Las alteraciones climáticas están incidiendo en el comportamiento de los inviernos en los últimos años, con temperaturas moderadas y mantos de nieve de menor espesor o, fríos congelantes no vistos en décadas. Estos cambios reducen el disfrute de los excursionistas e impactan la actividad turística. Y a los esquiadores aficionados al deporte de las estaciones de baja altitud en Suiza, Italia y los Alpes franceses, los anima a trasladarse a otras pistas más al norte, en Escandinavia.
El inicio del año sorprendió a esa región nórdica de Europa con intensas olas de frío y acentuadas bajas temperaturas. Particularmente en Suecia, que registró marcadores de -40 °C no reportadas en 25 años. También en Dinamarca y Noruega estas condiciones se hicieron sentir.
La aerolínea de bajo costo Norwegian Air cuenta con una aceptación mayoritaria en los países nórdicos, que surgen como sus mercados clave. Pero, en esta temporada de inusual invierno, está viendo una mayor demanda por parte de los turistas europeos que vuelan a la región, confió su director ejecutivo Geir Karlsen.
«Definitivamente estamos viendo una mayor demanda… de Alemania, Holanda, el Reino Unido», señaló después de presentar resultados del cuarto trimestre que superaron las previsiones.
«Y luego está el tráfico de auroras boreales», comentó a Reuters, refiriéndose a los turistas que se dirigen al Ártico de Noruega, Suecia y Finlandia para admirar estos impactantes fenómenos naturales, que alcanzan su mejor momento durante las noches polares de invierno.
Karlsen se negó a dar cifras específicas sobre cuántos turistas más habían volado hacia el norte este invierno. «Hemos estado estableciendo rutas desde Copenhague hasta Bérgamo, en el norte de Italia, y lo más interesante es que hay más del 70% del tráfico entrante», afirmó
Esquiadores se escapan a Escandinavia
Las estaciones de esquí de toda Europa se han quedado sin nieve este invierno a medida que aumentan las temperaturas. Turistas y esquiadores buscan otros destinos más fríos y con mayores capas de nieve para aprovechar lo que queda de invierno y qué mejor que Escandinavia.
Los que se encuentran en altitudes más bajas se han visto particularmente afectados, y casi un tercio de los centros turísticos europeos (desde las montañas del Tirol en Austria hasta Auvernia-Ródano-Alpes en Francia) se ven actualmente obligados a cerrar.
A medida que el clima se calienta, el problema empeora. Desde la década de 1960, ha habido cinco días de nieve menos cada década en los Alpes franceses, según el servicio meteorológico Météo France.
Una investigación publicada en 2023 en la revista Nature mostró que si el calentamiento global alcanza 2 °C por encima de los niveles preindustriales, más de la mitad de las 2.234 estaciones de esquí estudiadas en 28 países europeos podrían correr un riesgo muy alto de suministro de nieve. En el futuro, es probable que las temporadas de esquí cambien para reflejar el cambio climático. Pero aún así, no hay garantía de que nieve en su próximo viaje de esquí a Europa.
Anticipándose a los desajustes climáticos y de cara al futuro, Norwegian Air tiene previsto aumentar su capacidad de puestos y frecuencias para el cuarto trimestre de 2024. Así como el número de aviones que volará a los países nórdicos en un 16% interanual.
Sugerencias y precauciones
Entonces, ¿qué hacer si la estación de esquí preferida está sin nieve? Ir a otro país con condiciones más favorables. En este caso Suecia, Noruega o Dinamarca. Es importante estar informado antes de tomar decisiones.
Desafortunadamente, la mayoría de las aseguradoras no cubren las cancelaciones de vacaciones de esquí debido a poca o ninguna nieve.
Esto se debe a que se trata de un escenario de “falta de disfrute”, explicó el proveedor de seguros de viaje World Nomads a Euronews. Por tanto, equivale a pedir un reembolso por lluvia durante unas vacaciones en la playa.Sin embargo, un seguro a todo riesgo para deportes de invierno es más importante que nunca para las vacaciones con poca nieve, ya que esquiar en pistas heladas o poco cubiertas eleva el riesgo de accidentes.
También se pueden realizar otras actividades en la montaña, como senderismo y ciclismo, que normalmente estarán cubiertas por tu seguro de vacaciones de esquí.
Al otro lado del globo, en las Montañas Verdes de Vermont (EE UU), una pequeña zona de esquí se encuentra Matt Folts. Un joven dedicado a la fabricación de nieve pero más ecológica y que está ayudando a las estaciones de esquí a capear el cambio climático. También colabora con los esquiadores que no encuentran lugar para sus prácticas en Europa y están buscando un destinado más seguro y confiable como Escandinavia.
Dispone de un aparato no muy alto, con tres patas y una cabeza de metal que está inclinada hacia el cielo. Tiene dos conductos que parecen mangueras contra incendios suministran al dispositivo agua y aire comprimido, que utiliza para expulsar las precipitaciones al aire. A medida que caen las gotas de agua, se fusionan formando copos de nieve.
Montañas sin nieve también en EE UU
La opción de Folts y su equipo plantea un enigma climático. Por un lado, producir nieve requiere enormes cantidades de energía, lo que genera emisiones que calientan el planeta. Por otro lado, el calentamiento del planeta significa que la nieve artificial es cada vez más esencial para una industria que, si bien es un lujo, inyecta más de 20 mil millones de dólares al año a las ciudades de esquí de EE UU.
La buena noticia es que, ante estas crecientes amenazas, los centros turísticos han estado mejorando drásticamente la eficiencia de sus operaciones de producción de nieve. Una medida que esperan les ayude a superar el aumento de las temperaturas.
Las zonas de esquí norteamericanas registraron más de 65 millones de visitas la temporada pasada. Una parte considerable de ellos probablemente se produjo durante la semana de Navidad, cuando un centro turístico puede ganar (o perder) un tercio o más de sus ingresos anuales. La capa de nieve en el oeste de EE UU ha disminuido un 23% desde 1955. Y el aumento de las temperaturas ha elevado la línea de nieve en Lake Tahoe, California, que alberga más de una docena de centros turísticos.
Un estudio reciente encontró que gran parte del hemisferio norte se dirige hacia un “acantilado de pérdida de nieve” donde incluso aumentos marginales de temperatura podrían provocar una pérdida dramática de nieve.