Reducir residuos y valorizarlos son los objetivos clave de la empresa Damm en todos los procesos de producción de cervezas. Y lo hace en el marco de la Economía Circular, un nuevo paradigma económico que camina de la mano con la conservación del medio ambiente.
Juan Antonio López Abadía, director de Optimización de Energía y Medio Ambiente de la empresa cervecera con sede en Barcelona, así lo expresó durante su intervención en el Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medio Ambiente, realizado recientemente en Madrid, por el grupo EIG Multimedia.
“El compromiso de Damm con la sociedad incluye el compromiso medioambiental y desde hace muchos años trabajamos en que cada vez que tomamos una cerveza, el planeta no lo note. Generamos productos y subproductos y 99% de lo que entra a nuestras fábricas, sale valorizado”, dijo López Abadía, quien fue invitado a participar en la Mesa de Economía Circular.
El agua, la energía, las semillas de cebada, todos los elementos que intervienen en el proceso de producción cevecero de Damm son utilizados por las empresas del grupo comprometido con el modelo económico circular, explica el ejecutivo.
La Economía Circular trata del máximo aprovechamiento de los recursos empleados en los procesos productivos, en consonancia con los Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por Naciones Unidas. Y es un modelo que se impone en España para ayudar a combatir el cambio climático.
Agua y energía maximizados en Damm
Mientras la escasez de agua se hace crítica en zonas de España, en las fábricas de Damm se trabaja para reducir su consumo y sacarle el máximo provecho a su beneficio. Y la Economía Circular es parte de la filosofía corporativa.
“Instalamos sistemas de limpieza que permitían que el agua final de un proceso de aclarado, prácticamente limpia, sirviese en procesos de pre-enjuagues como lavar los cubiertos y luego enjuagarlos con el agua que ha sobrado”, expresa López Abadía.
Agrega que han trabajado también el cálculo de su propia hoya hídrica, la cual emplea una de sus plantas pilotos en Murcia y se ha convertido en pionera en España. “Hemos trabajado de la mano del agricultor para asesorarle sobre en qué momentos debían regar o no, para reducir el gasto del agua”.
También, Damm empleó el mismo criterio para reducir sus consumos energéticos, según López Abadía. Lograron que sus empresas aprovecharan el calor residual para reducir la huella de carbono. “En unas fábricas de cerveza hay balances de calor y frío y si somos capaces de aprovechar el proceso de enfriamiento para otro proceso de calentamiento, reducimos el gasto de calor. Eso unido a que hemos puesto fuentes de energía renovable en nuestras propias fábricas y compramos electricidad de energía no renovable, nos permite reducir nuestra huella de carbono”.
Además, este paso ha ido acompañado de la cogeneración, una forma de generar energía en el mismo lugar donde se consume. Un proceso que realizan desde finales de la década de los 90 , según señala. “Esto permite reducir no solo los costes de transporte de energía, sino también el consumo energético que supone esa pérdida de transformación. Y así hacemos mucho más eficiente nuestro proceso”.
Agradecidos con la participación en el Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medio Ambiente de Juan Antonio López Abadía, representante de DAMM @EstrellaDammEs por su presencia en la Mesa de Economía Circular.#clima16 #unetealcambio #eltiemposeagota pic.twitter.com/BrK4YWgoZf
— Cambio16 (@Cambio16) November 3, 2019
Contribuir con el medio ambiente
La empresa cervecera también utiliza al máximo los subproductos que genera el proceso de producción. “Elaboramos un subproducto que es barato y que destinamos a la alimentación animal. Eso nos permite que en la alimentación de vacas, el rumiante al comer barato da más leche y además da una salida nueva a nuestros productos”.
Otro de los subproductos es la levadura que destina a la alimentación de los cerdos, al final del proceso de fermentación. Al igual que el grano de la cebada que convierten finalmente en malta.
“Intentamos que todo lo que ingresa a nuestra fabrica tenga una segunda salida. Podemos decir que casi 99% de todos lo que entra en fábrica, luego se valoriza. Yo lo asemejo un poco a cuando hablamos de aprovechar el cerdo hasta los andares. En nuestro proceso intentamos que se valorice todo”.
Ante las dificultades que pueden representar la reducción de consumos energéticos, López Abadía asegura que Damm apuesta por la innovación. “Montamos distintos proyectos como la planta de generación de bideogas, en colaboración con Ferrovial. Al final intentamos que nuestra cadena de valor todo lo que entra tenga una segunda salida”.
Campañas de reciclaje y reutilización
Como para cerrar el círculo productivo, Damm realiza desde hace 25 años una campaña de sensibilización sobre el mejor aprovechamiento de sus productos. En las playas de la costa mediterránea han instalado prensas de latas para el reciclaje.
«Una lata no pesa más de 13 gramos, así que va a la prensa de latas y la comprimimos para fomentar el reciclaje. Reciclar 6 latas equivale a 10 minutos de emisiones de un coche».
La campaña la realiza de mano de organizaciones de personas con discapacidad quienes se encargan de darle mantenimiento a la prensa y gestionar el aluminio. «Es una compaña proactiva y focalizada a que el consumidor se sensibilice. Y, al mismo tiempo, dar oportunidades laborales a las personas con discapacidad».
Pero no queda allí el esfuerzo de Damm para contribuir con el medio ambiente. También dispone de vasos reusables. «Y si no, apostamos por el vaso de maíz».
«Para nosotros es muy importante la reutilización. La mayor parte de productos que ponemos en hotelería es retornable. Cada vez que os toméis una cerveza la botella puede ser reutilizada hasta 30 veces«.
Para más información ingresa a Cambio16
Lea también: Jorge Neri: Necesitamos de la naturaleza para subsistir, pero ella no necesita de nosotros
Jorge Neri: Necesitamos de la naturaleza para subsistir, pero ella no necesita de nosotros