El delegado del Gobierno de Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, explicó este sábado la última fase del rescate de Julen, que fue hallado sin vida a las 1.25 de esta madrugada. “La posición del cuerpo determina que fue una caída libre, rápida, hasta los 71 metros, cota en la que se encontró”, aseguró el delegado en rueda de prensa.
Gómez de Celis explicó que los primeros resultados de la autopsia “serán trasladados a su señoría”. El delegado recordó que “todos los sumarios deben ser secretos. Por nuestra parte, no podemos comunicar ningún tipo de adelanto o circunstancias. Cuando esté finalizada la autopsia, se trasladará a la de la juez”. La investigación la lleva la titular del Juzgado de Instrucción 9 de Málaga, que abrió el caso el pasado martes.
El delegado precisó que el cuerpo de Julen fue localizado por dos mineros y un guardia civil de montaña, que acompañaba a la pareja de trabajadores para su supervisión. Asimismo, explicó que el cuerpo estaba cubierto de tierra y que “la principal hipótesis” que maneja la Guardia Civil es que fueran desprendimientos de tierra procedentes de la paredes del pozo, que son “muy imperfectas y arenosas”.
También señaló que existen «diversas teorías» sobre el «tapón» encontrado en el pozo, pero que todavía no hay ninguna certeza. La Guardia Civil ha tomado muestras del tapón para investigar su composición. Igualmente, el delegado se refirió a la posible bolsa de aire que era del tamaño del pequeño.
“La investigación queda a manos de la magistrada”
Por otra parte, Gómez de Celis aseguró que la Junta tapó anoche el pozo con una lámina de acero de 600 kilos y que la idea es rellenar y sellar ambos pozos cuando se tenga la orden judicial.
Asimismo, el delegado explicó que la operación, en la que participaron más de 300 personas y tomó casi dos semanas, “se realizó de manera urgente y todos los trabajos que se han acometido se han basado en una tesis: que Julen estaba en el pozo (…) Se ha trabajado con urgencia, pero con mucha delicadeza. Porque se trataba de llegar sin causarle daño”, aseguró.
«Ha sido una carrera de obstáculos, los que la montaña nos ponía. Parece que la montaña se defendía«, ha dicho. La operación de rescate se inició desde el pasado 13 de enero, día en el que Julen cayó en el pozo, que carecía de los permisos necesarios, mientras su familia se encontraba en una finca de Totalán.
13 días de esfuerzo sin descanso
El agujero, de 25 centímetros de diámetro y una profundidad de 110 metros, además de las características del terreno, de una gran dureza, supusieron un obstáculo difícil de superar en una carrera contrarreloj para llegar al niño lo más pronto posible.
Después de descartar la construcción de un primer túnel horizontal, los esfuerzos se centraron en una galería vertical y otra horizontal para poder llegar al lugar donde se creía que estaba el pequeño. Sin embargo, las dificultades de la excavación, en la que se usaron 12 máquinas, y para encamisar el túnel retrasaron los trabajos.
Finalmente, los mineros de la Brigada de Salvamento de Hunosa pudieron empezar la fase final de la operación el jueves y hallar el cuerpo esta madrugada, después de casi 32 horas de trabajo en la galería horizontal de casi 4 metros. Fue un operativo que contó con el apoyo de ingenieros, bomberos, mineros, miembros de Protección Civil y vecinos que no pararon durante 13 días llenos de angustia.
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