En la mezquita Mosala de Teherán, en Irán, miles de personas le rindieron homenaje al general Qasem Soleimani, en el segundo aniversario de su asesinato. En el acto, el presidente Ebrahim Raisi pidió aplicar la ley del talión al expresidente estadounidense Donald Trump y al Michael Pompeo por el asesinato del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución.
Soleimani fue asesinado en Irak junto al teniente iraquí Abu Mahdi al-Muhandis bombardeado por un dron estadounidense en enero de 2020, cerca del aeropuerto de Bagdad. “Al violador, asesino y criminal expresidente de EE UU se le debe juzgar y someterlo a la ley de ghesas”, afirmó Raisi.
El presidente exigió que a Trump, al exsecretario de Estado Michael Pompeo y otros altos cargos estadounidenses lo juzguen un tribunal “justo”. Y se les aplique la ley de “ghesas”. Una especie de ley del talión que permite a la víctima causar a su agresor el mismo daño que sufrió, recogió Efe.
La ley del talión es la denominación tradicional de un principio jurídico de justicia retributiva. Ojo por ojo y diente por diente. La norma impone en reciprocidad un castigo que se identifica con el crimen cometido.
En ese sentido, Raisi señaló que si Trump y Pompeo no son juzgados, la umma (comunidad musulmana) tomará la justicia por su mano. “La umma vengará a Soleimaní si Trump y Pompeo no hacen frente a la justicia“, dijo.
Según las leyes islámicas de Irán, un asesino convicto puede ser ejecutado a menos que la familia de la víctima acepte tomar «dinero de sangre» a través de una reconciliación.
Irán y el “ojo por ojo” contra Trump
Irán instó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a pedir cuentas a Estados Unidos e Israel, que según Teherán también estuvo involucrado en el asesinato. Días después del asesinato, en enero de 2020, Estados Unidos le dijo a la ONU que actuó en defensa propia. El entonces fiscal general, William Barr, indicó que Trump tenía claramente la autoridad para matar a Soleimani, un «objetivo militar legítimo».
Cientos de partidarios de los grupos milicianos respaldados por Irán se reunieron en el aeropuerto internacional de Bagdad para conmemorar el aniversario de la muerte de Soleimani y corear consignas antiamericanas. “Muerte a América” y “muerte a Israel”, vocearon.
A última hora del domingo, el movimiento hutí de Yemen, alineado con Irán, se apoderó de un buque de carga con bandera de los Emiratos Árabes Unidos. Según dijo, estaba involucrado en «actos hostiles», pero de acuerdo con los saudíes, transportaba equipo hospitalario.
Horas después, drones armados fueron derribados cuando se acercaban a una base militar iraquí que alberga a las fuerzas estadounidenses cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, dijeron fuentes de seguridad iraquíes, reseñó Reuters.
El periódico Jerusalem Post notificó que su sitio web había sido pirateado en lo que llamó una aparente amenaza. La ilustración que parecía recordar a Soleimani.
Protestas, hostigamiento, negociaciones
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, sostuvo que Soleimani, aunque muerto, sigue siendo una amenaza para sus enemigos, . “El mártir Soleimaní es más peligroso para sus enemigos que el general Soleimaní”, afirmó. El líder religioso de Irán además prometió que Trump pagará por “su crimen”.
En los últimos días ciudades como Teherán se han llenado de cárteles celebrando al exmilitar, a quien el régimen describe como un “héroe”, “mártir”, “activista social”, “activista contra el cambio climático” y “diplomático”, entre otros.
Además, se han celebrado rezos en varios puntos de la ciudad, un concurso de poesía, conferencias de las hijas del militar y una exposición sobre los misiles desarrollados por la república islámica.
La muerte de Soleimani provocó una fuerte crisis entre Teherán y Washington. Dos años después parece reanimarse.
Mientras, en Viena se reanudan las negociaciones para rescatar el acuerdo nuclear de 2015, luego de un paréntesis de tres días por las fiestas de fin de año.
Irán y Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Estados Unidos de forma indirecta tratan de recuperar el acuerdo que limita el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones estadounidenses.