Con el fin de garantizar la libertad de expresión en redes sociales y usar correctamente el Internet, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro emitió un decreto que prohíbe a las empresas tecnológicas de redes sociales remover contenidos de forma arbitraria. La nueva normativa solo permite que se eliminen publicaciones «solo si está justificado», es decir, involucran desnudez, drogas y violencia, si fomentan el crimen o violan los derechos de autor.
Anteriormente, a cientos de cuentas en redes sociales que apoyan al mandatario se les ha acusado de difundir noticias falsas e incentivar la desinformación. Por lo que han sido suspendidas temporalmente o le han eliminado algunos contenidos por infringir las normas de dichas plataformas. Algunos de esos contenidos señalados incluyen publicaciones del propio presidente.
La medida de Bolsonaro entró en vigencia de inmediato y los proveedores de redes sociales tienen 30 días para cumplir con las nuevas pautas de contenido. De todas formas, debe ser aprobado por el Congreso y el Senado de Brasil dentro de los 60 días para convertirse en ley.
Ahora será casi imposible combatir la desinformación
El decreto de Bolsonaro dice que los proveedores de redes sociales «tienen prohibido adoptar criterios para moderar o limitar el alcance de la difusión de contenidos que impliquen censura política, ideológica, científica, artística o religiosa». Además, posee una lista de razones por las cuales sí se podrían suspender cuentas o eliminar contenido. La lista va desde actos terroristas, pedofilia, pornografía, bots, promoción de la violencia, uso de drogas y otras razones consideradas delitos en Brasil. Sin embargo, no cita información errónea o falsa.
David Nemer, profesor de estudios de medios en la Universidad de Virginia, declaró que el decreto llega en un momento en el que las redes sociales eliminan muchas publicaciones en las cuentas pro-Bolsonaro. «Las fake news que circularon en la última campaña presidencial fueron a favor de Bolsonaro. No quiere perder esta herramienta en las próximas elecciones», dijo Nemer.
Por su parte, Guilherme Felitti, un comunicólogo brasileño que se dedica a estudiar los canales de extrema derecha en redes sociales, específicamente en YouTube, dijo que el decreto «hace que la moderación de la desinformación sea prácticamente imposible».
Libertad de expresión en redes sociales
Mientras tanto, empresas de redes sociales como Facebook y Twitter han manifestado su decepción y también han criticado la medida. «Esta decisión obstaculiza significativamente nuestra capacidad de limitar el abuso en nuestras plataformas, lo cual es fundamental para brindar un lugar seguro para la expresión y la conexión en línea. Estamos de acuerdo con los expertos y especialistas legales que ven la medida como un violación de los derechos constitucionales», dijo un portavoz de Facebook.
En un comunicado, Twitter dijo que el decreto de Bolsonaro «contradice todo» sobre el Marco Civil Da Internet, un proyecto de ley original que regula el Internet y las redes sociales en Brasil. Mientras que YouTube reaccionó reiterando que seguirán dejando en claro «la importancia de nuestras políticas y los riesgos para nuestros usuarios y creadores si no podemos hacerlos cumplir».
Noticias falsas sobre la pandemia
La pandemia del coronavirus ha sido un asunto muy polémico durante el gobierno de Bolsonaro. Constantemente ruedan en redes sociales cientos de noticias falsas sobre medicamentos que «curan» la COVID-19, vacunas, confinamientos y uso de mascarillas. Para combatir la desinformación, las trasnacionales tecnológicas como Facebook, Twitter y YouTube eliminado contenidos por no estar aprobados o certificados científicamente.
Las grandes tecnológicas han implementado algoritmos que localicen publicaciones con noticias falsas sobre la COVID-19. Además de añadir una serie de rótulos de verificación. De esta manera el proceso es más automatizado, lo mismo han hecho con las denuncias sobre la 5G y las radiaciones electromagnéticas.
Algo parecido sucedió en Estados Unidos. Al presidente Donald Trump le bloquearon sus cuentas en Twitter y Facebook por difundir «noticias sin verificar».
Pero en todo el mundo continúa aumentando la crítica contra las plataformas digitales, específicamente Facebook y Twitter, por ser de las más usadas. Varios representantes de la derecha, políticos o expertos, han señalado que las empresas de tecnología «censuran sistemáticamente sus voces». Incluso en algunos casos han buscado estrategias parecidas a la de Bolsonaro para bloquear la eliminación automática de publicaciones en redes sociales. Ninguna ha eliminado las cuentas de los talibanes que tomaron el poder en Afganistán.
Detienen a exasesor de Trump en Brasil
Esta semana, Jason Miller, ex asesor principal de Donald Trump, informó a través de sus redes sociales que fue detenido e interrogado brevemente en la capital por agentes policiales de Brasil
Miller se encontraba en el país para asistir a la cumbre Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) este fin de semana. Al llegar al aeropuerto de Brasilia, él y sus compañeros de viaje fueron interrogados por tres horas por funcionarios policiales. «No se nos acusó de ningún delito, y nos dijeron que simplemente querían charlar. Les informamos que no teníamos nada que decir y eventualmente nos permitieron volar de regreso a Estados Unidos». Posteriormente, Bolsonaro dio un discurso y mencionó a un «estadounidense interceptado», pero no hizo mención a Miller ni a sus acompañantes.
Jason Miller es director general de Gettr, una plataforma de medios sociales de derecha. Se creó luego de que Twitter anuló la cuenta y le prohibió a Donald Trump tener una cuenta a raíz de los disturbios en el Capitolio el 6 de enero. Un 15% de los usuarios de la plataforma son brasileros.
Protestas en Brasil por el Día de la Independencia
En el marco del Día de Independencia en Brasil, celebrado el martes, grandes grupos de personas se reunieron en varias ciudades para protestar tanto a favor como en contra del presidente Jair Bolsonaro. Las manifestaciones fueron pacíficas y se dispersaron sin alteraciones.