Vestas producirá antes de 2040 turbinas eólicas “cero residuos”, un propósito que evidencia su compromiso de hacer que la sostenibilidad sea parte fundamental de la empresa y liderar la transición hacia una energía limpia y una economía circular. Vestas es el primer fabricante de aerogeneradores en comprometerse a no generar materiales de desecho.
Con 154 GW de aerogeneradores instalados en 87 países y más de 29.000 empleados, las soluciones de energía sostenible de Vestas han evitado la emisión de 1.700 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera y han contribuido a un sistema energético más sostenible. La multinacional danesa cuenta con más de 40 años de experiencia en energía eólica y fue la primera empresa en alcanzar el hito de 100 GW instalados.
La hoja de ruta de la nueva estrategia de gestión de residuos implementa el proceso de descarbonización y transición hacia una energía limpia y renovable introduciendo un enfoque de economía circular en las diferentes fases de su cadena de valor: diseño, producción, mantenimiento y final de vida útil.
Vestas es la empresa más sostenible del mundo, según el Corporate Knights. El líder global en soluciones de energía limpia tiene la sostenibilidad en el centro de su cadena de valor, incluso en toda su red de proveedores. Este año han implementado una ambiciosa hoja de ruta de circularidad y una estructura de gobernanza. ¿En qué consiste?
Cuando supimos que Corporate Knights nos iba a otorgar este reconocimiento nos llenó de orgullo, pero también de humildad porque el estar en lo más alto del ranking implica también asumir una gran responsabilidad: para seguir liderando, no solo debemos mantener nuestro compromiso con la sostenibilidad, sino que debemos llevarlo al siguiente escalón, integrándola en el ADN de la compañía. Y esto, en un contexto actual complejo que requiere priorizar la rentabilidad de los fabricantes de aerogeneradores en el corto plazo, no es tarea fácil, pero seguimos trabajando para fomentar esta transición sin olvidar las necesidades futuras y actuales.
La necesidad de trasformar el negocio hacia un modelo más sostenible, respetuoso con el medio ambiente y con las personas, responde a una decisión estratégica de la compañía. Queremos maximizar el valor que aportamos a la sociedad y al mismo tiempo reducir por completo o minimizar nuestro impacto medioambiental, poniendo también a las personas en el centro de esa transformación. Con este propósito lanzamos hace dos años y medio la estrategia “Sostenibilidad en Todo lo que Hacemos”, para dar estructura y formalizar todas las acciones que ya se estaban llevando a cabo en diferentes países y áreas de la compañía.
Un pilar básico de nuestra estrategia global de sostenibilidad es el de la circularidad. Por ello, a finales de 2021, decidimos reafirmar e incluso llevar más allá nuestros compromisos para fomentar desde nuestro campo de acción la transición hacia un modelo económico circular. Se trata de una hoja de ruta bastante ambiciosa que se articula en tres ejes: el ecodiseño, la circularidad de nuestras operaciones y eficiencia y recuperación de los materiales. En cuanto al ecodiseño, destacar que estamos trabajando para tener en 2040 un aerogenerador “cero residuos”, es decir, que todos sus componentes permitan su reciclaje y reutilización ulterior, incluso para la fabricación de otras máquinas.
¿Es posible alcanzar la meta de cero residuos eólicos antes de 2040?
Así lo creemos y por ello nos hemos comprometido de cara a nuestros inversores, clientes, socios y empleados a conseguirlo. De hecho, Vestas ha emitido bonos corporativos vinculados al cumplimiento de ciertos objetivos en materia de sostenibilidad; conseguir ser más eficientes con los materiales que usamos para reducir hasta en un 90% el residuo que se genera durante el proceso de fabricación está incluido como uno de los objetivos. En concreto, las palas representan un reto para el sector por el tipo de material compuesto con el que se producen.
Para que sean muy resistentes y a la vez flexibles, se fabrican a base de fibras –sobre todo de vidrio, pero también de carbono– mezcladas con resina, por lo general con epoxy reforzado. A día de hoy, el reciclaje de este conglomerado es costoso y el subproducto resultante no tiene mejores propiedades mecánicas que el material virgen; de ahí que Vestas esté centrando sus esfuerzos en encontrar alternativas para fabricar palas a través de materiales que puedan reciclarse fácilmente, pero, además, que el material reciclado tenga más usos. Por eso hablamos de un producto realmente circular. Generará cero residuos. Nuestra intención es que todos sus componentes sean reciclables en 2040.
Conseguir que todos los materiales empleados en los aerogeneradores sean totalmente reciclables no es fácil. ¿Hasta qué punto resulta fundamental la labor de I+D para obtener estos productos con una resistencia y rendimiento similar a los actuales?
Estamos obteniendo buenos resultados de los proyectos de investigación que tenemos en curso, CETEC y DecomBlades. Actualmente, más de un 85% del total de un aerogenerador es “reciclable”, pues la mayoría de sus componentes están hechos a partir de materiales metálicos tales como el acero, el hormigón, el hierro fundido, etc. El reto, como señalaba antes, está en el material compuesto de las palas. Las fibras preimpregnadas con la resina son difíciles de separar y de ahí que los esfuerzos en materia de innovación para el ecodiseño del “aerogenerador del mañana” estén enfocados a encontrar soluciones a este reto.
Por ello, resulta primordial seguir apostando por la innovación. Por supuesto, la reducción de los materiales que usamos, la reutilización de los componentes y el reciclaje son aspectos muy importantes, pero el ecodiseño de la máquina es esencial para reducir drásticamente los desafíos y cumplir nuestros objetivos.
Al mismo tiempo, ¿será preciso generar un mercado para estos materiales una vez que finalicen su vida útil?
Exacto. Actualmente no existe una estructura robusta que permita una comercialización más industrial y precios más competitivos. Por un lado, no existe una demanda de estos materiales downcycled (infrarreciclaje: es el proceso de reciclaje de residuos donde el nuevo material reciclado tiene funcionalidad y calidad más baja que el material original) porque su calidad es peor que el material virgen, y más costoso por su proceso de reciclaje. Por otro, de momento se está optando por extender la vida útil de los aerogeneradores que se instalaron hace años y no tanto por la repotenciación, así que no son tantas las palas que se desmantelan. Y las que se cambian, normalmente no suelen reciclarse (se les considera material inerte, no perjudicial para la salud o el medioambiente).
Ahora bien, esto comienza a cambiar: la normativa está empezando a dar respuesta a lo que puede ser un problema medioambiental el día de mañana y desde el propio sector eólico se está empujando para que se prohíba mandar palas al vertedero en toda Europa a partir de 2025 (en países como Alemania, Austria, Finlandia o Francia ya está regulado). La prohibición y la subida de los costes si quieres llevar las palas al vertedero sin duda incentivará al reciclaje de las mismas; además, la repotenciación de los parques eólicos –actualmente los mejores emplazamientos están ocupados por aerogeneradores más antiguos– también conllevará un aumento en el flujo de palas.
En España se han anunciado ayudas para que el sector eólico aumente su capacidad anual de reciclaje y cada vez hay más empresas que están desarrollando tecnologías competitivas para reciclar el material compuesto de una manera más eficiente.
¿Cómo contribuye la energía eólica a la economía?
La energía eólica no solo es una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático, también es una fuente de empleo local sostenible que contribuye a enriquecer las áreas rurales. El sector eólico da trabajo directo en España a 30.000 personas. Keep It Local es una iniciativa que hemos lanzado EDPR y Vestas en colaboración con la Asociación Empresarial Eólica que persigue precisamente eso, en base al ODS número 8 de “Trabajo Decente y Crecimiento Económico”: contribuir a la creación de empleo local y de calidad, que permita no tener que desplazarse a un centro urbano para desarrollar tu vida profesional.
La industria ofrece muchas posibilidades de empleo y a través de este programa perseguimos fomentar la educación y la formación. Es un win-win porque necesitamos técnicos que mantengan los parques eólicos con profesionalidad y atendiendo ante todo a los exigentes criterios de seguridad que tenemos en Vestas. De momento, lo hemos lanzado en España, pero vendrán otros países porque está funcionando muy bien.
El concepto de sostenibilidad de Vestas prioriza igualmente el bienestar y la diversidad. ¿Es una sostenibilidad de rostro humano?
La sostenibilidad hace alusión a un desarrollo que permite asegurar las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones. Hablamos por tanto contribuir al bienestar de todas las personas que de alguna u otra manera están relacionadas con nuestros proyectos. Tanto de las comunidades que rodean un parque eólico como de nuestros trabajadores y trabajadoras. Queremos ser la empresa más segura, inclusiva y socialmente responsable de la industria energética. Para ello es fundamental construir una cultura empresarial que se beneficie de la diversidad de nuestra plantilla.
En la industria energética predominan los hombres, pero la brecha de género se ensancha desproporcionadamente en la parte alta de la pirámide. Vestas se ha propuesto lograr el 25% de directivas antes de 2025 y el 30% en 2030. ¿Cómo van a lograrlo?
Es cierto que en la industria energética predominan los hombres. En gran medida se debe a que son pocas las mujeres que se decantan por carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas), aunque eso está cambiando poco a poco. Desde Vestas estamos impulsando acciones para fomentar que las mujeres desarrollen su talento igual que pueda hacerlo un hombre.
Aspiramos a promocionar una igualdad “real” basada en la meritocracia y no en tu género, pero es cierto que aún nos rigen ciertos sesgos inconscientes que tenemos que trabajar para romper ciertos “clichés”. La formación obligatoria a partir de jefe de equipo en “Sesgos Inconscientes” es una acción que hemos llevado a cabo, o las entrevistas de salida cuando alguna mujer decide salir de la compañía, una revisión del lenguaje para hacerlo lo más inclusivo posible, etc.
No obstante, en Vestas, como en muchas otras empresas, hemos decidido empezar por la diversidad de género, pero estamos ya trabajando en otros tipos de diversidad (etnia, edad, nacionalidad, orientación sexual…) que también son muy importantes. Decenas de estudios han puesto en evidencia que cuanto más diversos son los equipos, mejor. Fomenta la eficiencia en la toma de decisiones y mejora la operatividad.
Cuando logremos no tener que concienciar sobre diversidad, equidad e inclusión porque ya sean obviedades muy asumidas por todos, habremos avanzado mucho como sociedad. Desafortunadamente, aún no estamos en ese punto, así que tenemos que seguir trabajando en ello.
Las cuotas no dejan de ser una discriminación positiva, pero ¿son eficaces para romper el techo de cristal?
Este es el debate que surge cada día. En un principio creo que sí lo son porque no dejan de ser un incentivo más, pero insisto en lo anterior: ojalá más pronto que tarde dejen de ser necesarias. Las personas deberían conseguir avanzar en sus carreras en base a su esfuerzo, a su trabajo y al valor que aportan a las empresas.
¿Cómo acabar con la idea tan extendida de que las mujeres deben demostrar lo que valen o, simplemente, imitar comportamientos masculinos?
Primero tenemos que creérnoslo nosotras mismas. Yo entiendo que imitar comportamientos masculinos es una actitud equivocada. Las organizaciones las llevan personas. Y si las personas son auténticas, íntegras, colaboradoras, con valores…, la empresa también lo será. Por eso creo que es tan importante que desde el seno de las empresas se fomente y se ponga en valor la integridad.
Un buen líder o una buena lideresa deben intentar sacar lo mejor de las personas: la empatía, el compromiso, el interesarse genuinamente por el bienestar de tu equipo, saber escuchar y reconocer a las personas que trabajan contigo, etc., son para mí aspectos básicos para fomentar desde dentro un buen ambiente, el talento y una cultura de empresa basada en el respeto, la diversidad y la inclusión.