Por Cambio16
27/02/2018
Al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, no le parece buena idea que Jordi Sànchez sea proclamado president de Cataluña. Y es que se trata de un dirigente independentista que se encuentra en prisión provisional acusado por sedición. Por eso, Rivera lamenta que JxCat, ERC y la CUP quieran situarle al frente de la Presidencia de la Generalitat.
«Poner de president a quien pisoteaba los coches de la Guardia Civil es no querer cambiar nada». Con esas palabras se ha expresado Rivera en una entrevista en Los Desayunos de TVE. Allí ha señalado que si se confirma esta candidatura de Jordi Sànchez significará que «no hay voluntad ni de enmienda ni de cambiar absolutamente nada». «Es el intento de continuar alargando un procés agónico y muerto», ha insistido.
Rivera se ha referido así a la posible candidatura de Jordi Sànchez, exlíder de la entidad soberanista ANC. Para quien la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela dictó prisión sin fianza por sedición. Junto con el presidente de Omnium Cultural, Jordi Cuixart.
Jordi Sànchez, acusado de sedición
A ambos les acusa de «promover» presuntamente un «asedio» a la Guardia Civil. Fue durante las concentraciones de los días 20 y el 21 de septiembre. Unas protestas que se dieron con motivo de la operación contra el referéndum del 1-O. Y que se desarrolló en la consellería de Economía. «Rodearon a jueces y policías», ha recordado Rivera.
Además, el líder de Ciudadanos ha calificado de «muy grave» lo sucedido en torno a la inauguración del Mobile World Congress. Porque a su juicio es inadmisible el «desplante» del presidente del Parlament, Roger Torrent, y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al rey. Sobre las críticas de Colau al discurso del rey, tras el referéndum, Rivera ha dicho que el monarca hizo «lo que debía». «No se puede estar con la parte golpista», afirma el líder del partido liberal.
La relación con Rajoy
Rivera ha explicado que desde finales de diciembre no habla con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y eso a pesar de que mantuvo una relación casi diaria en los momentos más álgidos de la crisis de Cataluña. Rivera cree que tras el «batacazo» popular en las elecciones del 21-D y tras la publicación de unas encuestas más que favorables para la formación naranja, desde Génova están «muy nerviosos».