”, asentó.
Posible catástrofe humanitaria
Corea del Norte está experimentando una grave crisis alimentaria en cascada que impacta a la población que la induce al suicidios para poner fin a una vida sin comida y sin esperanza. Los analistas advierten que la situación actual podría deteriorarse aún más y desembocar en una catástrofe humanitaria como la de los años noventa generada por la disolución de la Unión Soviética, su principal aliado.
Los precios de alimentos básicos desproporcionadamente en Corea del Norte porque cada vez son más escasos. Un estudio de The Stimson Center de Washington indica que aunque en Corea del Norte hubo escasez de alimentos en el pasado, podría decirse que esta vez es más grave debido a la respuesta de Kim Jong-un al brote de coronavirus en la vecina China. A principios de 2020 Kim cerró las fronteras y suspendió todas las importaciones, incluidos alimentos y medicinas.
La situación es más crítica porque los países que proporcionaron millones en ayuda a Corea del Norte en los últimos años han recortado su asistencia en respuesta al incremento de la beligerancia de Pyongyang. En 2022, Corea del Norte intensificó su retórica contra quienes percibe como sus enemigos y continuó el desarrollo de ojivas nucleares y disparó aproximadamente 80 misiles, incluidas varios proyectiles de largo alcance sobre territorio japonés.