Pese a los avances registrados, el camino hacia la igualdad de género en el ámbito empresarial, especialmente en puestos de alta dirección, sigue siendo un reto. Jane Fraser, una escocesa de 56 años, marcó un hito: es la primera mujer en dirigir un banco en Wall Street. Su reto es doble. Debe sacar a la institución de una situación crítica. Una tarea nada fácil. De su éxito dependerá que a otras mujeres les abran paso.
En el corazón financiero de Estados Unidos, un mundo en el que los cargos ejecutivos y las salas de juntas ha estado monopolizado por hombres, las mujeres están escribiendo una nueva historia. En los años sesenta, Katharine Graham hizo historia al convertirse en la primera mujer CEO de una empresa del Fortune 500. Su nombre resonaba en los pasillos de The Washington Post, donde no solo rompió barreras, también abrió la puerta a otras mujeres ambiciosas. Graham no solo manejaba números y estrategias; era considerada la mujer más poderosa del mundo. Su legado inspiró a una generación de líderes femeninas que hoy ocupan posiciones de alto nivel en las corporaciones más influyentes.
Catalyst, una organización sin fines de lucro dedicada a la equidad de género en el trabajo, registra que en enero de 2021 solo 30 mujeres ocupaban cargos de CEO en las empresas del S&P 500, lo que representa un 6%. Sin embargo, la tendencia es positiva. De acuerdo con el informe CS Gender 3000 del Credit Suisse Research Institute en 2016, apenas un 15,6% de las mujeres se encontraban en los consejos de administración de grandes empresas, mientras que, en 2020, esa cifra aumentó a 20,6%.
Más y mejores resultados
El año pasado marcó un hito: por primera vez en la historia, el 12% de las empresas cotizadas en Estados Unidos tenían una mujer al frente como CEO. Datos de la firma de consultoría de talento Korn Ferry revelan que quince grandes empresas seleccionaron a mujeres para liderarlas, basándose en su capacidad, experiencia y habilidades. Visionarias que se sumaron a la lista de predecesoras valientes que allanaron el camino.
No obstante, no todo se reduce a estadísticas. La diversidad en los puestos directivos es un activo invaluable. Las empresas que apuestan por líderes diversos cosechan beneficios tangibles. Según la Organización Internacional del Trabajo, el 57% de las compañías encuestadas experimentaron un aumento en beneficios al incluir mujeres en roles de responsabilidad. Pero no solo se trata de cifras frías: también se percibió una mayor atracción y retención del talento. Así como un impulso en creatividad, innovación y apertura.
Una escocesa en New York City
En una ciudad en la los rascacielos financieros se alzan como monumentos al poder masculino, Jane Fraser ha trazado su propio camino. Esta ejecutiva escocesa se ha convertido en la primera mujer en liderar uno de los gigantes bancarios de Estados Unidos: el City Group. Su nombramiento como CEO en febrero de 2021 resonó en el sector financiero. Tradicionalmente dominado por trajes grises y corbatas.
Nacida en Escocia en 1967, no solo lleva consigo la elegancia de las Highlands, también una mente afilada. Tras estudiar economía en la prestigiosa Universidad de Cambridge, trabajó en Goldman Sachs y Asesores Bursátiles en Madrid. También se desempeñó como socia en McKinsey & Company, donde coescribió un libro sobre cómo construir una gran empresa global. Como socia de la firma asesoró a empresas de diversos sectores, incluyendo la banca. Pero su destino la conducía por la ruta a las altas esferas financieras.
En 2004, Fraser se unió al City Group como responsable de estrategia y fusiones y adquisiciones. Su calidad profesional la catapultó a puestos de mayor relevancia. Desde la Presidenta para Latinoamérica hasta Directora General de banca minorista y Presidenta de banca global. Lo cual le permitió desarrollar una visión profunda del complejo mundo bancario.
Reto del Citi
Fraser ha recibido elogios por su liderazgo y su capacidad para tomar decisiones difíciles. Como CEO del City Group, enfrenta un desafío monumental: liderar la transformación digital y cultural de un banco que opera en 160 países y emplea a más de 200.000 personas. Bajo su liderazgo, Citigroup anunció una reestructuración importante, eliminando varios niveles de gestión y recortando decenas de miles de puestos de trabajo.
Su visión es clara: optimizar la eficiencia, simplificar, innovar y asumir la responsabilidad hacia clientes, empleados, accionistas y la sociedad en general. Su liderazgo es crucial para que el banco navegue por los desafíos del entorno actual y se posicione de manera exitosa en el futuro.
Con una amplia experiencia en el sector financiero y una visión estratégica, Jane Fraser está decidida a transformar Citigroup y convertirlo en un referente de la banca moderna. Para lo cual debe responder a las presiones regulatorias y de los accionistas. A pesar de las críticas y las dificultades del proceso, se ha mantenido firme en su compromiso de devolver a Citigroup a su esplendor.
Momento crítico
Después de dos décadas de rendimientos mediocres, falta de inversión y errores estratégicos, Citigroup se encuentra detrás de sus competidores estadounidenses en términos de rentabilidad y rendimiento de las acciones. Jane Fraser se encuentra en un punto crucial de su plan para reestructurar Citigroup, el cual califica como «crítico» para el futuro del banco. Si tiene éxito, podría llevar a cabo el cambio de rumbo más significativo en la historia reciente de Wall Street. Sin embargo, las dudas y las críticas abundan, tanto entre los inversores como dentro del propio banco.
Fraser está abordando una serie de prioridades, entra las cuales destacan las demandas regulatorias para arreglar los sistemas internos del banco, reducir costos, simplificar la organización y estimular el crecimiento en negocios clave. También está tratando de revivir las acciones de Citigroup. Han estado estancadas por 15 años. Se encuentran más de un 80% por debajo de su máximo histórico.
No le falta la oposición. Los reguladores y los accionistas quieren que avance más rápido. Mientras que algunos clientes creen que se está acelerando demasiado. Fraser ha tenido que hacer frente a críticas constantes, y a veces contradictorias, desde que asumió el cargo en marzo de 2021. En el último año, trajo a personas ajenas a la empresa para dirigir los negocios, anunció recortes de 20.000 puestos de trabajo y comenzó a separarse del banco de consumo mexicano de Citigroup, Banamex, plagado de acusaciones de fraude en el pasado.
Viento en contra
Fraser reconoce que su plan aún tiene años por delante y que no hay garantía de éxito. Si la estrategia no da resultado, las llamadas a disolver el antiguo gigante bancario serán cada vez más fuertes. Las acciones de Citigroup cotizan a unas 0,6 veces su valor contable. Muy por debajo de las de sus competidores.
Los reguladores han estado presionando a Citigroup durante años para que arregle sus controles internos. Una oleada de adquisiciones dejó al banco con un revoltijo de sistemas internos que nunca se integraron por completo. Las demandas de los directivos de mejorar las funciones tecnológicas no fueron atendidas. Cuando los ejecutivos tuvieron que elegir entre costosas actualizaciones y objetivos de rentabilidad a corto plazo, casi siempre se impusieron los últimos.
En agosto de 2020, un empleado transfirió accidentalmente casi 900 millones de dólares a los acreedores de Revlon. Por lo que los reguladores federales emitieron órdenes de consentimiento en octubre de 2020. Citaron «deficiencias significativas en curso». Este problema sigue siendo una prioridad para los reguladores. Algunos funcionarios prefieren que surja una entidad más pequeña y manejable en lugar de un banco gigante.
Piedra angular
En febrero de 2023, Citigroup fue multado con 400 millones de dólares por la Reserva Federal y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) debido a deficiencias en sus controles de riesgo y datos. Fraser, quien asumió el cargo de CEO en marzo de 2021, ha hecho de la resolución de estos problemas regulatorios su máxima prioridad. Durante la presentación de resultados del segundo trimestre de 2023, reiteró el compromiso de Citigroup con la mejora de sus sistemas.
Las órdenes de consentimiento firmadas en 2020 con la Reserva Federal y la Oficina del Contralor de la Moneda abarcan cuatro áreas críticas: gestión de riesgos, gobernanza de datos, controles y cumplimiento. Estas áreas se han convertido en la piedra angular de la transformación de Citi, su prioridad número uno. Fraser enfatizó que este esfuerzo es a largo plazo, destinado a modernizar la infraestructura, unificar plataformas tecnológicas fragmentadas y automatizar procesos y controles.
Fraser reconoció que la calidad de los datos es un área de rezago para Citigroup. El banco aumentó su inversión en esa área y está desarrollando un plan para presentar a la OCC, denominado Plan de Revisión de Recursos, para garantizar la adecuada asignación de fondos para cumplir con los hitos de remediación.
Pese al monto de las inversiones necesarias para la transformación, Fraser asegura que Citigroup tiene recursos suficientes para invertir en sus negocios y cumplir con el retorno de capital planificado para sus accionistas. Si bien las sanciones fueron decepcionantes, la CEO destaca que los reguladores reconocieron el progreso significativo de Citigroup en la ejecución de su transformación y simplificación de la empresa. Fraser insiste en que la transformación es un proyecto de varios años y que no siempre será lineal.
Apoyado y atacado
Desde el principio, Fraser adoptó un enfoque de escucha activa, reuniéndose con empleados, accionistas y reguladores para comprender sus preocupaciones. Los accionistas querían más rendimientos. También estaban frustrados por promesas incumplidas. Muchos habían vendido sus acciones para buscar mejores rendimientos en otros bancos. Fraser sabía que no habría soluciones rápidas. Adoptó una visión a largo plazo, imaginándose que Citi era propiedad de un fondo de capital riesgo. Durante más de un año, retuvo su plan de reorganización
El plan se reveló en marzo de 2022, cuando informó que el banco simplificaría y aplanaría su organización y se centraría en cinco divisiones. Citigroup ya presta servicios a más del 90% de las empresas incluidas en la lista Fortune 500 y al 25% de los multimillonarios del mundo. Principalmente a través de su división de servicios y su mesa de negociación de divisas.
Fraser fijó los objetivos de rentabilidad, con el fin de aumentar el rendimiento de los fondos propios tangibles entre el 11% y el 12% para finales de 2026. Los inversores estaban contentos con el plan. Warren Buffett compró casi US$ 3.000 millones en acciones de Citi. La confianza de Buffett en la estrategia de Fraser fue una señal positiva para los inversionistas.
Citi comenzó a ejecutar su plan, vendiendo o liquidando negocios no rentables y simplificando su estructura. La escisión de Banamex, su operación de banca minorista en México, está en marcha y se espera que finalice en 2025. La transformación no ha estado exenta de dificultades. Se han producido recortes de personal y cierres de unidades de negocio, lo que ha afecta la moral de los empleados. Algunos incluso acusado a un grupo de banqueros de Citi en Londres de atacar en línea, de manera anónima, a Fraser.
Nuevo traspiés
Citigroup (Citi) enfrenta un nuevo golpe: una multa de 135.6 millones de dólares impuesta por los reguladores bancarios de Estados Unidos. ¿La razón? Problemas persistentes en el control de riesgos y la gestión de datos. Para la directora ejecutiva, Jane Fraser, el último episodio se suma a una serie de desafíos regulatorios durante su mandato al frente del banco.
Según el Financial Times, la Reserva Federal, uno de los reguladores involucrados, encontró que los problemas de control de datos de Citi seguían siendo un riesgo significativo durante una inspección realizada en 2023. No fue una sorpresa, ya que, en mayo de este año, los reguladores del Reino Unido multaron a Citi con 62 millones de libras esterlinas por no evitar un error comercial de 1.400 millones de dólares en 2022, lo que provocó un breve caos en los mercados bursátiles europeos.
La respuesta de Citi a estos problemas regulatorios ha sido insuficiente, lo que provocó a la salida de varios altos ejecutivos a cargo de datos y tecnología. Entre ellos se encuentra Mike Whitaker, quien era el jefe de tecnología y operaciones de Citi, y que fue reemplazado en mayo por Tim Ryan, ex jefe de contabilidad y consultoría de PwC en Estados Unidos.
Menos que sus pares
Ante el tamaño de los retos Citigroup dio un paso audaz. Aumentó la remuneración de su CEO, Jane Fraser, en un 6%, llevándola a 26 millones de dólares. En un año crucial en el que Fraser lidera la profunda reforma del gigante de Wall Street. El comité de compensación de la junta de Citigroup la respalda. Considera que sus prioridades estratégicas y su ejecución rápida y minuciosa están encaminadas hacia un crecimiento sostenible a largo plazo, mejora de la rentabilidad y fortaleza financiera.
Los números les dan la razón. Las acciones de Citigroup aumentaron casi un 14% el año pasado. Rompieron una racha de tres años de descensos. Pero, los ingresos netos cayeron un 38%. En parte debido a la ralentización en las divisiones de mercados, patrimonio y banca. Así como a los mayores gastos derivados de inversiones en diversas áreas del negocio.
Pese al aumento, Fraser, como única mujer al frente de un gigante bancario estadounidense, tiene el paquete salarial más bajo en su cohorte. En un panorama donde los aumentos salariales varían, Goldman Sachs le paga 31 millones de dólares a David Solomon; Morgan Stanley, 37 millones a James Gorman. Mientras que JPMorgan subió el sueldo de Jamie Dimon hasta 36 millones, y a Charlie Scharf, Wells Fargo le paga 29 millones.
En juego
El futuro de Citigroup y de Jane Fraser están en juego. La presión sobre ella aumenta, tanto por parte de los inversores como de los reguladores. Reconoce que el camino hacia la recuperación de Citi será largo y arduo. Confía en la capacidad de Citigroup para superar sus desafíos y emerger como una institución financiera más robusta y eficiente. Solo el tiempo dirá si tiene la capacidad y la determinación para liderar la transformación que Citigroup necesita con tanta urgencia
Si Fraser logra enderezar el rumbo del banco y ejecutar su plan con éxito, podría convertirse en una figura legendaria en Wall Street. Pero, si el plan fracasa, podría significar el final de una era para una de las instituciones financieras más grandes del mundo. Como pionera en Wall Street le toca un trabajo duro y complejo. «Hay lugares más fáciles para trabajar”, reconoce, pero no se amilana.
Nueva página
La historia de Jane Fraser es un mensaje inspirador para las mujeres que aspiran a alcanzar grandes metas en cualquier otro ámbito profesional. Su ejemplo demuestra que el talento, la perseverancia y la capacidad de liderazgo no tienen género. La ejecutiva escocesa es un ejemplo de liderazgo, talento y determinación. Su trayectoria ha roto barreras y ha demostrado que las mujeres pueden alcanzar los más altos cargos en el mundo financiero. Su actual posición como CEO de Citigroup la convierte en una figura clave para impulsar el cambio y la diversidad en el sector bancario.
Aunque el camino hacia la igualdad de género en el ámbito empresarial aún es largo, el panorama actual muestra un cambio positivo. Las mujeres están alzando cada vez más la voz en Wall Street. Lideran empresas con éxito y demuestran que su talento, experiencia y habilidades son claves para el crecimiento y la innovación. La brecha se acorta y el futuro augura un panorama más equitativo e inclusivo en el mundo corporativo. Para muestra, Jane Fraser. Quien no solo maneja un banco. Está escribiendo una nueva página en la historia del mundo empresarial.