Por Natalia Lobo
03/06/2018
Una sola participación en la Copa del Mundo le bastó a Just Fontaine para dejar su huella en el torneo más importante del fútbol. En el Mundial de Suecia de 1958, Fontaine lideró a Francia y se convirtió en el máximo artillero del torneo con 13 goles en una única edición. Hasta el sol de hoy ningún futbolista ha podido repetir semejante hazaña.
Fontaine nació en Marruecos el 18 de agosto de 1933, cuando este era un Protectorado Francés. Comenzó su carrera en el USM Casablanca de Marruecos, en 1950. Tres años después, pasó a jugar con el OGC Niza en la Ligue 1 de Francia, con el que logró 44 tantos en tres temporadas.
En 1956 fichó por el Stade de Reims, para cubrir la marcha de Raymond Kopa al Real Madrid. Logró marcar 121 tantos en seis campañas. En la primera división francesa, Fontaine tuvo una media de 0,83 goles por encuentro, logrando 165 tantos en 200 partidos. Consiguió ser el mejor goleador en dos ocasiones (1958 y 1960).
Just Fontaine y sus 13 goles
Fontaine logró su hazaña cuando el fútbol no era el negocio de entretenimiento y marketing que es hoy. El delantero, que esa temporada había logrado un doblete con el Stade de Reims, llegó a Suecia con una de sus botas rotas. Tuvo que pedir prestadas las de su compañero Stéphane Bruey, uno de sus suplentes. Fontaine bromea con que sus goles fueron inspirados por “dos espíritus en el interior de un mismo zapato”.
Fontaine podía marcar desde cualquier posición, era hábil con ambos pies y también dominaba el juego aéreo. Junto a Raymond Kopa, Fontaine animó a una selección francesa que estaba lejos de ser la favorita para llevarse el torneo. Sin embargo, a punto estuvo de quedarse fuera del Mundial. En 1957 se operó el menisco e iba a ser sustituido por René Bliart. Pero Bliart sufrió un esguince de tobillo y hubo que llamar a Fontaine.
Marcó tres contra Paraguay (7-3), dos contra Yugoslavia (2-3), uno frente a Escocia (2-1), dos contra Irlanda del Norte (4-0), uno contra Brasil (2-5) y cuatro ante la RFA (6-3) en la final de consolación. En total 13 goles en seis partidos.
Sin embargo, en aquel momento el récord pasó casi desapercibido. Incluso para el mismo Fontaine, quien siempre ha manifestado su disgusto por perder las semifinales contra Brasil. En aquel partido, Francia jugó con diez toda la segunda parte debido a la lesión de Robert Jonquet. En esa época todavía no se podía sustituir a un jugador lesionado.
Fontaine tampoco recibió una Bota de Oro. La única conmemoración a su hazaña fue la de un periódico sueco, que le regaló un fusil para simbolizar el título de máximo goleador.
Retiro temprano
El 20 de marzo de 1960, Fontaine sufrió una fractura en la tibia y el peroné provocada por una dura entrada durante un partido de la Ligue. Nueve meses después intentaría volver a los terrenos de juego, el 1 de enero de 1961, sin embargo, su pierna se resintió en el mismo lugar.
Con tan solo 27 años, Fontaine tuvo que abandonar el fútbol. Su retiro se hizo oficial el 5 de julio de 1962. Con Francia consiguió 30 goles en 21 partidos, los últimos dos firmados ante Chile en 1960. Su despedida con la selección fue el 11 de diciembre de 1960 ante el combinado de Bulgaria.
Miroslav Klose, Ronaldo y Gerd Mueller son los únicos jugadores que han marcado más goles en la competición que “el viejo fusil” pero todos ellos necesitaron dos o más ediciones para conseguirlo. Los 13 goles de Fontaine en una sola edición parecen imposibles de superar.