Irán informó la captura de un petrolero extranjero en el Golfo Pérsico, según lo difundió la televisión estatal el domingo.
Se trata de la tercera vez que Teherán anuncia haber detenido a un tanquero en el último mes.
Todo ello ocurre, mientras Estados Unidos aplica su campaña de «máxima presión», sanciones y aislamiento diplomático contra el país islámico.
https://twitter.com/EnglishFars/status/1158031364010270720
Guardias Revolucionarios tomaron la embarcación
La captura del petrolero fue realizada por el Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos del país el miércoles. Los efectivo también tomaron a los siete miembros de la tripulación extranjera del barco. La información fue dada a conocer por las agencias oficiales de noticias iraníes, que citaron a un comandante naval.
Las autoridades de Irán aseguraron que el petrolero estaba «contrabandeando» combustible a algunos estados árabes. Hasta ahora, no han ofrecido evidencia para confirmar el alegato.
El petrolero era un barco iraquí, según reportó la agencia oficial de noticias IRNA, citando al Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán.
#IRGC: Tanker seized in #PersianGulf for smuggling fuelhttps://t.co/TGiwIrSz2l pic.twitter.com/1UEdATWs4n
— IRNA News Agency (@IrnaEnglish) August 4, 2019
En un comunicado a la Agencia de Noticias semioficial iraní Fars, el comandante del Segundo Cuerpo de Marines de Irán dijo que la embarcación había recibido combustible de otros barcos y lo había estado transportando a países árabes en el Golfo Pérsico.
El oficial afirmó que el barco llevaba unos 700.000 litros de combustible.
Fars dijo en Twitter que «siete extranjeros» habían sido detenidos.
La agencia de noticias Mehr informó que el barco había sido incautado cerca de la isla Farsi, un territorio iraní pequeño y estéril al noroeste del Estrecho de Ormuz.
VIDEO: Watch moment IRGC seizes new fuel smuggling tanker https://t.co/yGGyl5c4dV
— Mehr News Agency (@MehrnewsCom) August 4, 2019
Tensiones con Occidente
Irán y Occidente se han visto envueltos en una disputa sobre el tránsito marítimo cerca del Estrecho de Ormuz.
Gran Bretaña anunció la captura de un petrolero iraní, el Grace 1, frente a la costa de Gibraltar en julio, diciendo que sospechaba que el barco se había dirigido a Siria en violación de las sanciones de la Unión Europea.
Irán calificó el embargo como un acto de piratería y acusó a Gran Bretaña de actuar en nombre de Washington.
Más tarde ese mes, las tropas de la Guardia Revolucionaria también detuvieron a un petrolero de bandera británica, el Stena Impero, cerca del Estrecho de Ormuz, acusándolo de violar «tres regulaciones navales internacionales».
Sanciones de Washington
El gobierno de Trump ha venido ejerciendo una escalada de actos de presión contra Irán. Las medidas apuntan a reducir las ventas de petróleo, que constituyen la piedra angular de la economía del país.
Irán ha respondido atacando a Occidente a través de provocaciones pequeñas y grandes, incluidas las recientes incautaciones de petroleros. La situación ha aumentado el temor de que algún incidente provocado pueda iniciar un conflicto bélico entre Oriente y Occidente.
El objetivo declarado de la administración Trump es lograr un acuerdo nuclear con Irán que sea más favorable para los intereses estadounidenses que el convenio de 2015, que el presidente abandonó el año pasado.
El 2 de mayo, las sanciones petroleras de la administración Trump contra Irán entraron en vigencia. Según el derecho internacional, no es ilegal comprar y transportar petróleo iraní o productos relacionados. Sin embargo, Estados Unidos podría aplicar medidas contra las empresas extranjeras que ignoren las sanciones.
Los iraníes, a su vez, han tomado medidas para incumplir sus compromisos en virtud del acuerdo de 2015 y han amenazado con violar aún más el acuerdo a menos que los países europeos que firmaron el acuerdo ofrezcan un alivio de las sanciones.
Diferencias entre EEUU y la UE
Los europeos han dejado en claro que esperan preservar el acuerdo. Sin embargo, no han podido dar un impulso significativo a la economía de Irán, que se tambalea bajo el peso de las sanciones.
Esta situación ha llevado a una división entre Europa y los Estados Unidos. Ello, a pesar de su interés común en asegurarse de que las rutas cruciales de envío de petróleo en el Golfo Pérsico estén protegidas contra las amenazas iraníes y de otro tipo.
La administración Trump ha tratado de reunir una fuerza marítima para escoltar barcos a través del Golfo, pero las naciones europeas se han distanciado del esfuerzo y Alemania ha dicho abiertamente que no.
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