El Parlamento nipón aprobó una ley para garantizar que la vacunación contra el coronavirus sea gratuita. Aunque no se descarta que la población nacional sea la única beneficiada, a pesar de tener un número importante de residentes extranjero en su territorio. Japón está pasando por su peor ola de brote del virus desde que inició la pandemia. Totalizan 150.976 casos y 2.109 fallecidos.
La ley estipula que la vacunación no será obligatoria y que será el Estado quien asuma los costes que pudieran ocasionar posibles efectos secundarios y las reclamaciones a las compañías farmacéuticas. La ley entrará en vigor inmediatamente después del visto bueno de la Cámara de Representantes.
Vacunación gratuita solo para japoneses
El texto aprobado por unanimidad en la Cámara Alta no aclara si los residentes no japoneses del archipiélago estarán cubiertos por la gratuidad. Los Funcionarios del Ministerio de Salud indicaron que esperan que así sea, como ocurre con otras vacunas que se administran de forma gratuita en el país.
El primer ministro, Yoshihide Suga, prometió suficientes dosis para la «gente del país» durante los primeros seis meses de 2021. No especificó si es solo para los japoneses ni si incluye a los residentes extranjeros. No ha quedado claro y no se termina de aclarar.
Japón es considerado como la tercera economía más grande en la actualidad y según los últimos datos publicados por la ONU, tiene 2.498.891 de inmigrantes, lo que supone un 1,97% de la población de 126,5 millones. El porcentaje no significaría mayor gasto para el país, que piensa invertir 671.400 millones de yenes (unos 5.450 millones de euros) en vacunas estadounidenses.
Aunque la ley recomienda la vacunación, se permitirá a las personas negarse a recibirla. Sobre todo si la eficacia y seguridad no están suficientemente demostradas en el momento en el que se apruebe su administración.
Acuerdo con las farmacéuticas estadounidenses
Hasta el momento, el Gobierno japonés ha firmado contratos para el suministro de vacunas con la empresa farmacéutica británico-sueca AstraZeneca y las estadounidenses Pfizer y Moderna, responsables de las tres candidatas más prometedoras. Al mismo tiempo el país está trabajando en el desarrollo de sus propias vacunas. El Gobierno ha destinado para un presupuesto de unos 5.450 millones de euros.
Las autoridades sanitarias niponas esperan que los procesos de vacunación se lleven a cabo durante el primer semestre de 2021. Los encargados de administrar las vacunas serán los gobiernos locales. La prioridad en la primera fase será para personal médico y sanitario, personas mayores, y población considerada de alto riesgo.
El Parlamento de Japón también aprobó extender al menos hasta febrero la normativa que permite al Gobierno exigir cuarentena a quienes dan positivo en COVID-19 a su llegada al país. Una medida que inicialmente expiraría a finales de 2020.
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