El enviado especial de EE UU para el clima, John Kerry, acompaña a Joe Biden desde el inicio del gobierno en el diseño de políticas que detengan el calentamiento global y, el consecuente desbordamiento de la crisis climática; su percepción en el terreno de los acontecimientos globales, no es optimista: “estamos muy lejos del camino en este momento”.
A Kerry se le ve en reuniones, en debates, viajando por el mundo para encontrar consensos dirigidos a frenar la emergencia del clima. Afirmó, tras ese pulso constante de los hechos, que la presión para mantener el aumento de la temperatura global en 1,5 °C está condenada al fracaso. A menos que los líderes mundiales tomen medidas significativas a corto plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El enviado especial de EE UU para el clima mantuvo una conversación con el presidente de Harvard, Larry Bacow que fue reseñada por The Harvard Gazette. “Estamos trabajando muy duro con los países para cumplir con los estándares establecidos por la AIE (Agencia Internacional de Energía). Y el IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) que tenemos (que alcanzar) para lograr una reducción del 43 al 45% en las emisiones de aquí a 2030”, comentó el exsenador y exsecretario de Estado de EE UU.
“Solo si hacemos eso, tendremos la esperanza de mantener vivos los 1,5 grados y estamos muy lejos del camino en este momento. De hecho, advirtió, nos dirigimos hacia 2,5, quizás 3 grados. Entonces, la gente tiene una verdadera razón para estar profundamente agitada y preocupada por lo que estamos haciendo”.
El evento de la Escuela de Negocios, en el que Kerry participó virtualmente, se denominó «Rising to the Climate Challenge». Fue parte de la Semana de Acción Climática de Harvard.
John Kerry y el calentamiento global
Las emisiones de gases de efecto invernadero de EE UU aumentaron en torno a un 1,3% en 2022, repuntando por segundo año consecutivo. Luego de las perturbaciones provocadas por la pandemia, reveló Rhodium Grou. Una empresa de investigación que realiza un seguimiento anual de las emisiones y de los avances de EE UU hacia sus objetivos climáticos.
Las emisiones cayeron un 10,6% en 2020, cuando Estados Unidos tuvo que hacer frente a las consecuencias de la Covid-19. Cuando la economía repuntó en 2021, también lo hicieron los gases de efecto invernadero estadounidenses, que registraron un aumento del 6,5%. Antes de la pandemia, las emisiones seguían una trayectoria ligeramente descendente. El análisis sugiere que las emisiones han vuelto a esa línea de tendencia a pesar de varios años inestables. China es el otro país, junto a EE UU, más contaminante del planeta..
Bacow le preguntó a Kerry sobre la volatilidad en los precios globales de la energía y si un cambio a fuentes neutrales en carbono podría ayudar a la seguridad energética. Lo que muchos países citan como un lastre para el cambio a las energías renovables.
Kerry señaló a la guerra de Ucrania y otros desafíos. Pero describió la mayoría de los argumentos de seguridad energética como basados en el miedo y no en los hechos. Confió que Alemania ha logrado una transición sólida a las energías renovables, que representan el 50% del suministro de energía de la nación. Con planes para alcanzar el 80%.
John Kerry exaltó la contribución de algunos países para frenar el calentamiento global. “Cuando escucho a estos países y dicen: ‘Estamos preocupados por la seguridad energética, tenemos que usar gas, tenemos que seguir usando carbón’. No, no lo hacen. Muchos de ellos tienen un 5%, 1%, 3% de su base energética proveniente de energías renovables. La seguridad puede existir con cantidades masivas de renovables”.
China, Rusia, Brasil e India no están a la altura
Durante el foro de Harvard, Kerry reconoció, sin embargo, que es imposible rechazar rápida y fácilmente los combustibles fósiles. El mundo está en “un apuro terrible”, dijo, alentando un énfasis en el gas natural como combustible de transición. Acompañado de esfuerzos para mitigar su impacto climático, porque produce entre un 30 y un 50% menos de emisiones que el petróleo o el carbón.
«Sería bueno cambiar ahora. Pero nadie quiere que las economías del mundo se derrumben, que es lo que podría suceder si comenzara a aumentar demasiado el precio del petróleo y el gas. Y reducir el suministro a muy poco», sostuvo el alto funcionario.
John Kerry destacó la importancia de los objetivos de emisiones globales para 2030 y destacó que solo si alcanzamos esas marcas estaremos en camino de alcanzar cero emisiones netas para mediados de siglo y un alivio para el calentamiento global.
El problema puede ser resuelto en gran medida por las 20 naciones que emiten el 76% de los gases de efecto invernadero a la atmósfera, sugirió. Diez de ellos son países desarrollados, la mayoría de los cuales han definido objetivos importantes, como EE UU, Alemania y el Reino Unido.
Las medidas en la mayoría de los países en desarrollo no tendrán mucho impacto. Los 48 países del África subsahariana, por ejemplo, emiten solo el 0,55 % del total mundial de gases de efecto invernadero.
Pero hay 10 países en desarrollo con grandes economías, como China, Rusia, Brasil e India, cuyos planes no están a la altura de la realidad. Incluso en medio de las frágiles relaciones con China, Kerry cree que puede haber espacio para negociar sobre el cambio climático.
Conciencia climática más fuerte que la política
“Nuestro desafío es traerlos a bordo lo más rápido que podamos. Y ayudarlos a reducir esas emisiones a un ritmo que coincida con el (objetivo) de 1,5 grados”, precisó el enviado especial de EE UU para el clima.
Cuando otras naciones preguntan sobre el liderazgo de Washington en el calentamiento global, John Kerry señala que durante el gobierno de Trump, que fue hostil a la acción climática, entre el 75 y el 80% de la nueva generación de electricidad en EE UU provino de energías renovables. Hoy, puntualizó, las acciones de los fabricantes de automóviles, las empresas de tecnología y otros líderes corporativos aseguran que el progreso continuará. Independientemente de quién esté a cargo.
“Creo que ahora, dadas las decisiones tomadas por Ford Motor Co., General Motors, por las grandes corporaciones Google, Apple, SalesForce, FedEx, estas empresas están registradas. Están a bordo. Sus directores ejecutivos entienden lo que está sucediendo”, indicó. “Y no creo que ningún presidente pueda entrar ahora, de cualquier ala de cualquier partido. No hay forma de que retrocedamos. La economía global ha tomado esta decisión y es más poderosa que cualquier político”.