Los trabajadores del mundo celebran su día con nuevas solicitudes reivindicativas. Lejos muy lejos en el tiempo, 200 años atrás, quedaron las peticiones de “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio, ocho horas de sueño”. Se pide más salario, más tiempo libre y más seguridad de todo tipo, en especial de la salud. La semana laboral de cuatro días es la gran demanda en nuestros días.
Este 1 de Mayo habrá pancartas exigiendo este beneficio en las marchas y eventos organizados en casi todo el mundo. La fecha honra a los trabajadores que desafiaron las extenuantes jornadas de hasta 18 horas diarias, liderados por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo. Conocido como el Día Internacional del Trabajador, conmemora la lucha de los trabajadores de la fábrica McCormick en Chicago en 1886, quienes luchaban por mejores condiciones laborales. Incluía una jornada laboral de 8 horas.
Su demanda culminó en una huelga masiva y la trágica masacre de McCormick. Hito histórico que impulsó la adopción universal de la jornada laboral de ocho horas y la semana laboral de 48 horas. En la mayoría de los países con legislaciones laborales se ha estandarizado en 40 horas semanales. Ahora se aspira reducirla a 32 horas, o sea 4 días a la semana. Pero no debemos olvidar que aún hay muchos países en los que los trabajadores ni siquiera han logrado las ocho horas por día.
32 horas en 4 días
La semana laboral de 40 horas no es una norma inmutable. De hecho, el economista John Maynard Keynes predijo en 1930 que, para 2030, la productividad y el nivel de vida aumentarían tanto que solo necesitaríamos trabajar 15 horas a la semana. Visión que fue compartida en 1956 por el entonces vicepresidente Richard Nixon, quien anticipó una semana laboral de cuatro días en un “futuro no muy lejano”.
La idea de una semana laboral más corta gana terreno en Europa desde los años noventa, con políticos como Jacques Delors y Gilles de Robien respaldándola. Partidos políticos y organizaciones como Intraprenör y 4 Day Week Global, abogan por una jornada laboral de cuatro días. Se pretende mejorar la calidad de vida de los trabajadores, aumentar la productividad y mitigar la escasez de trabajadores cualificados.
Desde el inicio del siglo XXI, se han realizado numerosas propuestas y de la semana laboral de cuatro días en varios países. Estos experimentos han demostrado beneficios como el aumento de la productividad, la reducción del estrés y la mejora del equilibrio entre la vida laboral y personal. Pero también hay algunas debilidades.
Primeros intentos en Europa
En Francia, se aprobó una ley en 1998 para reducir la jornada semanal de 39 a 35 horas a partir del año 2000. Sin embargo, su implementación fue limitada debido a la resistencia empresarial y a la situación económica. La crisis financiera de 2008 también afectó las iniciativas de reducción de la jornada laboral.
En el Reino Unido, el escritor Owen Jones defiende la semana laboral de cuatro días. Argumenta que tiene repercusiones positivas para reducir el desempleo, mejorar la salud, aumentar la productividad y mejorar la vida familiar. En 2022, 60 empresas con 3.000 trabajadores probaron la semana laboral de cuatro días sin reducción de salario. El primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, acordó en 2022 una reforma del mercado laboral que incluye la concentración de la semana laboral en cuatro días. Su objetivo: aumentar la tasa de empleo al 80% para 2030.
La guardería Centro Infantil Maria de Monserrate en Lisboa, Portugal, experimentó con la semana laboral de cuatro días desde el inicio del curso. Observaron ventajas como trabajadores más contentos y productivos. Pero los desafíos financieros, como la contratación de un empleado adicional, llevaron al abandono del sistema en el próximo curso. En Italia, a pesar de la falta de iniciativas gubernamentales para reducir la semana laboral, empresas como Luxottica e Intesa San Paolo han llevado a cabo sus propias pruebas. Ofrecen a los empleados opciones de trabajo más flexibles.
Éxito en el Reino Unido
Un año después del mayor ensayo mundial de una semana laboral de cuatro días, la mayoría de las empresas participantes aún permiten a sus empleados trabajar una semana más corta, Más de la mitad han hecho el cambio permanente. Por seis meses en 2022, los trabajadores de 61 organizaciones en el Reino Unido trabajaron el 80% de sus horas habituales. Mantuvieron el mismo salario, a cambio de entregar el 100% de su trabajo habitual.
Según un informe publicado por Autonomy, al menos el 89% de estas empresas aún mantenían la política. El 51% habían hecho permanente la semana laboral de cuatro días a fines de 2023. Los efectos de las horas de trabajo reducidas han sido beneficiosos para el personal y sus empresas. Con mejoras en la salud física y mental, un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Y una satisfacción general con la vida y menos agotamiento laboral.
Los gerentes y directores ejecutivos de 28 de las organizaciones informaron que la semana laboral de cuatro días había tenido un impacto positivo en su empresa. La rotación de personal disminuyó en la mitad de las organizaciones. Casi un tercio dijo que la política había mejorado notablemente la contratación. El 82% informó efectos beneficiosos en el bienestar del personal.
“En este estudio ha quedado claro que la semana laboral de cuatro días no es solo una moda pasajera: las empresas de todo el Reino Unido han logrado ‘hacer que funcione”, escribieron los autores.
Prometedor resultado en España
En España, Valencia fue el escenario de una prueba piloto del modelo de jornada laboral de 4 días. Con resultados que destacan tanto sus ventajas como sus desafíos. La prueba, que se llevó a cabo durante los meses de abril y mayo, fue apoyada por la organización 4 Day Week Global. La que ha asesorado a empresas en pruebas similares en el Reino Unido y Portugal, y está preparando pilotos en Brasil y Alemania.
Los datos del experimento en Valencia muestran mejoras en el bienestar de los empleados. El 37,7% de los participantes informó un aumento en su actividad física diaria debido a que tiene más tiempo libre. Un 35,5% afirmó que pudo preparar o comer alimentos caseros, lo que era un problema con el regreso a la oficina. El aumento en el ejercicio y la mejora de la dieta resultaron en una disminución del estrés en un 34,9% entre los participantes. Con una diferencia del 30,2% en comparación con los no participantes.
La percepción de mejora en la salud fue 14,6 puntos superior entre los participantes en el estudio. Con el 64% informando que durmió más y mejor durante el periodo de prueba. El dato se complementa con una disminución del 1,2% en la fatiga y en los síntomas de malestar emocional. Los que contribuyen al síndrome del trabajador quemado o “Burnout”.
Ventajas y desventajas
Implantar una semana laboral de cuatro días puede variar ampliamente dependiendo del contexto económico, social y laboral de cada país y empresa.
Ventajas:
- Conciliación de la vida familiar y laboral: Al trabajar un día menos en la semana, los trabajadores ganan un día que pueden dedicar a su vida personal.
- Obtención del talento: Las empresas que ofrecen una semana laboral de cuatro días pueden atraer a más talento.
- Menor impacto medioambiental: Al reducir un día de desplazamiento al trabajo, se puede disminuir la huella de carbono.
- Aumento de la productividad: Algunos estudios sugieren que los trabajadores pueden ser igual de productivos, o incluso más, en una semana laboral de cuatro días.
- Ahorro para el trabajador y para la empresa: Los trabajadores pueden ahorrar en costos de desplazamiento y las empresas pueden reducir costos operativos.
Desventajas:
- La empresa gasta igual en sueldo: Aunque se trabaje un día menos a la semana, los trabajadores suelen cobrar lo mismo, lo que puede suponer el mismo coste para la empresa.
- Menor competitividad: Si la competencia sigue trabajando cinco días a la semana, las empresas que adoptan la semana laboral de cuatro días podrían verse en desventaja.
- Gestión de personal: La implementación de una semana laboral de cuatro días puede requerir una reorganización de los horarios y tareas del personal.
- No vale para todos los sectores: No todos los trabajos o sectores son aptos para este modelo de jornada laboral.
- Menos tiempo para el desarrollo profesional: Al reducir la jornada laboral, los trabajadores podrían tener menos tiempo para el desarrollo profesional.
Efectos colaterales positivos
Los cambios en el horario de los empleados en Valencia también han provocado una onda expansiva en sectores como el ocio o el comercio. Ante la reducción de la jornada, un 49,7% de las personas que participaron en el estudio dedicaron más tiempo a actividades deportivas, culturales y educativas. El 57,4% manifestó haber pasado más tiempo en bares y terrazas.
También impactó en la movilidad y la contaminación de la ciudad. El tráfico en la ciudad se redujo de media un 9,5% durante la prueba y se redujo en un 16.01% el número de desplazamientos en transporte público. El 56,7% de los encuestados creían que la jornada de 4 días contribuía a reducir el tráfico urbano, frente al 22,9% que se mostraba en desacuerdo. El estudio concluyó que, el último lunes del estudio cuando ya se había concluido el experimento, los niveles de NO2 se incrementaron hasta un 58% comparándolo con los lunes anteriores. Cuando las empresas que participaban en el experimento no trabajaban.
Efectos inesperados
Las ventas del comercio descendieron un 20%. Los autores del estudio aseguran que una de causas probables para esta caída es la elección del lunes como día libre para el experimento. El lunes es históricamente un día con porcentaje de ventas altas. En la jornada laboral de 4 días también participaron comercios. Entre los encuestados, el 11,7% calificó como uno de los impactos negativos de este experimento el encontrarse los comercios cerrados. Lo cual pone un punto más en el marcador del modelo de reducción de jornada laboral. Pero distribuida en cinco días y no en cuatro para determinados sectores, (como el comercial y atención al público).
Al preguntar a los empleados sobre su estado de salud la mayoría dijo que había mejorado tanto mental como físicamente. Pero la jornada laboral de 4 días incrementó la asistencia a la atención primaria y, como efecto dominó, a los servicios de urgencias. «Se tendrá que reflexionar respecto a cómo generar prácticas y hábitos de uso del tiempo libre que tengan un impacto positivo en nuestra salud y bienestar. Especialmente se deberán pensar y diseñar planes orientados a prevenir el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol», sustancias que, por otro lado, han aumentado su consumo durante el experimento de acuerdo al informe.
Estancada en EE UU
Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), en Estados Unidos, la semana laboral tradicional es de 40 horas. Con un promedio de 8 horas de trabajo por día. Sin embargo, ha habido esfuerzos para reducir la jornada a 32 horas o a una semana laboral de 4 días. El representante del distrito 39 de California, Mark Takano, presentó por segunda vez la Ley de Semana Laboral de Treinta y Dos Horas para reducir la semana laboral tradicional. Pese a lo cual, el proyecto de ley está estancado en el Congreso.
Varios estados, incluyendo California, Massachusetts, Missouri, Pennsylvania y Texas, han presentado proyectos de ley para implantar la semana laboral de 4 días, pero hasta ahora ninguna legislación fue aprobada. Hawái, Maryland, Utah y Washington también fallaron en sus intentos por implementar una semana laboral de 4 días.
La propuesta enfrenta varios desafíos. Una de las mayores objeciones es que los trabajadores recibirían pago de horas extra si trabajan más de 32 horas a la semana, lo que podría aumentar los costos para las empresas. Existe la preocupación de que trabajar menos horas podría reducir la productividad y competitividad de las empresas estadounidenses, frente a sus competidores.
Podría favorecer economía y mujeres
En Alemania, 50 empresas de diversos sectores están probando este modelo de jornada laboral. Pero ha resistencia por parte de los empresarios que creen que la semana de cuatro días es una amenaza para la economía. Argumentan que podría exacerbar la escasez de trabajadores calificados.
En el país hay otro punto a considerar: una de cada dos empleadas trabaja a tiempo parcial, normalmente menos de cuatro días a la semana. Las mujeres a menudo trabajan a tiempo parcial una vez que tienen hijos. Lo que no sólo supone una enorme pérdida para la economía, sino también un perjuicio para las propias mujeres. Según la Oficina Federal de Estadística, las mujeres tienen una cuarta parte menos de dinero que los hombres en la vejez. Según un estudio del DIW, si los padres asumen más tareas domésticas y de cuidado, aumentará la participación de las mujeres en la fuerza laboral. Con la jornada laboral de cuatro días es más factible ese cambio.
Si las mujeres trabajaran más y los hombres menos, las cosas podrían cambiar mucho en Alemania. “El empleo femenino tiene el mayor potencial en el mercado laboral alemán”, afirma Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW).
Los que luchan por las 8 horas
Mientras en Europa y Estados Unidos se avanza en la lucha por la jornada laboral de cuatro días, en muchos países, especialmente los más pobres, ni siquiera se ha logrado las “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio, ocho horas de sueño”. La Organización Internacional del Trabajo ha realizado estudios exhaustivos sobre la duración de la jornada laboral, examinando las tendencias de las horas de trabajo en más de 50 países del mundo, incluyendo países en desarrollo y en transición.
Pese a las recomendaciones la tendencia que encontraron es que en los países más pobres trabajan más horas que sus contrapartes más ricas. Debido a una serie de factores como la proporción de trabajadores cuentapropistas o autónomos, salarios más bajos, inseguridad laboral y cuestiones culturales.
En Asia, la mayoría de los países (el 32%) no tienen un límite máximo para la jornada laboral, y solo el 4% de los países cumplen con las recomendaciones de la OIT y acatan las normas laborales internacionales que establecen un máximo de 48 horas o menos para la semana laboral.
En cuanto a China, se conoce la famosa jornada laboral ‘996’, que se refiere a trabajar desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche durante seis días a la semana. Aunque la India aún no ha sacado su código laboral, se especula que podría reducir la semana laboral a cuatro días. Sin embargo, el tiempo de trabajo aumentaría a 12 horas. Limitando el número de horas de trabajo a la semana a 48 horas
Camino incierto
Hoy en día, la semana laboral de cuatro días es lo que en el pasado fue la jornada de ocho horas. Los llamados para acortar la semana laboral se han multiplicado en los últimos años, especialmente después de que millones de empleados pasaron al trabajo remoto durante la pandemia y dejaran de viajar, ahorrando tiempo y dinero. En el pasado cuando los países comenzaron a instrumentar las jornadas laborales de 8 horas y recortaron las semanas laborales a 5 días, muchos políticos, economistas y empresarios vaticinaron la quiebra masiva de las empresas. La historia demostró que por el contrario la productividad mejoró y las economías crecieron.
Muchos de los recelos y apuestas a favor de la jornada laboral de 32 horas y cuatros días son similares a las de hace 200 años. Pero hay que reconocer que hay entornos muy diferentes. Ahora las empresas y países se enfrentan a un mundo globalizado, y los trabajadores a la inteligencia artificial que puede maximizar la productividad, sin trabajadores.
El movimiento obrero ha luchado por más tiempo libre y menos tiempo de trabajo desde sus inicios, con lemas como “Más salario, más tiempo libre, más seguridad”. Sin embargo, estos lemas a menudo ignoran las frágiles y precarias condiciones de trabajo en los países pobres y en potencias comercialmente emergentes como China e India. También el trabajo de cuidado, que es física y emocionalmente exigente y que las mujeres suelen realizar de forma gratuita.
La implementación de una semana laboral de 4 días en países como China y la India, entre otros, requeriría esfuerzos significativos para cambiar las prácticas laborales y políticas gubernamentales. Por lo que, aunque la OIT lo recomiende la implementación de una semana laboral de 4 días no está garantizada, por lo menos en el corto plazo, en gran parte del mundo. Depende de una compleja y variable serie de factores. Que incluyen desde la voluntad política y económica de los gobiernos a la capacidad de las empresas para adaptarse a cambios en la estructura laboral y de los trabajadores de integrar las nuevas tecnologías.