El cambio climático y otros factores como el exceso de ganado y la falta de lluvias han hecho que Kenia sea más vulnerable a la sequía extrema. Una parte importante de la población pasa hambre. Y los animales se están muriendo, lo que definitivamente llama la atención de la ONU. Esta vez, en un intento por alertar a la comunidad internacional, un funcionario humanitario del organismo expresó su preocupación por la falta de recursos para abordar la crisis de sequía en la región.
Martin Griffiths, subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, alertó al resto del mundo que en Kenia, específicamente en la región de Turkana, familias enteras pasan tiempo sin comer nada pues sus animales ya han muerto de hambre. Si bien los ojos de la comunidad internacional están puestos en las consecuencias de los terremotos en Turquía y Siria o en la guerra en Ucrania, el norte de Kenia sufre otros problemas en silencio.
La escasez de precipitaciones ha llevado la sequía a otro nivel. Van cinco temporadas de lluvias fallidas, lo que recrudece la situación en el país del Cuerno de África. Según ACNUR, en todo el cuerno 20.500.000 de personas se enfrentan a una crisis de hambre terrible y «totalmente evitable». En Kenia son 3.500.000 de personas las afectadas por una grave inseguridad alimentaria y desnutrición aguda.
La ONU pide por Kenia
En septiembre de 2021, tras varias temporadas fallidas de sequía, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, declaró «desastre nacional» dadas las condiciones de sequía extrema.
A principios de año, la ONU advirtió que aproximadamente 13.000.000 de personas enfrentan hambre severa en la región más amplia del Cuerno de África. Como resultado de las persistentes condiciones de sequía. «Las tasas de desnutrición son altas en la región y las condiciones de sequía están afectando a las comunidades de pastores y agricultores», declaró el organismo.
Kenia no es el único país con esta situación. Tanto Somalia como Etiopía enfrentan las condiciones más secas registradas desde 1981, según datos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Kenia recurre a los cultivos transgénicos
Ante la reducción de la producción de cultivos en el país, los habitantes han tenido que tomar medidas extremas como la adopción de cultivos modificados genéticamente (MG). Los cuales son resistentes a las sequías y a los ataques de plagas. A pesar de que el país mantenía una prohibición de estas tecnologías, la crítica situación ha hecho que el Gobierno levantara la prohibición de estos cultivos. Reconociendo la necesidad de apostar por los cultivos MG para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente.
Eliud Kireger, director general de la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia, dijo que el cambio climático, la severidad de la sequía y la aparición de nuevas plagas como el gusano cogollero y el taladro del maíz, y enfermedades como la necrosis letal del maíz, representan una «amenaza real» para los alimentos, la alimentación animal y la seguridad nutricional. Kireger señaló además que es fundamental que los agricultores en Kenia estén convencidos de adoptar tecnologías beneficiosas como los cultivos transgénicos.
Orando para que cese la sequía extrema
Vaticinando una sexta temporada de lluvias fallida, el presidente de Kenia se refugia en la religión con una jornada nacional de oración. La iniciativa responde a un llamado conjunto de los líderes espirituales del país para dedicar todo un día a rezar para aliviar las condiciones de sequía en la nación.
«Como gobierno, hemos establecido planes elaborados para la seguridad alimentaria: tenemos semillas, fertilizante en abundancia y estrategias de captación de agua, incluyendo represas. Ahora necesitamos que Dios nos envíe la lluvia», indicó el mandatario. «Pido a la gente de todos los credos que recen por nuestro país».
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos hace un llamado a los países donantes para que proporcionen 2.400 millones de dólares este año. El dinero estaría destinado a ayudar a evitar una crisis mayor en el país.