Por Cambio16
17/07/2018
La presidenta de honor de la Academia de Cine, Ivonne Blake, ha fallecido este lunes en Madrid a los 78 años, según ha anunciado la institución.
Yvonne Blake, Presidenta de Honor de la Academia de Cine, ha fallecido hoy en Madrid a los 78 años. pic.twitter.com/agjFQkdWFh
— Academia de Cine (@Academiadecine) 17 de julio de 2018
Blake asumió la presidencia de la Academia en julio de 2016, tras la dimisión de Antonio Resines, pero se apartó de sus responsabilidades a causa de un ictus que sufrió en enero pasado.
De vestir a su Supermán a dirigir la Academia de Cine
Un Óscar, cuatro premios Goya y el Premio Nacional de Cinematografía avalan la trayectoria de la diseñadora de vestuario Yvonne Blake, que ha vestido para el celuloide a estrellas como Audrey Hepburn, Sofía Loren o Christopher Reeve en Supermán y que dedicó sus últimos años a dirigir la Academia de Cine.
Británica de nacimiento y española por adopción y devoción, Blake (Manchester, 1940) se autoproclamó en su día «más española que Agustina de Aragón». Llegó a España en 1968, por motivos de trabajo, y se quedó por amor, hasta su fallecimiento este martes a los 78 años.
Diseñó el vestuario de medio centenar de producciones nacionales e internacionales, entre ellas, Nicolás y Alejandra, la historia del último zar de Rusia dirigida por Franklin J. Schaffner, por la que se llevó el Oscar en 1971, y volvió a ser candidata a la estatuilla cinco años después con Los cuatro mosqueteros, de Richard Lester.
Blake fue cuatro veces candidata a los BAFTA -una de ellas por «Jesucristo Superstar»- y dos a los Emmy, y logró cuatro Premios Goya: por Remando al viento (1988), de Gonzalo Suárez; Canción de cuna (1994), de José Luis Garci; Carmen (2003), de Vicente Aranda, y El Puente de San Luis Rey (2004), de Mary McGuckian.
El ministerio de Cultura le concedió en 2012 el Premio Nacional de Cinematografía por volcarse en el cine español con «rigor, elegancia y creatividad». Fue la primera mujer no actriz en hacerse con este galardón, que compartió, puño en alto, con todas las mujeres «técnicas» del cine: «Nosotras también contamos», dijo.
Formada en arte, diseño y escultura en el College of Art & Design de Manchester, Blake se presentó en sus comienzos con su portafolio en Londres en la sede de la casa de vestuario Bermans, que colaboraba en las películas de la mítica productora de terror Hammer.
Tras hacer sus primeros pinitos en Bermans, llegó el momento de diseñar su primer vestuario para una película: con sólo 22 años se encontró vistiendo a Sofía Loren en La Venus de la ira (1966), de Daniel Mann.
En una reciente conferencia en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, Blake recordaba que, lejos del glamour de las firmas italianas, vistió a Loren con ropa discreta encontrada en un kibutz de Israel, que pese a todo le sentaba espectacularmente.
Para Hepburn, en su opinión la más elegante, diseñó un espartano traje de abadesa que llevó en Robin y Marian (1976). Ava Gardner, Robert de Niro, Sean Connery o Elisabeth Taylor también han lucido sus diseños y ha trabajado a las órdenes de directores como Francois Truffaut, Albert Finney, John Sturges, Paul Verhoeven, Peter Bogdanovich o Milos Forman.
Pese al logro artístico de elaborar el vestuario de Supermán sin que pareciera «ridículo», y pese a su buena relación con Marlon Brando o Gene Hackman, aquel fue para Blake un rodaje para olvidar, ya que no se entendió con su director Richard Donner ni con la actriz que hacía de Lois Lane, Margot Kidder.
Blake asumió las riendas de la Academia de Cine en 2016 pero su mandato se vio interrumpido a causa de un ictus que sufrió en enero pasado.
Fue la única «con huevos» para presentarse, según dijo entonces a Efe, en un momento de aguas revueltas para la institución. No sólo puso paz tras la salida precipitada de Antonio Resines, sino que logró atraer a nuevos miembros y rejuvenecerla.
Le acompañaron en su candidatura el director Mariano Barroso y la actriz Nora Navas, actual presidente y vicepresidenta segunda, que fueron elegidos en votación el pasado 9 de junio, por lo que su legado sigue activo.