Un informe complementario al presentado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, enfatiza en las alternativas para dirimir el calentamiento global y reducir las emisiones. La primera parte del documento, difundido a inicios de agosto, advertía que los nefastos efectos del cambio climático ya se encontraban todos los rincones del planeta. En muchos casos de manera inevitable e irreversible.
El nuevo texto, aún en preparación, transmite un halo de esperanza. Señala que solo si las emisiones tocan techo en los próximos 4 años e inician su declive, habrá la posibilidad de frenar los aumentos de temperaturas por debajo de 2 ºC. Pero sólo si se logra reducir las emisiones un 55% para el 2040, respecto al 2020, se darán garantías de no sobrepasar en 2100 el alza de 1,5 ºC. Dintel definido en el Acuerdo de París.
Este escenario impone que las centrales térmicas de carbón y de gas tendrían que cerrarse en la próxima década. Detrás de esas decisiones gruesas, se necesitarían además cambios de estilo de vida y profundas transformaciones para evitar el colapso climático.
Precipitaciones impetuosas e inundaciones catastróficas se ven con mayor frecuencia, permanencia y destrozos. Tormentas a destiempo, anticipadas a su ciclo. Incendios feroces y lluvias intensas casi al mismo tiempo, como ocurrió en Turquía hace semanas. Desolación y desconcierto en el globo.
La filtración del borrador del IPCC coincide con un informe de la Organización Meteorológica Mundial. Indica que en los últimos 50 años, el número de desastres se ha quintuplicado, impulsado por el cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y la mejora en los mecanismos de suministro de información.
Los sistemas de alerta temprana y mejora de las prácticas de gestión de desastres, incidieron en que el número de muertes es casi tres veces menor.
IPCC: Reducir emisiones y el calentamiento global
El IPCC precisó que los países retrasaron tanto la reducción de sus emisiones de combustibles fósiles que ya no pueden evitar que el calentamiento global se intensifique en los próximos 30 años. Incluso, dijo en la primera entrega del informe, que si se comenzara a reducir drásticamente las emisiones hoy mismo, el calentamiento global se elevaría alrededor de 1,5 grados Celsius en las próximas dos décadas. Un futuro más caluroso que está prácticamente asegurado.
El texto, en elaboración, subraya los cambios en los modos y el estilo de vida que serán necesarios, en especial en los países ricos. Sostiene que estos cambios podrán reducir el doble de las emisiones. Para ello, hay que garantizar los ahorros de energía a la hora de calentar o enfriar las casas. Introducir cambios en la movilidad para fomentar el transporte público. Así como reducir los viajes en avión y mejorar el reciclado pueden contribuir significativamente a obtener las disminuciones necesarias.
Parece fácil, pero implica decisión y voluntad por parte de gobiernos, empresas, instituciones y ciudadanos del mundo.
Los patrones de alimentación en muchas partes del mundo rico también deberán cambiar, reseña La Vanguardia. “Un cambio a dietas con una mayor proporción de proteínas de origen vegetal. En regiones con un consumo excesivo de calorías y alimentos de origen animal puede conducir a reducciones sustanciales en las emisiones. Al mismo tiempo que proporciona beneficios para la salud”, se indica.
“Las dietas a base de plantas pueden reducir las emisiones hasta en 50% en comparación con la dieta occidental media intensiva en emisiones”, adelanta el informe.
Tecnologías e inversiones rezagadas
La propuesta del IPCC destaca la necesaria mitigación de algunas actividades y usos intensivas en emisiones. Por ejemplo, entre 2010 y 2020 la aviación aumentó sus emisiones un 28,5%. Los SUVs (vehículos con aspecto de todoterreno) un 17% y el consumo de carne un 12%.
En ese sentido, hace hincapié en la falta la inversión en el campo de las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. Factores fundamentales para transformar la economía mundial con un modelo sobre la base de las bajas emisiones en la energía.
Actualmente la inversión se sitúa por debajo de lo necesario, en un factor de uno a cinco. Inclusive si la meta es mantener el calentamiento en el límite superior de los 2 °C.
Considera también el ente de Naciones Unidas que el cambio tecnológico introducido hasta ahora a nivel global no es suficiente para alcanzar los objetivos climáticos. Sostiene que los sistemas de eliminación directa del CO2 de la atmósfera no han progresado lo bastante rápido como para desempeñar un papel importante en este sentido. A esto se une la tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono y la energía nuclear.
El IPCC argumenta que en cualquier caso, es casi seguro que se necesitarían tecnologías para elevar el impulso de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera para mantener el calentamiento a 1,5 ° C.
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