El primer Ministro británico Boris Johnson se está preparando para imponer controles aduaneros y fronterizos completos a todos los productos de la Unión Europea que entren en Reino Unido, a partir del próximo año. La medida constituye un intento de aumentar la presión sobre el bloque en las conversaciones comerciales. La información fue publicada por el diario The Telegraph.
Johnson explicó que, lejos del escenario que priorizaba el flujo sin problemas de mercancías al Reino Unido desde Europa, ordenó a los miembros de su gabinete que se preparen para imponer la armadura completa de controles sobre las importaciones de la UE al Reino Unido.
“Esto duplicará el desafío práctico en la frontera en enero de 2021”, según publicó The Telegraph, citando fuentes cercanas al caso.
Ante la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, planteada el año pasado cuando el primer ministro británico reafirmó su intención de no buscar una extensión para la negociación y dejar la UE abruptamente, solo una pequeña proporción de los bienes habría sido controlada.
Tonight we are leaving the European Union. pic.twitter.com/zZBsrf4BLe
— Boris Johnson (@BorisJohnson) January 31, 2020
Acuerdo de transición temporal
Reino Unido salió de la Unión Europea a las 23:00 GMT el viernes con un acuerdo de transición temporal. A partir de ese momento comenzó un período de 11 meses. Durante ese lapso, Johnson tiene como objetivo negociar un acuerdo de libre comercio similar al que existe entre Canadá y la UE.
Los negociadores británicos esperan que las amenazas de controles más estrictos, si no se llega a un acuerdo, podrían hacer que la UE esté más dispuesta a aceptar los términos de Reino Unido, reseñó The Telegraph.
Sin un acuerdo, las exportaciones de bienes británicos se verán afectadas por los aranceles de la UE a partir del próximo año. Incluso con un acuerdo, es probable que se realicen controles adicionales a ambos lados de la frontera, lo que llevó al Banco de Inglaterra a advertir la semana pasada sobre los daños al comercio y al crecimiento económico a partir del próximo año.
La intensidad de estos controles aduaneros y fronterizos afectará a los costes de las empresas británicas que dependen de la entrega “justo a tiempo”. Estas incluyen los fabricantes de automóviles y los supermercados. Algunos temen que incluso pequeñas demoras en la frontera puedan hacerles poco competitivos.
Mantener el libre flujo a través de puertos
Al responder una pregunta sobre la información del Telegraph, una portavoz de la oficina de Johnson dijo que el cambio era inevitable. “Estamos dejando la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que las empresas tendrán que prepararse para la vida fuera de estos”.
As the UK🇬🇧formally leaves the EU🇪🇺@BCCAdam highlights the need to get the details right during the next phase of negotiations.
Decisions made on trade, regulation and immigration will influence the business environment for decades to come👇https://t.co/Y1n1doNQU6
— BCC (@britishchambers) January 31, 2020
La Cámara de Comercio Británica (BCC por sus siglas en inglés) sostiene que el gobierno debería dar prioridad a la continuidad del libre flujo de mercancías a través de los puertos, después de que el periodo de transición termine.
“Los costes se suman con cada nuevo procedimiento o retraso – y cada libra gastada en la adaptación a los nuevos requisitos es una libra menos para la formación, el equipamiento o la obtención de nuevos clientes”. Así lo explicó el director general de la BCC, Adam Marshall.
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