Seis islas parte de la Unión Europea, entre ellas La Palma, forman parte de un proyecto piloto para acelerar la transición energética. El programa, que tiene el apoyo de la Comisión, ya cuenta con las agendas de cada una de las participantes para lograr una transformación en el uso de energías.
Las Islas Aran, de Irlanda; el archipiélago Cres-Lošin, de Croacia; Culatra, en Portugal; La Palma, de España; Salina, de Italia; y los Sifnos, de Grecia, fueron seleccionadas en febrero de 2019 por la Iniciativa de Energía Limpia para las Islas de la UE y, desde entonces, ha desarrollado sus planes de descarbonización.
La mayoría de las islas dependen de combustibles fósiles o cables submarinos para obtener su energía, lo que puede suponer un problema de precariedad energética, como sucede en las Islas Aran, que en el 2016 sufrió un apagón por cuatro días.
En estas islas, uno de los proyectos es instalar un parque de energía eólica de propiedad comunitaria. Mientras que en otros casos, como en Salina, el foco está en cambiar el transporte de la isla a 100% eléctrico y descarbonizar las plantas de generación de energía.
El plan de La Palma
En La Palma, que depende de las importaciones de los combustibles fósiles para la generación de energía, un grupo de ciudadanos decidió en 2014 que había que cambiar esto. Por ello, iniciaron un proyecto en el que se tiene como principales objetivos reducir el consumo y aumentar la producción de energía renovable en la isla.
Entre las medidas que ya se han tomado, está la instalación de una mini estación hidroeléctrica, parques eólicos que generan MW, paneles solares para el autoconsumo en 20 hogares en la isla. En el proyecto, denominado Plan Insular para una Nueva Cultura Energética (PINCE), trabajan más de 100 asociaciones locales.
Por ahora, un 10% de la generación eléctrica de la isla se hace a través de energías renovables. Actualmente, la mayoría de la electricidad de la isla proviene de la central térmica de Los Guinchos, que necesita 10 motores diésel para funcionar.
Sin embargo, estas seis islas piloto no son las únicas que están comenzando a pensar en la transición energética. Otras 20 islas de la UE están en proceso de desarrollar agendas ecológicas. Entre ellas, están las islas españolas de Arousa (Galicia), e Ibiza, Mallorca y Menorca (Baleares). Esta última isla presentó hace un año su hoja de ruta de transición energética: la Estrategia Menorca 2030.
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