El diplomático Jesús Silva, embajador de España en Venezuela entre marzo de 2017 y noviembre de 2020, le fue concedida la Medalla de Honor de la World Jurist Association por su defensa en situaciones extremas de la libertad, la democracia y los derechos humanos, los valores que son intrínsecos a un mundo más justo y humano, y baluartes de la WJA.
El presidente de la WJA, Javier Cremades, durante la entrega del galardón en Oslo, dijo que Silva conecta con la mejor tradición de los diplomáticos españoles. “Siempre capaces de asumir riesgos para proteger la vida y la dignidad de las personas», subrayó
Cremades expresó que cuando una profesión se ejerce con propósito el mundo se convierte en un lugar más habitable. “Incluso en circunstancias tan dramáticas como las que vive hoy el pueblo venezolano, privado de sus derechos democráticos y de los valores del Estado de derecho», apuntó.
Silva, cónsul general en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, fue el representante diplomático de España en Caracas en un periodo convulso de la política venezolana. Finalizaba el periodo constitucional de Nicolás Maduro y una asamblea constituyente írrita adelantaba las elecciones y dejaba fuera de la contienda a los líderes de la oposición con fuerza y ánimo de derrotar al heredero de Hugo Chávez.
En la Embajada de España en Caracas se refugió el dirigente de Voluntad Popular Leopoldo López, que habiendo sido un preso político del régimen de Maduro logró escapar del arresto domiciliario. López, estuvo presente en la entrega de la medalla en el Oslo Freedom Forum que organizó la Human Rights Foundation.
Silva logró preservar las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela al mismo tiempo que defendía con tenacidad y pundonor los valores de la libertad, la democracia, la dignidad humana y el Estado de Derecho. Su tarea es un ejemplo de la utilidad de la diplomacia ejercida con rectitud y ética.