ANNIE SUÁREZ
04/05/2018
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James Marsden: “Westworld no es para débiles”. La serie estrella de HBO sigue fluyendo positivamente en medio de un arduo trabajo por parte de todo su equipo. Y es que sus integrantes se esmeran en ofrecer calidad y se disponen constantemente a sorprender al público que la sigue para mantenerlo cautivo.
De esa manera, la serie Westworld se ha garantizado su continuidad. Esta misma semana Casey Bloys, presidente del afamado grupo de canales de televisión por cable y satelital, propiedad de la empresa estadounidense Time Warner, ha confirmado que la historia tendrá una tercera entrega de episodios. Eso no es de extrañar. La primera temporada recibió 22 nominaciones a los Emmy, ganando cinco de ellos. Además, sus capítulos congregaron 13,2 millones de espectadores a través de las plataformas disponibles de HBO.
A la par, sus actores profundizan aún más en el carácter de sus personajes y continúan la ruta por la que los lleva un guión capaz de abrir cada vez más interrogantes de cara a sus espectadores. Precisamente, uno de los histriones claves del reparto es James Marsden. El actor estadounidense de 44 años, asume el rol de Teddy Flood. Se trata de un vaquero androide del futurista parque temático Westworld. Teddy, como sus otros compañeros autómatas, experimenta una suerte de despertar que lo lleva a revelarse contra todo aquello para lo que fue creado.
Con la segunda temporada en pleno apogeo – fue estrenada el pasado 22 de abril-, en esta ocasión, James Marsden ofrece su visión con respecto a su personaje y la realización de la serie. Además, da algunas pistas sobre el rumbo de la trama, entre otros aspectos.
“No me quejo como actor, la experiencia de ser parte de esto es genial. Pero es una serie en la que es difícil trabajar. Y no es para débiles”.
-Westworld ofrece una historia realmente visionaria. ¿Cómo ha sido trabajar con Jonathan Nolan y Lisa Joy?
–Un dato acerca de la visión de Jonathan Nolan y Lisa Joy con respecto a la serie es que nada es casualidad. Algunas series primero se concentran en completar la primera temporada. Luego, dilucidan todo lo demás. Jonathan y Lisa lo tienen todo resuelto. Saben exactamente hacia dónde van. Apuesto lo que sea a que saben cuántos años va a estar en el aire y cómo va a terminar. Tienen resuelta la meta final.
-¿Cómo es la experiencia de formar parte del elenco de esta serie?
–Es un programa difícil de producir y en el que es arduo trabajar. No me quejo como actor, la experiencia de ser parte de esto es genial. Pero es una serie en la que es difícil trabajar. Y no es para débiles.
-¿A qué se refiere con eso?
–Existe una cierta cantidad de caos involucrado. Al iniciar esta temporada creíamos tener el motor aceitado y en marcha. Pero no. Nos dijeron: “Esto va a cambiar”. Eres como un médico de guardia. Te llaman a la 1:00 p.m. y te dicen: “¿Puedes estar aquí en 30 minutos? Vamos a rodar una escena”.
“Nos la pasamos cambiando todo y alejando a la presa para que la serie sea un secreto y una sorpresa”.
-¿A qué se debe eso?
–Han construido este caos para despistar a todo el mundo. Nos la pasamos cambiando todo y alejando a la presa para que la serie sea un secreto y una sorpresa.
-¿Cómo se siente con respecto a eso?
–Como actor, dices: “Sí, claro. ¿Por qué no?”. Normalmente, dirías: «Bueno, a ver, espera. ¿Estoy protegido?”. Realmente estamos en posiciones vulnerables. Pero eso habla bien de nuestros showrunners. Nos han hecho sentir realmente seguros y claves como apoyo a la hora de canalizar la visión de los creadores. Es difícil meterte en algo decidiendo entregar tu control creativo y seguir el rumbo que marca otro.
-¿No cree que es bueno ceder el control a otro?
–Es cierto. Lo sé. Y te sientes pequeño frente a cosas que son… Tanto más grandes que tú. Esas son las recompensas de trabajar en esta serie.
“En la primera temporada presentamos todo el contexto, a los personajes y su mundo. Ahora, en la segunda temporada, es momento de abrir las compuertas y de soltar a los personajes”.
–¿Cómo será la evolución del personaje de Teddy en esta segunda temporada?
-Habrá muchas sorpresas y las grandes las tenemos más escondidas. Teddy es parte de algunas de esas sorpresas. En la primera temporada presentamos todo el contexto, a los personajes y su mundo. Ahora, en la segunda temporada es momento de abrir las compuertas y de soltar a los personajes. Será mucho para Teddy. Va a tener que ponerse a tono rápidamente. Su despertar llegó un poco tarde. Sin embargo, lo que será realmente interesante para él es que ahora verá el mundo de una manera diferente. Es un renacimiento para Teddy hasta cierto punto. Todo eso se presenta en medio de una revolución. Es como imaginar el nacimiento de un bebé en medio de una guerra. Habrá algunos de sus códigos que permanecerán intactos, como su lealtad, fidelidad y amor hacia el personaje de Dolores (Evan Rachel Wood), pero otros no.
– Lisa Joy reveló que Teddy ya no será necesariamente arquetípico. ¿A qué se refiere con esto?
-Hasta ahora, Teddy había sido el vaquero dulce y bueno. Pero, y aquí me identifico con Teddy, no siempre es fácil tomar las decisiones correctas. Claro que seguir el camino de la decencia y la bondad, siempre te pondrá en un lugar mejor, pero a veces no es fácil. Esos fueron los códigos de Teddy desde el principio. A excepción de la masacre de Wyatt y su caza de recompensa, creo que su alma está en el lugar correcto. Pero eso va a ser cuestionado esta temporada. Los anfitriones de Westworld ahora tendrán libre albedrío. Y los humanos no tendrán necesariamente las mismas ventajas que tuvieron en la primera temporada.
“Lo que resulta realmente interesante con respecto a esta serie es la convergencia de la inteligencia artificial con la humanidad, eso de plantear que se vuelvan indescifrables e indistinguibles”.
-¿Qué opina del planteamiento que hace Westworld sobre la inteligencia artificial, el avance de la ciencia, la ética y la humanidad?
–No sé cuánto deberíamos temerle a la inteligencia artificial y a la misma raza humana en el futuro. Ahora, lo que resulta realmente interesante con respecto a esta serie es la convergencia de la inteligencia artificial con la humanidad. Eso de plantear que se vuelvan indescifrables e indistinguibles. Quizás, debería perturbarnos el peso de la ética, el potencial que los androides podrían llegar a tener para crecer, multiplicarse y aumentar su inteligencia. Debería preocuparnos el hecho de que podamos quedar anticuados. No obstante, veo Westworld. Observo la humanidad que miembros del reparto, como Evan Rachel Wood y Thandie Newton, les aportan a sus personajes. Capto la humanidad que los guionistas le imprimen a la serie. Ellos son increíbles. Y, sé que suena extraño, pero esto me da esperanza. El público responde a Westworld y tiene empatía por estos personajes, porque están mostrando más humanidad que los seres humanos.
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