Jean Vanier (1928-2019) pudo haber pasado a la historia como un reconocido teólogo católico, filósofo y constructor de un movimiento internacional de atención comunitaria para las personas con discapacidad intelectual, denominado El Arca. Pero optó por desviar su propia ruta y la de otras personas. Ahora, Jean Vanier después de averiguaciones, también es reconocido por cometer abusos sexuales y pervertir la doctrina católica sobre Jesús y María para justificar sus compulsiones sexuales.
La comisión independiente designada por El Arca International confirmó las denuncias de explotación y abuso sexual que pesan contra Vanier. Descubrió que el abuso sexual fue una de sus motivaciones para fundar la organización. El informe de casi 900 páginas determinó que Vanier, explotó sexualmente al menos a 25 mujeres con discapacidades, 19 casos más de lo que se sabía originalmente.
El movimiento que creó Vanier tenía en su núcleo una «secta» secreta, místico-sexual, fundado con el propósito preciso de ocultar a las autoridades eclesiásticas las actividades desviadas de la secta. Animado por el padre dominico, Thomas Philippe, su amigo y consejero espiritual, compró en 1964 una vieja casa en ruinas en Trosly-Breuil, un pequeño pueblo de Francia, no lejos de París. La casa fue inaugurada con el nombre de El Arca (en francés L’Arche), como signo de acogida a personas sin hogar y con discapacidad mental. Hoy existen más de 135 comunidades de El Arca en todo el mundo.
Jean Vanier y los abusos sexuales
Después de muchos años dedicados a la Iglesia y a la fundación de hogares de acogida, en 2020 La Croix publicó el resultado de una investigación. La dirección de El Arca encargó a académicos independientes que realizaran la averiguación después de recibir la denuncia de una víctima de abusos sexuales unos años antes que Jean Vanier muriera en 2019.
Es el último caso de un gigante católico, considerado un santo viviente por sus admiradores y elogiado como un «gran» cristiano por Francisco. La investigación determinó que abusó de su poder para explotar sexualmente a las mujeres bajo su dominio espiritual.
Los líderes nacionales y regionales de El Arca se han reunido durante la última semana en las colinas de las afueras de Roma, para trazar el camino que seguirán ahora que se ha demostrado que su historia oficial es una mentira y su fundador Vanier un abusador narcisista y delirante.
Las emociones aún estaban vivas, mientras el personal más devoto de la organización procesaba la gravedad de los engaños de Vanier y lo que significa para el futuro de la organización
“Yo creía en algo, en una visión que luego te es revelada y te dicen que no es así”, dijo Azucena Bustamante, supervisora de cinco comunidades de El Arca en Honduras, México y República Dominicana. “Me frustra: el daño que ha causado a muchas personas que creyeron en esto y luego descubrieron todo lo que nos hicieron creer es una mentira”,reportó The Associated Press.
Según la investigación, en El Agua Viva Vanier cayó bajo el hechizo de Philippe y fue iniciado en las prácticas místico-sexuales del sacerdote.
Perversión, sacrilegios y mentiras
Philippe desarrolló su teología retorcida después de experimentar lo que él llamó una «gracia» mística una noche en 1938 en Roma. Mientras miraba un fresco de la Virgen en la iglesia en lo alto de la Plaza de España. Con el tiempo, las «gracias» llegaron a involucrar la gratificación sexual con mujeres que tanto Philippe como Vanier justificaron. Al afirmar que Jesús y María estaban involucrados en relaciones sexuales igualmente incestuosas.
El Vaticano fue informado de las prácticas desviadas de Philippe por dos víctimas en 1952. Cuatro años más tarde sancionó a Philippe por “falso misticismo”. El Vaticano le prohibió el ministerio público o privado, ordenó la disolución de El Agua Viva y prohibió a sus miembros reconstituir la comunidad.
Pero Philippe, Vanier y las mujeres a las que habían manipulado desobedecieron. Y se reunían regularmente en secreto, según la correspondencia privada y los archivos de la iglesia recientemente puestos a disposición de los investigadores encargados por El Arca. Con el tiempo, Philippe reanudó su ministerio sacerdotal cuando sus superiores dominicos ignoraron las sanciones del Vaticano.
La comisión de estudio identificó al menos a 25 mujeres de las que Jean Vanier cometió abusos sexuales. Ninguna de ellas con discapacidad intelectual. Determinó que las prácticas desviadas de Vanier y Philippe no se extendían más allá de la «secta» central en la comunidad original en el norte de Francia. Pero llamó a la vigilancia, especialmente en la forma en que se ejerce la autoridad y el poder en las más de 150 comunidades de El Arca en 37 países.
¿Extremo en las buenas y en las malas?
Los líderes de la organización se disculparon con las víctimas, les agradecieron su coraje al presentarse y asumieron la responsabilidad por no haber detectado los abusos antes. Dicen que interrogaron a Vanier repetidamente tan pronto como aparecieron las primeras víctimas. Le preguntaron qué sabía sobre la condena del Santo Oficio de Philippe en 1956, pero les mintió.
Uno de los principales expertos del Vaticano en prevención de abusos, el reverendo Hans Zollner, elogió a El Arca por su valor «sin miedo». Al exponer la dolorosa verdad sobre su pasado. Subrayó que el fenómeno de los gurús espirituales que abusan de su autoridad no puede ignorarlos más tiempo la Iglesia.
“Hace un tiempo no hablábamos del abuso de poder como la causa raíz de básicamente todo tipo de abuso, sea sexual, psicológico, espiritual, pero ha quedado claro que esto es algo en lo que debemos involucrarnos más”, dijo Zollner, director de un instituto en la Pontificia Universidad Gregoriana, que capacita al personal de la glesia sobre la prevención del abuso.
En la comunidad de El Arca en las afueras de Roma, que el papa Francisco visitó en 2016, las revelaciones de los orígenes de Vanier han golpeado duramente a los empleados, pero no se cuestionan los fundamentos de la misión, señaló Loredana Moretti, una veterana de 35 años en El Arca Chicco comunidad.
Moretti comentó que la investigación sorprendió a todos al principio, pero que ahora se dan cuenta de que Vanier personificó un tipo de líder carismático extremo en las buenas y en las malas. “Lo importante es no mitificar ni idealizar a nadie, incluido nuestro fundador. Si hicimos un mito de él, estábamos equivocados”, dijo.
Espiritualidad con auditorías
El examen de conciencia era el orden del día en el retiro de liderazgo de El Arca a poca distancia, en un monasterio reconvertido en las colinas que dominan el lago Albano, a la vista de la residencia de verano papal en Castel Gandolfo, al otro lado del lago.
“Como cuerpo entero, la pregunta que tenemos es: ¿Contamos nuestra historia ahora? ¿Cómo se ve? Es una historia rota”, dijo Stacy Cates-Carney, vicelíder internacional de El Arca. Consideró que las revelaciones sobre abusos sexuales cometidos por Jean Venier habían «destrozado» la comprensión sobre sus orígenes.
Ahora se planean auditorías periódicas para garantizar que se implementen las prácticas de protección de El Arca. Se están realizando revisiones para garantizar que las necesidades profesionales, personales y espirituales de los empleados se satisfagan adecuadamente. Mientras, el personal de El Arca se toma un tiempo para hablar y procesar las revelaciones.