Una mayor presencia del liderazgo femenino empresarial es clave para construir una economía más social, diversa, inclusiva y sostenible. Para las mujeres, la igualdad no es solo una cuestión de justicia social, sino también de desarrollo y prosperidad para toda la sociedad. La eliminación de la brecha salarial, la conciliación y la corresponsabilidad, la erradicación de la segregación vertical y horizontal de género en las organizaciones o la visibilización de referentes femeninos son objetivos prioritarios de Asociación Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias.
La AMMDE es una organización integrada por mujeres líderes que desarrollan proyectos excelentes. Su propósito es contribuir a la promoción y la visibilidad de la mujer en la sociedad, impulsando la igualdad de oportunidades y el acceso a la promoción y el desarrollo profesional y personal de la mujer directiva, profesional y empresaria en las mejores condiciones. Se constituye en el año 1987 como entidad sin ánimo de lucro con el objetivo de identificar las barreras existentes para el acceso de las mujeres a cargos directivos y a puestos de decisión, y conseguir su erradicación.
Es una organización integrada por mujeres líderes que desarrollan proyectos excelentes. Su propósito es contribuir a la promoción y la visibilidad de la mujer en la sociedad, impulsando la igualdad de oportunidades y el acceso a la promoción y el desarrollo profesional y personal de la mujer directiva, profesional y empresaria en las mejores condiciones. Se constituye en el año 1987 como entidad sin ánimo de lucro con el objetivo de identificar las barreras existentes para el acceso de las mujeres a cargos directivos y a puestos de decisión, y conseguir su erradicación.
“Una forma extraordinaria de incentivar el talento es poner un
foco sobre las mujeres referentes, las mujeres con éxito, y que
lo proclamen alto y claro: he triunfado porque valgo mucho,
porque soy muy buena en lo que hago”
Con la junta directiva elegida en octubre de 2020, presidida por Irene Navarro, la asociación evoluciona hacia una estructura multisectorial y territorial para lograr el objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, vinculado a la agenda 2030, impulsando medidas en materia de Igualdad y el reconocimiento del talento femenino. Irene Navarro es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, doctora en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares, diplomada en Derecho Comunitario por la Escuela Diplomática de Madrid y académica de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Forma parte del Consejo Editorial de El Economista y es miembro del Consejo y responsable de desarrollo de proyectos y comunicación en Counteforg. Ha sido directora general de Formación para el Empleo de la Comunidad de Madrid y directora general de la Fundación Madrid Excelente. Asimismo, profesora de cursos y programas en universidades públicas y privadas, e integrante del equipo de dirección de la Universidad Europea de Madrid (vicerrectora de Relaciones Institucionales y Estudiantes), de Bureau Veritas Business School (decana del Centro de Estudios Universitarios), directora general de la empresa NFC-Network, cofundadora del Instituto Español de la Resiliencia y del Foro Europeo de la Resiliencia.
Además, es autora del libro Prepáralos para el futuro: consejos para desarrollar la resiliencia en el aula y en la vida; coautora de Resiliencia, gestión del naufragio; y coautora de Presencia de las mujeres en los cargos de responsabilidad. Análisis de la situación actual, conclusiones y testimonios, entre otros.
¿Es posible el objetivo de sostenibilidad sin contar con la mujer?
Ningún objetivo de gobernanza global para el bien común puede lograrse sin la participación de las mujeres; nos lo dice el sentido común y lo confirman los datos. Según investigaciones de organismos supranacionales y de diversas entidades privadas, está comprobado que las organizaciones con más presencia femenina en sus órganos de decisión muestran una mayor sensibilidad hacia los propósitos sociales, medioambientales y de salud y bienestar.
Además, por inercias históricas y culturales, amén de otros factores, las mujeres somos más ‘cuidadoras’: del hogar, del entorno, de la naturaleza y de las relaciones. En el contexto laboral buscamos el equilibrio, generamos confianza, empatía y optimismo. Estas son características esenciales que deben estar presentes en los procesos de toma de decisiones para que las organizaciones traduzcan de forma pragmática su compromiso con los objetivos de sostenibilidad y cuidado del planeta. En realidad, todas nuestras abuelas eran expertas en ecología y economía circular: ahorraban energía y agua, reutilizaban, aprovechaban, recomponían y sí, ¡se reinventaban!
¿Qué hacer para que se reconozca el trabajo, no el género y las diferencias individuales de género que se dan en la franja de edad de los 20 a los 30 años con la función social de reproducción?
En cualquier contexto y franja de edad, lo que hay que hacer es poner el foco sobre el trabajo y el talento de las mujeres, y desde AMMDE los estamos haciendo con diversas iniciativas, como una bolsa de empleo o la elaboración del Informe Data Analytics de Mujeres Directivas y Empresarias.
La maternidad no puede ser una barrera, y en este aspecto es clave la implicación de la administración pública. En este sentido, el Ministerio de Trabajo y Economía está preparando una ley de usos del tiempo de trabajo para flexibilizar la jornada laboral, que contempla el permiso de paternidad, el permiso parental y el permiso para cuidadores, y fórmulas de trabajo flexible.
¿Es la conciliación uno de los principales obstáculos para el objetivo de paridad?
La conciliación tiene que ver con los usos del tiempo y cómo históricamente estos usos están vinculados a unas ‘obligaciones’ asociadas al género, y lo que se espera de ti si eres hombre o mujer, tanto en la esfera pública como en la privada. Las dificultades de muchas mujeres para conciliar vienen impuestas por esa ‘contaminación cultural’ y es labor de las asociaciones como AMMDE, y de todos los actores sociales, visibilizar esta realidad y desmontarla. No arreglamos nada si suponemos que la conciliación es para que las mujeres lleven a los niños al cole, hagan la compra o acompañen a un familiar a una cita médica. Esto debería ser también una exigencia por parte de los hombres, y así estaríamos en igualdad de condiciones.
Recientemente se ha publicado en el diario La Información que “la Encuesta de Población Activa refleja que los cuidados están feminizados y que las mujeres que abandonan el mercado laboral son mayoría con respecto a los hombres”. Según un informe de ClosinGap, la desigualdad de género en materia de conciliación implica que “las mujeres asumen la mayor parte del trabajo no remunerado lo que repercute en unas tasas de inactividad y parcialidad laboral más elevadas”. Acabar con estas diferencias haría aumentar el PIB en 230.847 millones de euros. Por tanto, la conciliación no solo es una cuestión de justicia social para las mujeres, sino también de economía y prosperidad para todos.
Las mujeres están muy pocos representadas en el ámbito STEM y, por contra, ocupan puestos administrativos, de ventas y servicios, mucho peor pagados. ¿Cómo superar esta brecha?
Efectivamente, hablamos de segregación horizontal. Hay un porcentaje mayor de mujeres en los ámbitos funcionales relacionados con la comunicación o los recursos humanos, y mucho menor en las áreas de finanzas, operaciones o tecnología/innovación. Esto supone otra barrera, porque es más probable ‘saltar’ al consejo de administración desde los departamentos en que las mujeres están infrarrepresentadas.
El sesgo de género en STEM empieza a manifestarse desde la adolescencia, cuando las niñas se alejan de materias de ciencias, matemáticas o programación. En este momento es determinante que encuentren impulso y motivación en el hogar y en la escuela, y que ayude el contexto social y cultural, que la verdad está aún muy sesgado a favor de que las niñas se decanten más por carreras de humanidades o ciencias sociales. Hay que poner una luz muy potente sobre esta realidad porque los empleos del futuro, y en general los empleos mejor remunerados, están en las áreas de STEM.
¿Qué papel deben desempeñar las grandes organizaciones en la consecución del ODS 5 y, sobre todo, en cuanto a la financiación de políticas y estrategias de igualdad?
Las asociaciones como AMMDE, los grandes organismos supranacionales o los think tanks tenemos una labor muy importante a la hora de elevar la realidad social y las necesidades de los ciudadanos y las empresas a las instancias administrativas. También desarrollamos un trabajo de investigación, de recogida de datos y de sensibilización de los poderes públicos para que legislen a favor de los objetivos que perseguimos, en el caso de AMMDE, la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Articular y dar forma, contenido y financiación a la colaboración público-privada es uno de nuestros propósitos fundamentales, ser un agente del cambio y, por supuesto, influir en los procesos de tomas de decisiones.
De fondo está el hecho de generar una narrativa propicia en el contexto social, es decir, difundir nuestro mensaje, repitiéndolo hasta la saciedad si es necesario, organizar charlas, debates, jornadas, foros… ser esa lluvia fina y persistente que cala en la tierra de la mentalidad colectiva para hacerla fértil y que florezcan ideas nuevas sobre la igualdad de género y se vayan poco a poco olvidando los viejos estereotipos… los cambios culturales son los más lentos y difíciles de conseguir, por eso trabajamos muchísimo cada día, sin descanso.
Al igual que ocurre con el greenwashing, ciertas empresas abordan la igualdad como un lavado de cara, pero su ADN sigue siendo patriarcal. ¿Una cosa es la igualdad formal, la que imponen las leyes, y otra muy distinta la igualdad real?
Ciertamente el greenwashing es un fenómeno lamentable y contraproducente… Indica la resistencia al cambio por parte de muchas organizaciones, la dejadez a la hora de transformar procedimientos e implantar medidas, y sobre todo la visión cortoplacista según la cual no hacer una inversión ahora puede que te ahorre tiempo y dinero, pero te generará pérdidas en el futuro, o incluso te costará la propia supervivencia… Pero la palanca legislativa es muy importante para que se generen los cambios necesarios en la sociedad.
La ‘acción positiva’, cuyo ejemplo más recurrente son las cuotas, demuestra que al final es lo que mejor funciona. En España, la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres de (2007), o el Real Decreto de Igualdad Retributiva entre Mujeres y Hombres (2020) están demostrando su efectividad, aunque los cambios siempre son más lentos de lo que nos gustaría.
El índice de mujeres que están solas creando familias es cada vez más alto. ¿Un nuevo obstáculo para la igualdad?
No creo que sea un obstáculo, es una dificultad añadida a los problemas que encuentra la mujer para conciliar la vida profesional y personal. Hay que hacer más cosas, como por ejemplo que los gastos en servicios de cuidados sean deducibles fiscalmente, que por cierto es una propuesta que presentaremos a la Comisión de Igualdad del Congreso.
¿Cómo incentivar el talento femenino?
Me he encontrado con un caso curioso: hay mujeres muy potentes, ejecutivas de nivel, que no tienen perfil en LinkedIn… Las propias mujeres somos tendentes a no ponernos un cascabel, minimizamos nuestros logros sin darles importancia, creemos que nuestro éxito es debido a la suerte, a que hemos tenido circunstancias propicias en nuestra vida. Y no es así, el éxito es porque lo valemos, porque somos muy buenas en lo que hacemos.
Una forma extraordinaria de incentivar el talento es poner un foco sobre las mujeres referentes, las mujeres con éxito, y que lo proclamen alto y claro: he triunfado porque valgo mucho, porque soy muy buena en lo que hago.
La nueva estructura de AMMDE tiene representación en todos los sectores y en todo el territorio. De hecho, ya trabajan estrechamente con la Comisión de Igualdad del Congreso. ¿Cómo fortalece la organización este planteamiento y en qué contribuye al empoderamiento femenino esta interlocución?
La unión hace la fuerza, eso está claro. Lo que queremos es que se vea a las mujeres valiosas y exitosas de toda España, señalar con un dedo a las que están en Albacete, Zamora o Teruel, creando empresas, generando empleo, liderando proyectos. Parece que lo que no ocurre en la capital y las grandes ciudades, es como si no existiera. Y eso lo estamos cambiando.
Tenemos a directoras territoriales en cada comunidad autónoma que están agrupando a mujeres en torno al proyecto de AMMDE para hablar todas con una misma voz y trabajar por los objetivos que nos unen. También tenemos directoras sectoriales, cuya labor es transversal a la territorial. Por ejemplo, nuestros premios de agroalimentario-industria los entregamos en Valladolid, ya que en Castilla y León ese sector es muy potente. Y la ceremonia de nuestros premios de turismo se celebrará en Málaga, ya que nuestra directora de Turismo es también la directora de AMMDE en Andalucía Oriental.
Están culminando la elaboración de un mapa del poder de la mujer en España. ¿Qué conclusiones se han podido extraer hasta ahora para la elaboración de un diagnóstico?
No puedo hablar de conclusiones hasta que el estudio no esté totalmente terminado, pero te aseguro que vamos a hacer mucho ruido con la presentación, hasta ahí puedo leer… Te puedo adelantar que el informe Data Analytics de Mujeres Directivas y Empresarias es una innovadora iniciativa basada en tecnología big data, cuyas ramificaciones se extienden tanto al desarrollo de una base de datos y un observatorio permanente, como a la creación de un mapa de poder de la mujer en España y la generación de informes sectoriales y territoriales del liderazgo femenino en nuestro país.
Es, asimismo, una poderosa herramienta de diagnóstico, análisis y predicción, con múltiples aplicaciones, tanto en el sector público (para la elaboración de políticas, normativas y medidas concretas) como en el privado (conocimiento profundo de la mujer ejecutiva y empresaria como impulsora de estrategias en la empresa y decisora de consumo en el hogar).
Impulsa la creación de la cátedra de Mujer en San Telmo Business School. ¿Qué aportará?
Aportaremos mutuamente nuestro know-how y una visión compartida de experiencias y buenas prácticas para poner en valor el papel de las mujeres en el ámbito directivo y empresarial. Ambas entidades queremos generar un contexto concienciado respecto al papel conjunto y común de mujeres y hombres en la construcción de la sociedad a través de una mayor presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad de las organizaciones, tanto públicas como privadas.