El ministro del Interior de Italia y líder del partido Liga, Matteo Salvini, autorizó este miércoles el ingreso de 116 migrantes y refugiados que permanecían a bordo del buque Gregoretti de la guardia costera desde el pasado sábado frente al puerto de Augusta en Sicilia. Al mismo tiempo anunció que Alemania, Irlanda, Francia, Portugal y Luxemburgo se harán cargo de las 116 personas transportadas por las fuerzas armadas italianas.
«Apreciamos el hecho de que cinco Estados miembros hayan trabajado duramente para redistribuir estas personas», anunció un portavoz de la Comisión Europea. «Este resultado ha sido posible gracias a los esfuerzos de la Comisión y la respuesta positiva de los Estados miembros», agregó. Se conoció que diversas diócesis católicas italianas también colaborarán en la redistribución de un pequeño porcentaje del grupo de migrantes que permanecerán en territorio italiano.
Este miércoles también Salvini comentó en su cuenta en Twitter que estaba por firmar la prohibición de entrada y tránsito en aguas territoriales italianas para el buque Alan Kurdi. La embarcación rescató a 40 inmigrantes frente a la costa de Libia. Salvini señaló: «Por lo que sabe a dónde puede ir, pero no en Italia».
Nei prossimi minuti firmerò il divieto di ingresso e di transito nelle acque territoriali italiane per la nave Alan Kurdi che ha raccolto 40 immigrati davanti alla Libia.
È una Ong tedesca quindi sa dove può andare, ma non in Italia. Punto. pic.twitter.com/8folpxGx00— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) July 31, 2019
Casi 30 migrantes con problemas sanitarios y de salud
Desde la Fiscalía de Siracusa, en Sicilia, se informó que a 29 de los migrantes se les han diagnosticado problemas de carácter sanitario y que dos de ellos están en situación de gravedad. Uno por tuberculosis, otro por celulitis infecciosa y 20 por sarna, entre otros casos. Entre los rescatados hay dos mujeres, una de ellas embarazada, un bebé y otros dos menores de edad. Los migrantes habían zarpado desde Libia el 25 de julio a bordo de dos pateras.
La tripulación del barco deberá ahora esperar instrucciones de las autoridades italianas sobre el puerto donde desembarcará a las personas migrantes rescatadas. El más próximo es el de la isla italiana de Lampedusa.
No es la primera vez
Desde junio del año pasado cuando comenzó a ejercer funciones en el gobierno de Giuseppe Conte, Salvini ha sostenido que las naciones de la Unión Europea deben obligarse a negociar la redistribución de los migrantes rescatados en el Mediterráneo. Luigi Di Maio, vicepresidente de Trabajo, líder del Movimiento 5 Estrellas y socio mayoritario de la administración de Conte, ha pedido «respeto» para los militares del buque Gregoretti que rescataron a estas personas.
A los gobiernos de las naciones de la Unión Europea dijo: «Italia no puede mantener más llegadas de migrantes. Nosotros como país hemos dado mucho, y ahora ellos tienen que ir hacia Europa», puntualizó.
La prohibición de atracar a un barco con bandera de Italia ya se ha producido en otras ocasiones. La última vez ocurrió en agosto pasado con la también patrullera de la Guardia Costera italiana Diciotti. En la oportunidad Salvini bloqueó el atraco del buque frente a las costas de Sicilia durante cinco días con 138 inmigrantes a bordo. Entonces su decisión le valió una investigación judicial por secuestro de personas. Sin embargo evitó ser investigado después de que la mayoría de los senadores votaron en contra de autorizar la apertura de un proceso judicial, paso necesario previsto por las normativas sobre inmunidad que otorga el parlamento italiano.
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