En la región volcánica del Gran Valle del Rift de África Oriental, los cambios tectónicos liberan cantidades gigantescas de energía limpia. En su extensa superficie saltan a la vista explosiones de vapor desde las profundidades de la Tierra. Todo un espectáculo de nubes flotando. Ese potencial energético es utilizado masivamente en Kenia y se ha convertido en el séptimo mayor productor de energía geotérmica en el mundo.
En Olkaria, cerca del Parque Nacional Puerta del Infierno (Nairobi) hay cinco centrales eléctricas que producen alrededor de 800 MW. Capacidad suficiente para abastecer a más de cuatro millones de hogares al año. Esta fuente de energía, junto a la hidroelectricidad, permite a Kenia afrontar mejor los efectos del cambio climático.
Puerta del Infierno, el particular nombre del parque, proviene de los manantiales termales de azufre que hay en esta parte del Gran Valle del Rift. Una inmensa falla geológica que poco a poco va abriéndose al continente africano permitiendo que el calor subterráneo emerja.
«Tenemos una gran sequía que nos persigue desde hace tiempo, desde hace 3 años. Y el país no ha sentido su impacto en términos de generación de energía gracias a la geotermia instalada en Kenia», dijo Cyprus Karingithi, subdirector de Kenya Electricity Generating Company, KenGen.
«Nuestro potencial geotérmico es de 10.000 MW en 23 emplazamientos. Lo que hemos instalado hasta la fecha es sólo en dos emplazamientos, aquí en Olkaria y una pequeña planta en Eburru. Así que tenemos un enorme potencial que está sin explotar, en realidad no creo que hayamos aprovechado ni el 1%», comentó a Euronews.
La relación de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) con Kenia se remonta a décadas atrás y Japón ha invertido 852 millones de dólares en Olkaria.
Kenia apuesta por la energía geotérmica
La geografía de Olkaria y del parque nacional son impresionantes. No solo las rocas volcánicas y los vapores gravitando, también los acantilados y las cascadas dibujan un paisaje exótico y mágico. Además de que estas formaciones tectónicas permiten a Kenia proveer de energía geotérmica a sus poblaciones y tal vez, a futuro, para otras funciones o actividades.
El representante principal de JICA Kenya, Iwama Hajime, afirmó que «pueden utilizar sus propios recursos, no hay necesidad de importar energía. El precio de la energía geotérmica es muy bajo y es una energía limpia, sin emisión de carbono».
Existen oportunidades geotérmicas en todo el Valle del Rift de África. En Etiopía se está construyendo una central geotérmica en la región de Aluto Langano, aprovechando las potencialidades.
Actualmente la principal fuente de energía de Etiopía, la hidroeléctrica, se ha vuelto inestable debido al impacto del cambio climático. Pero tiene un abundante potencial geotérmico: unos 10.000 MW de energía eléctrica.
Y en Yibuti, agregó Euronews, la producción de energía geotérmica está en su fase inicial, ya que para encontrar el lugar perfecto se necesita tiempo, estudios por satélite y de superficie y análisis de gases. Además de dinero por adelantado. Un pozo cuesta unos 500 millones de dólares.
Yibuti está en el Cuerno de África. Es un país de habla principalmente francesa y árabe, con matorrales, formaciones volcánicas y playas en el golfo de Adén.
«Hay 1000 MW de potencial en ese país. Y su demanda actual de electricidad es de varios cientos de megavatios. Así que si podemos desarrollar una décima parte del potencial será un gran impacto en la combinación energética de Yibuti», señaló Masuda Kanako. Asesora de Formulación de Proyectos de JICA Yibuti.
Nuevos proyectos de expansión en África
Hasta ahora, la energía hidráulica ha sido la fuente principal de electricidad, pero esto ya está cambiando. En los próximos cinco años, el gobierno planea duplicar la capacidad, abriendo tantos manantiales geotérmicos como sean necesarios para cubrir el 49% de la red eléctrica recogió El Diario. Este suministro es más barato y estable que los embalses, que se ven muy afectados por las sequías.
“Kenia está reduciendo su dependencia de la energía hidráulica por el cambio climático. Actualmente, cuando los embalses se secan, el gobierno tiene que paliar el desabastecimiento energético importando gasóleo. Eso es costoso y por eso quieren tener más energía geotérmica”, indicó Geordie Colville, coordinador del Fondo Global para el Medio Ambiente de Naciones Unidas.
La energía geotérmica lleva la delantera. Tras 31 años en esta industria, Cyprus Karingithi se alegra de que las condiciones de inversión por fin son las ideales. “Es mucho más fácil ahora conseguir financiación porque los inversores internacionales están más interesados en energías renovables y el Gobierno”. E insiste en que el objetivo de abastecer a la mitad del país con energía geotérmica es realizable.
Otros países africanos siguen los pasos a Kenia en sus desarrollos de energía geotérmica. Etiopía, Yibuti. También Tanzania, Uganda y Ruanda estarían desarrollando planes similares.
Duro impacto en el medio ambiente
La energía geotérmica en Kenia tiene un gran costo para el ecosistema local. Expertos en medio ambiente afirman que el complejo Olkaria afecta a casi la mitad del parque nacional Puerta del Infierno. Importante refugio de cebras, jirafas y antílopes. KenGen indicó que ese dato es exagerado e insiste en que ha intentado minimizar el impacto. Por ejemplo, colocando las tuberías sobre pilotes para que los animales puedan pasar por debajo. Aún así, muchos pájaros han muerto al chocar contra los cables eléctricos o han tenido que abandonar sus sitios de reproducción.
El futuro podría ser aún peor. La empresa quiere instalar molinos de hierro y acero y crear un complejo industrial al borde de la zona protegida. Esto sería altamente contaminante por la degradación de la calidad del aire y el agua. El tráfico y el aumento de población que implica.
Un mal menor para quienes defienden la energía geotérmica. En los próximos cinco años la producción de carbón y gas sufrirá un importante aumento por los planes del Gobierno. Pues pretende abastecer a una población que se espera que casi se duplique en el año 2050.