El jabón de Marsella es un producto artesanal que podría resultar mucho más efectivo para la higiene contra el COVID-19 que los geles o desinfectantes antibacteriales, que a la final resultarán dañinos para la salud humana y el medioambiente.
Lavarse las manos con agua y jabón es la primera recomendación que la OMS y otros organismos sanitarios dan a la hora de tomar medidas contra el contagio por COVID-19.
Jabón artesanal y biodegradable
El auténtico jabón de Marsella tiene forma de cubo y pesa unos 600 gramos. La presentación viene en dos colores: blanco y verde –si está fabricado con aceite de oliva–. No tiene colorantes, conservantes, perfumes ni grasas animales. Los jabones de Marsella son famosos por ser productos naturales y biodegradables. Se encuentran en tiendas de productos provenzales, jabonerías, mercados y tiendas de productos cosméticos.
Desde que la epidemia de COVID-19 llegó a Francia, las ventas del famoso jabón crecieron. También desde que se decretó el aislamiento en Italia las ventas aumentaron en un 30% y los pedidos a la fábrica se multiplicaron por cuatro, contó Serge Bruna, dueño de la empresa, a Euronews.
El jabón de Marsella tiene como ingrediente principal el aceite de oliva que protege la piel de irritaciones, pero aún más importante funciona como una barrera protectora natural de la piel contra los microbios. El jabón blanco utiliza otros tipos de aceites vegetales. Los médicos insisten en que es mejor lavarse las manos con agua y jabón que usar geles antibacteriales y desinfectantes.
Membrana grasa del virus
Los jabones, en general, resultan menos agresivos para la piel. Pero en el caso del virus de COVID-19 específicamente, el jabón disuelve directamente la membrana grasa del nuevo virus y le desactiva su capacidad para acoplarse a las células del organismo, por lo que impide que penetre en el tejido humano para infectarlo.
Los geles antibacteriales son soluciones compuestas por alcohol (etanol) y una sustancia emoliente para no dañar la piel (glicerina). El alcohol ataca rápidamente los virus, bacterias y hongos. Sin embargo, no es efectivo para disolver la membrana grasa del virus. Los geles o desinfectantes antibacteriales son recomendables en caso de que no haya disponibilidad de agua y jabón. Además, protegen del contagio al contacto con alguna superficie que tenga el virus.
Los médicos advierten que el nuevo virus puede sobrevivir varios días en las superficies inertes como las telas, los plásticos y el aluminio. El gel antibacterial más recomendable ante la pandemia de COVID-19 es el de la norma NF EN 14476, cuya eficacia está comprobada contra el virus de la gripe.
Lavarse las manos es fundamental
El uso del gel no elimina la necesidad de lavarse las manos a fondo. Es crucial lavarse las manos varias veces al día: cuando nos sonamos la nariz; después de pasar por un lugar público; después de haber tocado superficies y objetos potencialmente contaminados (barandillas, pomos de puertas, botones, etc.), antes y después de preparar los alimentos; después de haber tenido contacto con personas posiblemente infectadas.
La forma correcta de lavarse las manos toma aproximadamente 20 segundos; preferiblemente se debe usar agua caliente y se debe frotar muy bien el jabón entre las uñas, las manos y las muñecas. Para secarse las manos se debe usar papel que luego debe tirarse. Nunca se deben usar secadores de aire.
La Savonnerie de Licorne, la empresa que fabrica el jabón de Marsella, en estos momentos solo hace entregas a distancias a farmacias y particulares, debido a la cuarentena y la orden de cierre de negocios en Francia. Mientras, los artesanos continúan fabricando el jabón a mano y los clientes siguen comprando el producto para tener reservas durante la pandemia.
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