Las últimas semanas han sido realmente duras para los sanitarios, policías y todos aquellos trabajadores esenciales que están en primera línea de batalla contra la pandemia del coronavirus. En este sentido, Juan Gerstl, artista licenciado en Comunicación Visual en el Centro de Diseño Digital de Caracas, Venezuela, vuelca todo su esfuerzo, herramientas y maquinaria para aportar su grano de arena en la lucha contra el COVID-19. «La obra más importante es proteger la vida», recalca Gerstl en su entrevista a Cambio16.
Ante la necesidad de material sanitario por parte de quienes enfrentan el virus en primera línea y que corren un riesgo elevado de contagio; unos para proteger y salvar vidas, otros para evitar un desplome estrepitoso de la economía española, el artista venezolano que vive en Madrid ha convertido su taller artístico, ubicado en el Barrio de las Letras, en uno dedicado a la producción de material de protección sanitaria. Lo hace junto con su primo, Francisco Cosson, administrador de la empresa.
Ayudar para sumar
Juan Gerstl se define como ‘el creativo’ de la compañía. Él y Cosson se preguntaron cómo podían contribuir y ayudar a todos los que enfrentan el coronavirus. Así como a todas las personas que colaboran con que esto acabe lo antes posible.
“Venimos de un país que está prácticamente destrozado, en guerra, y nos criamos en un ambiente de ayudar siempre al prójimo y ver cómo sumar”, señala el artista venezolano a Cambio16.
Entonces, decidieron comenzar a fabricar máscaras con viseras que cubren el rostro y reforzar así la seguridad de la mascarilla que utilizan los sanitarios. Son una “primera protección”, comenta Gerstl. “Necesitábamos crear algo muy resistente, muy liviano y rápido de producir”, asegura.
Esta iniciativa solidaria ha nacido hace tres días. Inspirada en el arte que Gerstl plasma en sus obras, ‘poesía geométrica’. Para empezar el proyecto, lanzaron una campaña de microfinanciación a través de GoFundMe. En un día recaudaron el objetivo.
«Tenemos que proteger la vida»
Los materiales que utilizan Gerstl y Cosson para fabricar las máscaras de protección facial son PVC y policarbonato; materiales de la industria gráfica que son sólidos y ligeros. También emplean un taladro eléctrico de control numérico, es decir, una máquina CNC (control numérico computarizado).
Las máscaras son reutilizables una vez sean “esterilizadas, con cloro, lejía, alcohol o cualquier otro producto desinfectante potente”, explica Gerstl.
“Cada obra tiene un mensaje, unos más fuertes y otros más bonitos; otros más sencillos o más complicados. En definitiva, todas las piezas son únicas. A pesar de estar haciendo por primera vez en mi vida una producción en masa, al ver todas las máscaras, veo una sola. Aquí el único arte que protegemos es la vida y eso es lo que queremos hacer. No hay una obra más importante que esa”, resalta.
«Reinventarnos como sociedad»
La primera donación de máscaras protectoras que han hecho Gerstl y Cosson fueron “100 máscaras para policías y médicos de Arganda del Rey”. “Hemos creado una red entre varias personas, fundaciones, amigos y ciertas personas que vienen, recogen las máscaras y las entregan a los doctores”, amplía Gerstl sobre su trabajo a Cambio16.
“Somos una especie de sociedad civil que trata de ayudar. Si no tomamos nota de esta situación para analizarnos como personas y reinventarnos como sociedad, no avanzaremos”, sostiene sobre la importancia de conectarnos con los que nos rodean en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
“Yo le digo a los policías que se pasen por el taller, que les vamos a donar máscaras. Esta mañana me ha contactado la policía de Vallecas, preguntándome si por favor les podríamos donar 30 unidades”.
Más de 300 unidades en un día
Respecto a cómo reaccionan los sanitarios a su iniciativa y sus máscaras, dice que es “increíble”. Cuenta que el trabajo de sus máscaras se expande entre los médicos. “Un día te piden 10 y al día siguiente ya te piden 100. Me piden máscaras hasta los hospitales privados. Una vez que las reciben; las esterilizan y las ponen en marcha”.
Hasta el momento Gerstl y Cosson han donado 600 máscaras, “entregadas a médicos y policías”, afirma el artista. Un suministro que llevan a cabo contactando directamente con los sanitarios.
A su vez, escuchan las sugerencias que estos les hacen para mejorar las máscaras. Gerstl define que la colaboración entre artista y médico como “un trabajo en equipo interesantísimo”. En un día son capaces, con todo el esfuerzo que supone, de fabricar más de 300 unidades.
Una iniciativa para generar esperanza y motivar a la gente a luchar por la vida, ayudándose los unos a los otros.
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